Entré a la habitación seguido por Jinyoung, busqué alguna de mis pijamas y estaba a punto de salir cuando Jinyoung me tomó del brazo.
-¿Adónde vas?
-Lejos de ti. Me voy a otra habitación.
-Tú no vas a ningún lado.
-Quiero que te pongas a pensar en sí realmente me crees capaz de algo indebido, ni siquiera salgo para demostrarte lo contrario y tú sólo te pones una venda en los ojos y no quieres notarlo, no quieres notar que te amo con el alma, te importa una mierda mis sentimientos y... ah, piénsalo, también ten presente que yo te daré el divorcio si así lo deseas- esto último se lo dije más tranquilo.
Salí de la habitación para irme a instalar a la última del pasillo, esta casa era grande y sin Jinyoung, aún más. Me senté en la orilla de la cama y me cubrí la cara con mis manos mientras mis codos descansaban en mis rodillas.
Mi celular vibró gracias a que lo tenía en silencio, desbloquee la pantalla y vi que me había llegado un vídeo de un numero desconocido. Intenté ignorarlo, pero la curiosidad me ganó.Cuando abrí el archivo que llevaba al vídeo comenzaron a escucharse gemidos, rodé los ojos creyendo que era una broma estúpida hasta que escuche su voz maldiciendo tres veces seguidas. Puse atención al vídeo, la pantalla se veía toda negra, pero aún así podía apreciar a la perfección su voz excitada, yo conocía esa voz mejor que nadie, o eso creía.
Una gota cayó en la pantalla de mi celular, inconscientemente estaba llorando. Mi pecho sentía una presión, mientras seguía escuchando aquel video de unos 5 minutos.
-Mark, escucha, soy un idio...- dijo Jinyoung entrando a la recamara, puso atención a lo que se escuchaba y me quitó el celular. -¿Qué es esto?
-Dímelo tú.
Me miró y quitó aquel vídeo, se arrodilló frente a mí mirándome a los ojos.
-Te lo puedo explicar...
-Vete, Jinyoung.
-No, yo esa...
-Que no te quiero escuchar, no puede haber justificación... primero llegas a casa con marcas y olor a perfume de mujer, sin importar que yo viera todo aquello y ahora quieres explicarme, yo ya sabía esto hace tiempo y no lo quise ver, tenía la leve esperanza de que fuera parte del trabajo, qué sé yo, pero me estabas traicionando, Jinyoung, ¡eres un pedazo de mierda!
Me puse de pie y lo empujé. Caminé fuera de la habitación y este me volvió a detener.
-Mark, déjame explicarte.
-¿Qué me vas a explicar? Como te la follabas todas las noches, ¿eso es lo que me quieres explicar? Esto... hubiera sido mejor que nada de lo nuestro hubiera comenzado desde el inicio. ¿Por qué, Jinyoung? ¿Por qué desordenaste mi vida de esa manera?
-¡Escúchame! Por favor, yo sólo quise experimentar... dudé.
-¿Dudaste? ¿Qué fue lo que dudaste?
-No me hagas decirlo, sólo por favor, perdóname esta horrible persona que soy.
-No, me quieres explicar, me vas a explicar todo, vamos.
-Dudé de mí, de nosotros, dudé de si realmente me gustaba esto o...
-O no... tuviste toda una vida para dudar y lo haces ahora, ¿no soy lo suficiente? ¿ya no te atraigo?
Estaba dolido, muy dolido, mi pecho ardía, habían cosas que quería sacar a gritos y llantos, pero no lo hacía, no frente a él. Ya no más, él ya no iba a formar parte de mi vida. Lo iba a sacar.
-No digas eso, tú eres perfecto.
-Olvídalo Jinyoung, jamás debimos casarnos, tú nunca debiste volver, yo nunca debí haber dejado a Alexia, nuestro destino no es estar juntos y no por mí, si no por ti, porque no me amas como lo decías, como yo lo creía, estabas buscando distracciones, experimentando, me enamoraste y ahora no soy nadie en tu vida y tú, en este momento dejas de ser algo en la mía...
-No me digas eso- Jinyoung comenzó a llorar, se puso de rodillas y me abrazó las piernas. -Te amo Mark, yo de verdad te amo y fui un idiota. Tú me engañaste con Wooshin y quise pagarte con la misma moneda.
-¿Qué? ¿Que yo te engañé con quién? ¿De dónde estás sacando eso?- Lo empujé- ¿De verdad lo crees? ¿después de todo esto piensas que yo soy el malo? Deja de hacerte la víctima, y no me vengas con eso ahora, ¿no dijiste que querías experimentar? Olvida lo nuestro Jinyoung, olvidame a mí que lo mismo haré contigo.
Me encerré en el cuarto y me dejé caer en el piso cerca de la puerta, llorando, esta vez sin importarme si Jinyoung estaba escuchando, me abracé las piernas y ocultando mi cara entre mis rodillas, lloré lo más que pude para sacar todo.
-Mark- su voz se escuchaba quebrada al igual que la mía. -Mark, no llores, por favor, no me gusta escucharte así, abre... te necesito.
-¿Y cuándo yo te necesité? ¿Dónde estabas tú?
Jinyoung ya no habló, sólo podía escuchar su llanto mezclarse con el mío. Daba pequeños golpes a la puerta mientras seguía sollozando.
Mi respiración era pausada. Tomé mi celular y marqué a Yugyeom. Le pedí a llantos que viniera por mí y cuando al fin escuché el timbre salí, ignorando a Jinyoung que seguía sentado a lado de la puerta. Corrí escaleras abajo y abrí la puerta. Me abracé a Yugyeom, quien ya no era el pequeño que todos recordábamos, era más alto y grande.
Yugyeom me abrazó y minutos después me hizo a un lado, entró a la casa y vi como Jinyoung bajaba las escaleras y Yugyeom caminaba hacia él.De un golpe en la mandíbula lo tiró, y comenzó a golpearlo sin parar. Jinyoung por su parte, no hacía nada por defenderse.
-Yug, basta- le jalé el suéter que traía y lo aparté. -Con esa trabaja.
Yugyeom le dio una última patada a Jinyoung y me sacó de allí.
***
Supongo que después de esto narrará Jinyoung.
¿Sí saben quién es Wooshin? Wooshin quiere a Marku bien. Lo irán conociendo de poco a poco, Wooshin será un ángel.