¿Maestro? (Dr. Flug x tú)

7

-¿Saben algo de la supuesta hermana de Mordred?- cuestionó el hombre en traje a los personajes que lograron capturar al vil villano.

-Sabemos que el mismo día del robo al internado por parte de Black Hat una de las reclusas logró escapar- respondió la hermosa mujer con antifaz -Sospechamos que puede ser ella.

-¿Saben en donde puede estar?

-Tal vez Black Hat la ayudo a escapar y ahora sea parte de la organización.

-Vigilen muy de cerca a la organización, saben lo peligroso que puede ser que tengan a una aliada como ella- les hizo una seña para que salieran de la oficina.

-No se preocupe señor. Ya tenemos un plan.

Freya. Ese era el nombre de la hermosa, inteligente y carismática heroína que había logrado capturar (y asesinar) al villano Mordred. Una joven de no más de 20 años de edad, rubia, alta, delgada, de ojos azules cristalinos, prácticamente perfecta que gozaba con los poderes sobrenaturales de volar y controlar el hielo a su antojo. Había entregado su vida a la protección de su ciudad natal, y como ya se había deshecho de uno de los peores villanos ahora solo tenía que evitar que su hermana buscara venganza y si es posible destruir la organización Black Hat y a todos los involucrados en ella.

Ese era su único objetivo en la vida.

¡Ah! y conquistar a cierto científico para convencerlo de unirse al lado bueno y trabajar con ella.

......

Un día como cualquier otro en la mansión de Black Hat, Flug se encontraba muy emocionado, nervioso y muy asustado por algo que estaba a punto de hacer.

-Jefecito... ¿Puedo hablar con usted?- se asomó temeroso por la gran puerta negra gótica.

-¿Que chingados quieres ahora?- para el mayor esa era señal de que si podía hablar con él. Tímido entro lentamente y cerró la puerta detrás suyo.

-Vera... sabe que busco citas por Internet, ¿No?- jugó con sus dedos sin mirarlo a los ojos.

-Ajá- no respondió más, sabía que esas citas siempre terminaban siendo un completo y rotundo desastre y que las chicas siempre terminaban por botarlo.

-Pues... bueno.. una de ellas quiere conocerme en persona y bueno... ¿Puedo ir?- preguntó temeroso. Black Hat lo miró de mala manera y solo se limito a asentir con la cabeza.

-¿La niña sabe?

-¿Cúal niña?... ¡Ah! ¡____!, si, le eh estado contando de ella y esta completamente de acuerdo- dijo algo animado.

-¿En serio? Que extraño, podría jurar que esta enamorada de ti- hizo una expresión de asco.

-¿Eh? N-no, no lo creo- negó con la cabeza -Solo esta agradecida, eso es todo... no creo que se haya "enamorado" de mí.

Black Hat lo miró de arriba a abajo -Que complicados son los humanos, como sea, suerte en tu dichosa cita- le hizo una señal para que se fuera y no le quitara más tiempo.

-Gracias Jefecito- salió de la oficina casi brincando de alegría. Y adivinen quien quiso que fuera la primera en enterarse de que tenía el permiso de papi Black para salir con una desconocida. Así es, ____.

Bajó rápidamente al laboratorio, sonriendo aunque no se notara, tomó a la chica de los hombros y la agitó suavemente -¡____! Black Hat me dio permiso de salir con Helena, ¿No es genial?- dijo más emocionado de lo normal, normalmente solo hablaba así cuando explicaba como funcionaba algún invento suyo y de como lo había hecho.

La otra sintió una horrible punzada en su pecho -¿Que? ¿Black Hat te dejó salir? ¿Así nada más?- sentía como los celos se le subían.

-¡Si! Creo que confía en que volveré... y si no vuelvo él mismo irá a buscarme -rió incómodo al tan solo pensar en lo que Black Hat sería capaz de hacerle si se atreviera a huir -¡Pero pasare tiempo con Helena!.