La lista de Tamara Wilson

Capítulo 10

Reproduzcan la canción cuando aparezca en la historia :3

El auto de Alejandro se encontraba a unos metros con una abolladura en la parte de atrás y frente a la casa de Natalia se detuvo el auto azul de Lucas, estaba abollado y sucio, de el salio un Lucas completamente molesto, lleno de moretones, salía sangre de su boca, llevaba un palo de madera en sus manos y se acercaba a mi.

—¿¡Dónde esta Natalia!?— Su respiración era agitada 

—No lo se ¿Para que la quieres?—Mi corazón latía fuertemente mientras el pensamiento se dirigía a Alejandro.

—Eso no es asunto tuyo ¡Esa perra me las pagara! —se dirigio a la puerta. 

—¿Pagarte por algo que yo hice?—Me puse en frente de el.

—Así que ¿Fuiste tu?—dijo mientras apretaba mas el palo que llevaba en sus manos.

—¡Si! fui yo, nadie se mete con Natalia—lo enfrente.

—Estas equivocada, nadie se mete conmigo—sus palabras eran secas y esbozo una sonrisa completamente aterradora.

Me tomó del cuello y me lanzo al suelo, se subió encima de mi mientras apretaba con fuerza y gritaba insultos.

Mi visión se volvía borrosa, trataba de luchar pero él me doblaba el tamaño y fuerza, me sentía mareada, estaba perdiendo el conocimiento mientras miraba al auto de Alejandro y veía que no salía todavía. 

—Suéltala hijo de puta—Escuche la voz de Natalia.

—Por fin saliste—me soltó.

Quede unos segundos más en el piso tosiendo y recuperando el aliento, cuando me puse de pie pude ver que Natalia apuntaba a Lucas con un arma, me pregunté un momento de dónde la había sacado y luego recordé que su padre es policía.

—¡Vete!—se limitó a decir Natalia.

—Tu amiguita y yo tenemos un asunto pendiente.

—Ella no tiene nada que hablar contigo ¡vete de mi casa!

—Cállate puta—se acercó más a ella.

—Si te acercas mas disparo.

—No lo harás porque por mas que te duela todavía me quieres ¡Yo te quite la virginidad!—gritó a los cuatro vientos 

Sonó un disparo que me helo la sangre.

—Ese fue al suelo, el próximo va en tu mini pene.

—Esta bien Natalia, me voy pero tu—se  acerco a mi—Cuídate porque te juro que pagarás por esto ¡Las dos lo harán!—nos señaló a ambas—y de la peor manera.

Se dirigió a su auto y se marcho.

—¿Estas bien?—Natalia soltó la pistola y se acercó a mi inspeccionando mi rostro.

—Si, estoy bien, pero Alejandro creo que no.

De inmediato me movilicé hacia el auto de Alejandro seguida de Natalia.

Mis nervios se hicieron presentes, las manos sudaban, la preocupación surgía.

—Esta reaccionando—Dije cuando lo vi.

—¡Alejandro! despierta—hablo Natalia nerviosa.

—¿Qué pasó?—dijo tocando su cabeza.

—Fue Lucas, el choco tu auto—respondí.

—Ese hijo de.. ahh—se quejo—me duele la cabeza.

—Tenemos que llevarte al hospital—dije preocupada.