Capítulo 16

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Me quedé observando, ella reía y enrollaba su cabello en uno de sus dedos. Mientras la miraba en mi seguía creciendo el enojo.

No podía ver a Alejandro ya que estaba dentro de la casa, antes de que yo me diera cuenta ella estaba saliendo de la casa, un alivio recorrió todo mi cuerpo, deje que el auto se marchara y salí de mi escondite.

Toque la puerta y Alejandro me abrió, parecía recién levantado, su pelo estaba alborotado y todo su rostro gritaba "sueño"

—Hola —me limite a decir.

—Bien, contigo aquí creo que no necesitare cuchillos —sonrió.

—¿A que te refieres?

—A que estás muy cortante —estalló en carcajadas.

—¡No es gracioso!—grité.

—¿Qué te pasa? —se incorporó y secó una lágrima que había salido debido a sus carcajadas.

—¿¡Qué hacía Julia aquí!? —grité y de inmediato lleve mis manos a mi boca, las palabras habían salido solas.

—¿Cómo sabes que estuvo aquí?— entrecerró los ojos y se acercó lentamente.

—Yo S-solo lo s-se- no podía evitar tartamudear, mis nervios ya se estaban empezando a notar.

—¿Estás celosa? —una sonrisa de satisfacción se instaló en su cara.

—¿Yo? ¿Celosa? —mis manos empezaron a sudar.

—Si, tu.

—¿Por qué debería estarlo? —pregunté  a la defensiva.

—No lo se, dímelo tu.

—¡No estoy celosa! ademas no tengo porque estarlo —me cruce de brazos.

—Si... claro—sonrió.

Me quedé callada unos segundos, tomó su teléfono y sentí el flash en mi cara.

—¿¡Qué haces!?—intente quitarle el teléfono.

—Tomándote una foto —alzó los hombros.

—¡Eso no se hace! ¡bórrala!—grité enojada.

—¿De verdad? ¿Tu me estás diciendo que eso no se hace?— me miró serio.

—Bueno.. yo —me había dejado sin palabras.

—Exacto, no puedes reclamar, me sentí acosado esa noche —llevó una mano a su pecho haciéndose el ofendido.

—No seas dramático.

—No so... —iba a hablar cuando sonó el timbre de la casa —Vengo en un momento.

Me incomode unos segundos al pensar que podría ser Julia.

—¡Natalia! —lo escuché sorprendido.

—Hola Alejandro ¿Está Tamara?

—Si, pasa.

Natalia entró con una gran sonrisa en su rostro. 

—¿Qué hacían los dos solos? —movió sus cejas varias veces. 

—Solo estoy aquí porque la señora Smith me lo pidió —rodé los ojos. 

—Además, me quiere en secreto y le gusta verme —replicó Alejandro haciendo que me sonrojara. 

—Ya quisieras —me limite a decir —¿Cómo supiste que estaba aquí ? —pregunté a Natalia para cambiar de tema. 

—Pase por tu casa y no estabas, así que supuse que estabas con... Alejandro —hizo énfasis en su nombre y volvió a mover sus cejas. 

La lista de Tamara WilsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora