Marvel One Shots

3. Steve Rogers

Treinta minutos frente a la puerta no le bastaban para calmar sus nervios, Steve sostenía un ramo de girasoles en su mano derecha mientras con la otra daba golpes en su pierna con nerviosismo.

¿Cómo se lo diría? ¿Cómo le diría a Roxana que la amaba?. Tanto tiempo siendo amigos y temía que cuando confesara todo ella simplemente dijera: Te quiero Steve, pero no de esa manera.

Pero es que ya no encontraba otra manera de decirlo, Steve la amaba, se había robado su corazón y cada vez que estaba cerca de ella era como si el viejo Steve volviera al presente. Lo hacía sentirse completo.

Steve se dio media vuelta tambaleando, hizo una mueca y suspiro profundamente antes de tocar la puerta con delicadeza. Su amiga no tardó en salir y en cuanto sus ojos se cruzaron con los de Steve, una sonrisa surcó sus labios

— ¡Steve! ¿Qué haces aquí?

— Yo... — Steve sospesó sus palabras — Te traje esto

Roxana recibió el ramo con un rubor en sus mejillas y agradeció sin mirar a Steve a los ojos

— Roxana, eres todo lo que quiero y lo supe desde el primer momento. He esperado decir esto desde hace mucho, me gustas Roxana más que una buena amiga. Desde hace mucho que no sentía algo así por alguien y tal vez sea por eso que siento que las piernas me fallan cada vez que te veo — Steve soltó una risa nerviosa — El punto es que quería saber si quieres tener una cita conmigo, no como amigos.... bueno tal vez en un punto si pero...

Roxana levantó su mano para indicarle a Steve que guardará silencio, cerró la puerta levemente y desapareció de ella. Steve bajó la mirada con tristeza y comenzó a bajar los escalones hasta que la puerta volvió a abrirse

Steve frunció los labios y vio a Roxana salir de su departamento poniéndose un suéter y con su bolso en mano

— ¿Qué? — preguntó ella al ver la mirada confundida de Steve — Dijiste que querías una cita ¿Por qué no vamos ahora?

Roxana sonrió entrelazando su brazo con el de Steve, él sonrió abiertamente y beso la coronilla de Roxana con ternura sin dejar que la sonrisa de felicidad desapareciera de su rostro.