Todo pareció dar vueltas a mi alrededor, el tiempo se detuvo por un momento, la voz de Natalia ahora sonaba lejos, mi vista se nublo debido a las lágrimas que ya comenzaban a salir, tome un respiro y volví a hablar con la voz entrecortada.
—¿Do-donde están?—respiraba profundo tratando de mantener la calma.
—Estamos en el hospital central —decía llorando.
—Ya voy.
Cerré el teléfono y las lágrimas seguían cayendo, las piernas me temblaban y estaba totalmente pálida, tomé mis zapatos rapidamente y sali corriendo en busca de un taxi por la calle.
Vi un taxi acercándose y rápidamente moví mis brazos para que se detuviera, subí al auto con los nervios de punta y mi rostro bañado en lágrimas, desesperada.
—¿A dónde?— preguntó el conductor mirándome con cara de preocupación.
—A-al hos-hospital central —dije casi sin poder hablar.
El auto se puso en movimiento y lo que fueron cinco minutos me parecieron años, una pregunta solamente venía a mi cabeza ¿Cómo estaba? no podía evitar sentirme culpable, el accidente le había pasado por mi culpa, ¡Dios! ¡No puede pasarle nada malo! ¡Lo quiero! gritaba en el auto y el dolor incrustaba más en mi pecho sintiendo como todo se derrumbaba a mi alrededor.
—Señorita— me miró el conductor— sea lo que sea, todo estará bien —me lanzó una sonrisa reconfortante y yo solo asenti con la cabeza.
Luego de un rato más de incertidumbre y desesperación llegamos al hospital, pague al taxi y salí a toda prisa hacia el hospital, sabía que corría rápido pero en mi mente ninguna velocidad era suficiente, todo pasaba en cámara lenta.
Corrí hacia la sala de emergencias y vi a la señora Smith sentada con la cabeza baja, Natalia ya no estaba y la comprendía, a su padre no le gustaba que ella llegara muy tarde a casa, me acerque lentamente y me senté a su lado, puse mi mano en su hombro y cuando me vio estalló en lágrimas, sus gritos eran desgarradores y yo no pude evitar llorar con ella.
—¡Es mi único hijo! ¿Qué haría yo sin él?— gritaba ella mientras se aferraba a mi con fuerza.
—El estará bien —dije llorando junto a ella.
—Familiares de Alejandro Smith —entró una enfermera con unos papeles en su mano.
Un escalofrio recorrio todo mi cuerpo y la señora Smith se puso de pie.
—Soy su madre— dijo secando sus lágrimas pero de inmediato volviendo a llorar.
—Acompañeme.
Ambas se fueron hacia una de las habitaciones cerca y yo me quede esperando noticias que no llegaban, horas pasaban y mi preocupación aumentaba, tantos pensamientos que pasaban por mi cabeza y no me dejaban tranquila, la señora Smith no salia y el cansancio se apoderaba más de mi hasta que mi vista se empezó a nublar y todo se volvió oscuro.
Me despiertan unas suaves manos, volteo mi rostro y veo que es la señora Smith algo más tranquila y con una leve sonrisa.
—¿Qué pasó?— froto mis ojos y me pongo de pie rápidamente.
—Quiero salir por algo de comer, estoy muy cansada.
—¿Qué hora es?—pregunté al recordar que no avise antes de salir.
—Son las 7:00pm, no te preocupes ya llame a tus padres y a Natalia para dejarla más tranquila.
—De acuerdo ¿Como está Alejandro? —preguntó con impaciencia.
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La lista de Tamara Wilson
Romance-Tamara ¿Porque lees tanto? -Busco escapar un poco de la realidad. _____________________________________ -Besar a un desconocido -Aprender a montar a caballo -Entrar a una disco con identificación falsa -Viajar a parís - Ver el ata...