Escuché el sonido del tintineo de la puerta de entrada del establecimiento. Giré la cabeza y me encontré con Jinyoung, me sorprendí al verlo, pero aún así le sonreí.
Besó la comisura de mis labios y saludo a Youngjae.
-¿Qué haces aquí?
-Fui a tu departamento, el guardia me dijo que habías salido, te busque en casa de Youngjae, pero JB me dijo que estaban aquí... es mi hora de comida, te iba a invitar.
Le sonreí.
-¿Me ibas a invitar?
-Te voy a invitar. ¿Vienes Youngjae?
-No, pero gracias, necesito acabar los últimos retoques de Wooshin para el nuevo calendario.
-¿Qué? ¿Wooseok? Mark- me miró-, dijiste que yo te ayudaría con eso.
-Es que él se ofreció...
-También lo hice.
-No, yo te tuve que preguntar si querías hacerlo- me miró serio. -Te lo recompensaré.
-Bien.
Jinyoung me llevó al departamento, donde en lugar de ir directo a la cocina, fuimos a mí habitación.
-¿Qué? ¿Me vas a tomar como tú propiedad?- pregunté con burla.
-No, solo tomo mi recompensa prometida.
Jinyoung
La verdad es que desde un principio a lo que venía era a hacerle el amor, no precisamente a comer, invité a Youngjae para no ser grosero y rogaba porque me dijera que no, algo que así lo hizo.
Tampoco estaba molesto por lo de las fotos, no tanto, sólo me molestaba el hecho de que haya sido Mark quien se las tomó. Le agradecía a Wooseok por haberse ofrecido y así darme una excusa para pedir una "recompensa".
-Jinyoung, tienes que comer.
-No tengo, lo que necesito es adelgazar, ya estoy tomando unas pastillas para ello.
Iba a abrazarlo, pero este de separó de mí.
-¿Que estás qué? Jinyoung, tú ya eres delgado. No puedes estar tomando cosas para afectar tu salud.
-Mark, no soy delgado, de hecho subí de peso. Y esas pastillas no hacen nada malo, sólo quitan el apetito.
-Me estoy enojado contigo por esto...
-Te prometo no tomar más eso, prometo comer bien. Está vez las promesas no quedarán en el aire.
Suspiró asintiendo.
Besé sus labios y me encargué de quitarnos la ropa con calma, no importaba el tiempo que tardara, jamás iba a permitir que se sintiera como antes: usado y, o, maltratado. Ésta vez iba a hacer las cosas bien. Y lo iba a amar como él lo merecía.
Besé su pecho desnudo mientras escuchaba su respiración ya muy alterada. Escuchaba sus gimoteos que me hacían seguir con mis besos y caricias.
Amaba ponerlo así. Amaba ser alguien nuevo para él y amaba mucho más el hecho de que me haya dejado ser alguien mejor para él.
Había tenido ya mi órgasmo, ahora lo ayudé a él para que llegara al suyo. Lo masturbé con lentitud. Besando su boca me entretuve haciendo más larga la espera a su clímax de quien comenzaba a hacer ruidos de frustración que me encantaban.
Al separarme de sus labios, nuestras miradas se encontraron, entrelazandose una con la otra, haciéndome temblar. Inconscientemente había dejado de mover mi mano, Mark frunció su rostro en fastidio.
-Lo siento- oculté mi rostro en su cuello y volví a mover mi mano con más rapidez escuchando los claros gemidos de Mark en mi oido. -No puedes,- susurré. -No puedes mirarme así sin que yo me quedé inmóvil.
Esa mirada era mi favorita, aunque oscura, el brillo que la invadía era tan distinto a lo que normalmente veía en él. Sabía que esa mirada expresaba sus más sinceros sentimientos y era doloroso ver lo tan sincero que Mark podía ser con tan solo mirarte, dolía porque quizá yo muy en el fondo sabía que no merecía a alguien como él.
Para cada demonio existe un ángel, decía mi mamá. Y Mark era mi angel.
Cuando estuve casi completamente vestido, Mark me abrazó por la espalda y besó mi hombro repetidas veces.
-No me gustó.
Giré para mirarlo.
-¿Qué no te gustó?, juro no volverlo a hacer.
-Que desviaras tu vista cuando te miré a los ojos. Me hizo sentir... triste.
Lo último que yo quería era que Mark volviera a sentirse mal a causa mía, estaba agradeciendo infinitamente que fuera sincero para así saber qué hacía mal.
Tomé el rostro de Mark entre mis manos con delicadeza para poder besar sus labios.
-No te sientas así, no me siento digno de merecer esa mirada tuya. Esa mirada es distinta.
-Te amo, y tú no eres quien para decirme que te mereces de mí y que no.
Abracé y junté el torso de Mark con el mío para poder besarlo. Mark entrelazó sus dedos con el cabello de mi nuca acariciando el inicio de mi cuello. Solté un gemido en el beso y sentí cómo sonreía. Sabía lo que me ponía mal y se divertía con ello.
-Aún tienes el cabello mojado, ven...- dijo, tomó una toalla y pasándola por mi cabello para secarlo mejor.
Estando en la puerta despidiéndome, le quise dar un beso a Mark, pero este se alejó.
-Vas a comer.
-Sí, prometo comer algo por allá. Dame un beso.
-No estoy seguro de que te lo merez...
Sin dejarlo terminar de hablar besé sus hermosos labios, él sin titubear me besó de la misma manera. Le sonreí al separarnos y me fui con prisa.
...
Holas! ¿qué anduvieron haciendo estos días? ¿olvidaron moonlight?
