Capítulo 3

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En ese momento salí corriendo directamente a Natalia la tome del brazo y la arrastré conmigo hacia la puerta de salida.

— Espera Tamara, tenemos que despedirnos de los chicos — dijo riéndose, sabiendo que eso no pasaría

— A la mierda los chicos, tenemos que salir de aquí 

A mitad de camino me di la vuelta y entonces vi que el chico venía corriendo tras nosotras, la adrenalina se disparó por mi cuerpo y en ese momento empecé a correr más rápido.

Al llegar a la puerta de salida me encontré  con él hombre de seguridad  nuevamente, el cual nos miraba como sospechosas y nos detuvo, justo en ese momento el chico agarró mi mano y no entiendo como pero me zafé de su agarre y  logre pasar por la puerta de salida arrastrando a Natalia la cual ya había dejado un zapato atrás.

Cuando llegamos al auto, Natalia entró directamente a la puerta del conductor seguida por mi  encendió el auto y de inmediato salimos de allí viendo como el hermoso chico se quedaba atrás con mi lista en la mano.... ¿Espera, ?

— ¡Diablos! la perdí — Dije mientras a Natalia le daba un ataque de risa

— ¿Qué perdiste ahí dentro Tamara? ¿tu dignidad? — dijo Natalia mientras reía aún más fuerte 

— Deja de bromear Natalia, ¡perdi mi lista! 

— Por fin la pierdes, no entiendo esa obsesión tuya por esa lista, todavía tienes mucho por vivir no te preocupes  luego haces una nueva dentro de 5 0 6 años, ademas yo perdi mi zapato y no me ando quejando 

— ¡Es que tu no entiendes! 

— ¿Entender qué ? 

— Esa lista es muy personal y ahora la tiene un completo desconocido — dije frustrada

— Pero un desconocido ¡muy sexy! — dijo Natalia subiendo y bajando sus cejas 

Lo que quedaba del camino me la pase en silencio escuchando las carcajadas de Natalia, de verdad lamento haber perdido la lista, siempre la llevo a todas partes para ir marcando las cosas que haga pero la perdí.

Al llegar a casa me puse de nuevo la chaqueta y toque la puerta, cuando mamá me abrió  me despedí de Natalia con la mano.

— ¿Estas bien? ¿no te paso nada? — Preguntó muy preocupada — desde que me diagnosticaron cáncer me sobreprotege mucho 

—Estoy bien mamá, no te preocupes dije tratando de calmarla—¿ya llegó papá ? —pregunté intentando cambiar de tema

—Si ya llego tu papá , está arriba dormido

Asentí con la cabeza y dispuesta a dirigirme a mi habitación cuando escuchó de nuevo la voz de mamá 

—¿Tamara?

—¿si mamá ?

—¿ya le contaste a Natalia?

—No todavía, todavía no es tiempo.

—¿Y cuando lo sera?—preguntó mamá con lágrimas en los ojos 

—Cuando esté lista mamá , cuando esté lista— dije subiendo las escaleras y sintiendo el nudo en mi garganta que me indicaba que estaba a punto de llorar, ella se merece la verdad pero no puedo, no puedo decirle que estoy enferma, tengo tanto miedo.

Al llegar a mi habitación me bañe y cepille mis dientes, y me acosté, llorando porque la vida se me iba, llorando porque no era capaz de decirle a Natalia, llorando por lo que había perdido, llorando porque conmigo se irán todos mis sueños, porque no tendré un futuro, porque no seré más que otro cuerpo en el cementerio, porque desearia muchos años mas y otras personas solo los están aborreciendo e intentando suicidarse.

La lista de Tamara WilsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora