098. Tony Stark / 3

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Título: Eras mío / parte 3


Tony la había pasado mal durante meses, la mayoría del tiempo estaba ebrio y no salía de casa. Las personas más cercanas a él intentaron animarlo sin ningún éxito.

Después de que Beatriz se marchó todo se derrumbó, Tony dejo a un lado a su amante pues sentía un vacío enorme que ni siquiera ella podía llenar.

Beatriz se enteró de ello y se sintió triste por Tony, pues ahora estaba sólo y en un mal estado.

Cuando por fin logró salir de su alcoholismo, Tony decidió organizar una fiesta para festejar  —vaya forma de olvidar el alcohol — sin embargo su corazón seguí hecho pedazos y sólo Beatriz podía juntar todas las partes rotas.

— Vamos Tris, será divertido. Tienes que olvidarte de esto por un día — la chica señaló la casa con el dedo

Beatriz negó nuevamente, pues no estaba dispuesta a asistir a una fiesta. Su tiempo había terminado, ahora tenía dos hermosos hijos a los cuales cuidar. Pero su amiga seguía insistiendo en que debía tomarse un día libre de todo y poder relajarse.

— Mi prima se quedará con los niños, es una niñera estupenda ¡Y ni siquiera tienes que pagarle!

—Bueno, vamos — dijo Beatriz dándose por vencida

(...)

La música resonó en los oídos de Beatriz, tenía tanto tiempo sin asistir a una fiesta. Recordo cuando Tony solía llevarla a una fiesta diferente cada semana, suspiro. ¿A quien engañaba? Todavía lo amaba, pero le había hecho daño y aun le dolía su traición.

La puerta del elevador se abrió, e inmediatamente una rubia entró tambaleandose y un chico la sostenía de la cintura. Beatriz y su amiga caminaron hasta la barra y en unos segundos tenían sus bebidas frente a ellas.

— ¡Se nota que está muy buena! — grito la amiga de Beatriz para hacerse escuchar

— No pienso lo mismo — susurró Beatriz

— Hola linda — dijo un chico acercándose a ellas — ¿Quieres bailar?

La amiga de Beatriz asintió repetidas veces y se levantó de su asiento dejándola sola. Beatriz tomó su vaso y comenzó a caminar por todo el lugar. Veía a todos las personas bailar de un lado a otro, incluso a personas durmiendo en el piso sin soltar su cerveza. Negó con la cabeza al recordar su juventud, nuevamente recordó a Tony, se habían conocido en una fiesta y el había tomado la iniciativa de hablarle, y así fue como empezó todo.

El corazón de Beatriz se detuvo al ver a Tony a unos metros de ella, tenía el cabello alborotado y charlaba con una chica pelirroja con un vestido indecente. Sus miradas se encontraron, Beatriz no pudo hacer más que levantar su mano en forma de saludo con una mueca en su rostro.

Tony titubeó un poco y comenzó a acercarse a su ex-esposa, la chica pelirroja lo tomó de la mano y trató de llevárselo, sin embargo Tony la miro con enojo y le dijo unas palabras que Beatriz no alcanzó a escuchar, la chica hizo una cara de ofendida y se alejó de Tony.

Cuando por fin estuvieron cerca, Tony sonrió y metió sus manos en sus bolsillos

— Veo que ahora eres la típica chica fiestera — dijo Tony señalando el vaso de Beatriz con la cabeza

— Veo que sacaste la basura y la dejaste botada por algún lugar
— dijo Beatriz refiriéndose a la pelirroja

Tony sonrió abiertamente y apartó el flequillo de sus ojos

— ¿Quieres que te consiga una servilleta? Tienes un poco de celos en la barbilla

Beatriz rió y negó con la cabeza

— Te equivocas en algo, Tony

—¿En qué? — preguntó Tony acercándose más a ella

— Ya no soy una chica

— Pero sigues igual de hermosa que siempre

Beatriz sintió un nudo en el estómago al ver la sonrisa coqueta de Tony, esa sonrisa que tanto extrañaba.

— Debo irme — dijo Beatriz caminado hacia el elevador

Tony la tomó del brazo y ambos entraron al elevador, un chico estaba a punto de subir pero Tony no lo dejó.

— Tris, lo lamento tanto — dijo Tony mirando el piso

Beatriz se sorprendió por el repentino cambio de humor de Tony, notó sus ojos llorosos y se acercó a él para acariciar su hombro

— Ya no importa, ya pasó — Ella sonrió

Tony se movió rápidamente y envolvió a Beatriz en sus brazos, sollozó en su hombro, la había extrañado tanto y ahora no la quería dejar ir.

— Fui un imbécil. No te imaginas cuánta falta me hiciste

— Esta bien Tony, todo esta perdonado — dijo Beatriz dejando salir unas lágrimas

El elevador se abrió, Tony se paso las manos por el rostro, acompañó a Beatriz a salir del edificio, se miraron por última vez y Beatriz dio media vuelta, Tony la miro mientras se alejaba, no podía hacerlo otra vez, no podía dejarla ir de nuevo.

— Pasaré por ti a las ocho — gritó Tony y Beatriz se giró para verlo

Ella sonrió y ladeó la cabeza

— A las 9 — contestó ella y le sonrió antes de seguir caminando a casa con una enorme sonrisa en su rostro

Tony sonrió como nunca lo había hecho y volvió a entrar al edificio, feliz por no haber dejado ir a la mujer que ama. Porque nunca es tarde, y el tiempo sólo se acaba cuando la vida termina. Y hasta ese momento siempre existe una posibilidad para todo.

Aun existía la posibilidad de seguir al lado de esa mujer tan hermosa e inigualable que Tony tanto amaba.

Marvel                                                                 One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora