La lista de Tamara Wilson

Capítulo 5

—¡Tamara! ¿Dónde estás? —escuchó la voz de mi mamá creo que me quede dormida

—¡En la habitación mamá!—respondí 

—¿Te sientes bien?—preguntó  mamá  ya que es raro que yo duerma después de la universidad

—Si mamá , solo un poco cansada ¿Qué hora es?—pregunté

—Son las 7 de la noche, acabo de llegar fue un día muy pesado y mañana será igual

—¿A qué te refieres?

—Mañana deberás ir a la universidad con Alejandro de nuevo, tengo que salir temprano

—Mamá ¡no de nuevo!

—¿Por qué Tamara? acabo de hablar con Alejandro me dijo que te llevó y te trajo a la casa, es un buen muchacho —dijo mamá pasando sus manos por mi cara

—¿ Qué me trajo? —pregunte sorprendida

—Si, me dijo que te trajo y que te llevará y traerá las veces que sean necesarias

—¿A caso no me quieren?—pregunté

—¿Por qué dices eso Tamara?

—Porque mis padres no me llevan a la universidad, es su responsabilidad ¿y si Alejandro es un asesino serial?

—Estás paranoica, además si no salimos a trabajar tu no comes

—Mamá por favor—le dije poniendo mi mejor cara de borrego a medio morir

—Nada Tamara, la decisión esta tomada ahora baja, que se enfría la cena

Bajé y cene sin nisiquiera hablarle a mamá, me la pase escuchando a mi padre tratando de convencerme de que le cuente mi INEXISTENTE vida sexual, tome mis medicinas y subí a mi habitación,  lei aproximadamente 2 horas, pensé en cómo deshacerme de Alejandro pero no encontre la manera, no entiendo como mi madre confía tanto en el. "Mañana será otro largo día" me dije a mi misma quedandome dormida.

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—¡Tamara! despierta ya nos vamos al trabajo—dice mamá moviendome en la cama 

—¿Para que me hacen despertar entonces? —dije soñolienta 

—Para recordarte que tus medicinas y que debes estar lista,Alejandro pasara por ti en media hora —dijo mamá dejando un beso en mi mejilla

—Está bien mamá —le dije mientras ella salía de la habitación, no tenía caso intentar convencerla de que me llevara ella misma.

Luego de 5 minutos más me levante tome mis medicinas como de costumbre  me vestí,me puse un jean blanco y un suéter azul acompañado de tenis negros, tomé mi pelo en una coleta. había olvidado decirle a mamá que iremos a la morgue, debo decir que me asusta un poco la idea de que terminare en ese lugar, pero no puedo hacer nada al respecto.

—¡Tamara! ¡Tamara! —escucho la voz de Alejandro gritando en la puerta 

—¡Ya voy!   —le grité de vuelta 

—Buenos días solecito —me dijo cuando abrí la puerta 

—Si sigues gritando así por las mañanas en vez de tocar el timbre te cortaré la lengua — le dije Amenazadoramente 

—Bien supongo que hoy eres una tormenta—dijo mientras subía al auto y yo a la puerta del copiloto

—Escúchame bien Alejandro, si me vuelves a dejar sola en el medio de la calle te matare con mis propias manos —le dije acercándome y fulminando con la mirada