Capítulo 13

3.1K 457 169
                                    

*Para mejor experiencia leer con la música :3*

—Y-yo no se besar—el sudor comenzaba a bajar por mi frente.

—Yo te enseño— dijo con sus labios a solo un centímetro de los míos.

Y entonces me beso, sus labios eran suaves, tomo mi cara entre sus manos y continuó besándome, no desesperado ni rápido, sino lento como si en verdad me estuviera enseñando.

Mis inexpertos labios solo temblaban, cerré mis ojos ante las emociones que sentía en este momento y me deje llevar, mi corazón casi salía de mi pecho y mi pulso aumentaba cada vez más, nuestras respiraciones eran lo único que se escuchaba, mi cuerpo vibraba ante las sensaciones que estaba sintiendo, sus labios se movían como un experto y sin embargo yo ni siquiera sabía lo que estaba haciendo con los míos, sus manos bajaron a mi espalda acercándome más a él pero sin perder la delicadeza con la que me besaba,  rodee con mis brazos su cuello, tan cerca que podía sentir su corazón latiendo en el silencio que nos rodeaba. 

Nos despegamos sin decir nada, nos miramos por unos segundos y pude ver con la tenue luz que entraba al  closet que sus labios estaban algo hinchados, analize la situacion y mis pensamientos se volvieron un garabato,la vergüenza se apoderó de mí y decidí salir de ahí.

—Debo irme— abrí la puerta, sabía que mi cara estaba extremadamente roja.

—Tamara espera —tomo mi brazo y me miró a los ojos. 

Unos segundos pasaron, sus ojos estaban dilatados, ni una palabra salía de mi boca y tampoco de la de él, solo nos miramos queriendo hablar pero ninguna palabra salía. 

Me zafe de su agarre y salí a toda prisa. 

—Aún tenemos que hacer un proyecto juntos aún salió corriendo detrás de mi.

—Terminalo tu. 

Baje de prisa las escaleras con el corazón acelerado, llegue a la sala y tome mis cosas, solo escuchaba a Alejandro llamarme e intentando alcanzarme. 

Salí corriendo de la casa hasta llegar a la mía, tomé las llaves y con mis manos temblorosas abrí la puerta.

Una vez adentro me deje caer con las espalda pegada a la puerta, dejando que mi pulso volviera a la normalidad. Subí a mi cuarto para lavarme la cara y  tratar de calmarme, vi en el espejo que estaba totalmente pálida.

Lave mi cara y me recoste en la cama ¿Qué acababa de pasar? mi mente era un total desastre, aún podía sentir sus labios en los míos, la forma en la que me besaba, tan... tierno. 

¿ Qué pasaría ahora?esa pregunta rondaba por mi cabeza ¿Qué tal si no le había gustado? ¿Qué tal si ahora me rechaza? lo peor de todo es que  ese beso había despertado algo en mi, y el pequeño sentimiento que había sentido por él ahora estaba creciendo a gran ritmo. 

Trataba de calmarme y distraerme de los gritos en mi cabeza que me obligaban a seguir pensando en lo que había pasado, busco un libro y trato de leerlo pero mi mente no se concentra en la lectura, ni siquiera se de que se trata. 

Las horas pasan volando, no tengo noticias de Alejandro, me siento mal por dejarle el proyecto a él solo pero no tengo valor para volver, escuchó el timbre de la casa, mi corazón se paraliza por un segundo hasta que recuerdo que ya es hora de que llegue mamá. 

—Hola mamá— abro la puerta.

—Hola Tamara— entró rápidamente —¿Cómo te sientes?

—Estoy bien, dentro de lo que cabe.

—Eso es muy bueno, ya veras que saldremos adelante —dijo acercándose y abrazándome.

—Eso espero mamá, eso espero.

La lista de Tamara WilsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora