Aparqué el auto fuera de casa sin ni siquiera quitar las llaves de este. Entré azotando la puerta al cerrarla. Subí las escaleras y abrí la habitación encontrándome con un Jinyoung húmedo, salido de bañar que ataba una toalla a su cadera.
Me miró sorprendido mientras me lanzaba hacia él, tomándolo de la cara y besando su boca, me abrazó de la cintura apretandome a su cuerpo. Pasé mis manos por su espalda desnuda acaricuandolo, soltó un pequeño suspiro entre besos.
—Esto tiene que ser un sueño.
—Como te odio.
—Lo tomaré para bien.
Le di la vuelta para que me diera la espalda y le quité la toalla, pegando su trasero a mi miembro, algo que lo hizo gemir. Recargó sus manos en el pequeño armario y miré su reflejo en el espejo, sus ojos estaban cerrados mientras se mordía el labio inferior junto con un ceño levemente fruncido.
Llevé mi mano a su miembro y lo acaricié mirando que entre abría la boca y cerraba con mas fuerza los ojos.
Me alejé un poco de él, sólo para quitarme la ropa, me miró por el espejo mientras lo hacía. Cruzábamos miradas, pero ninguno decía nada.
Me adentré en él de una, Jinyoung se sujetó con fuerza del pequeño armario mientras soltaba un gemido ronco.
No sé cuándo tiempo estuvimos así, entregando todo uno del otro. Nuestras respiraciones se agitaban cada vez más, el sonido de nuestros cuerpos y los jadeos se entrelazaban con el silencio de la habitación.
Estábamos recostados boca abajo a la cama, mirándonos sin decir nada, sólo podía sentir el cosquilleo de sus caricias en mi espalda. No sabía por qué habia reaccionado así, tenía rabia de no poder mirar o estar con alguien más que no fuera él.
Quería quitarme las ganas de él. Y vaya que lo hice.
—¿Por qué lo hiciste?— preguntó. —creí que no volverías.
—Eres un maldito que se me ha metido hasta por los poros de la piel... Hoy besé a Wooshin— frunció el ceño. —y no pude, no pude concentrarme en él porque mi mente estaba siendo ocupada por ti. Y... Odio eso.
Él sonrió, sabía que prácticamente le estaba confesando que seguía enamorado de él, pero ya no me importó.
Se acercó para besarme, lo hacía tan delicadamente que me hacía sentir lo mismo que en un principio. Nos separamos con una sonrisa en los labio, Dios, yo lo amaba, lo amaba muchísimo y estar con él era todo lo que quería. Pero en mi cabeza no podían dejar de nacer dudas, él podía volver a engañarme, o dejarme si se aburría de mí, simplemente él podía de un día para otro dejarle de importar lo nuestro como lo ha demostrado antes.
—Sea lo que sea que estés pensando, no pasará— dijo, inconcientemente había borrado la sonrisa de mi rostro. —Ven acá.
Me jaló haciendo que diera la vuelta dándole la espalda y me apreto a su cuerpo. Me reí por su acción y entrelazó nuestros dedos al tiempo que besaba mi hombro.
—Hoy no te escapas, no importa qué suceda, te quedas conmigo.
—Jinyoung, mañana hay que ir a trabajar, será mejor que me vaya.
—No— me apretó más a él, si es que eso era posible— me importa una mierda el trabajo, lo último que quiero es ver a Megan o a Wooshin, sólo quiero mirarte a ti.
—Fuera de eso, tenemos responsabilidades.
—Cuando se trata de ti, no hay algo que prefiera hacer antes que estar contigo.
Entonces recordé todas las noches que él no llegó a casa porque seguramente se revolcava con Megan y mi pecho se aplastó en la más miserable tristeza escuchando aquellas palabras que seguro eran mentira.
¿Cuántas veces yo lo necesité y él no estuvo allí para mí?
Lo cierto era que, por más que yo lo amara o lo tanto que el decía quererme, la relación está rota. Cuando una relación se rompe es tan difícil volver a unirla, por que se pierde la confianza, el amor, se pierde la sinceridad, llenando con veneno el amor.
¿Estaba dispuesto a volver a creer en él ciegamente?
***
¿Qué debería hacer Mark? Está tan confundido mi bebé. :(
