~CUATRO~

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Paramos en la estación donde había bajado siguiéndolo, me bajo de su moto y me quito el casco devolviéndoselo con timidez, tiene el rostro serio y lo hace parecer duro.

-¿Cómo te llamas?- lo miro sorprendida, no me esperaba esa pregunta, y dudo en decirle mi nombre real o uno inventado, después de lo que he visto, no me fio mucho de el, aunque me ha defendido y traído en su moto hasta aquí.

- Fabiola... - tengo la cabeza gacha y el me la alza por el mentón con la mano que le queda libre ya que en la otra sostiene el casco.

-¿Por qué no me miras? ¿Ahora te da vergüenza mirarme?

-Lo siento Daliam, no quería que te pelearas con tu amigo por mi culpa, no volverá a suceder- el comienza a reírse a carcajadas ¿tan patética parezco?

- Ay ay ay Fabiola... ese tipo no es mi amigo y no lo sería nunca, y si, no volverá a pasar, tu no me vas a volver a seguir y yo no te voy a defender ni una vez más ¿ entendido?

- Claro... gracias por traerme...- me doy la vuelta y cuando voy a comenzar a andar me llama, me giro, me guiña el ojo, sonríe de lado, se coloca el casco y sale disparado por la calle.

Llamo por teléfono a mi amiga y le digo que me ha surgido un problema y me es imposible ir a su casa hoy, subo al metro y vuelvo a casa, me siento tan extraña, he pasado mucho miedo cuando Daliam me ha visto siguiéndolo y cuando ha peleado con aquel tipo, luego, en su moto, abrazada a el, corriendo a toda velocidad por la ciudad, me he sentido protegida, reconfortada, pero todo eso se ha esfumado cuando he escuchado esas palabras tan duras saliendo de su boca, pensé que eso nos había acercado más, pero no, esta no es la típica historia de amor en la que el chico malo se enamora de la chica buena y rica a primera vista.

Corro a mi habitación y me encierro en ella, llamo a Sharpay que al tercer bip me descuelga.

-Hola Hola Caracola... hace menos de veinticuatro horas que nos fuimos y ¿ya me echas de menos Fabi?

-Sharpay, ¿estas lejos de tu hermano?

- Si, el se fue a la playa mientras yo disfruto de un masaje en el hotel ¿por? ¿qué pasa Fabiola?

-He estado con Daliam- no me deja seguir ya que de su boca sale un chillido que me deja sorda.

-¡Cuentamelo todo!

- A ver, lo he visto en el metro cuando iba a casa de Mery, y se ha bajado en Principe Pío, y yo lo he seguido, se que no es la parada de la casa de Mery pero me dio curiosidad por saber a donde iría, asique lo he seguido pero me ha pillado, lo he metido en un problema con otro chico y se han pegado porque el tipo me quería usar, me ha subido a su moto y me ha dejado en la estación de nuevo.

-¡AAAAAAAAAAAHHH! ¡Daliam te ama!- yo ruedo los ojos, ya me la imagino dando saltos como una loca eufórica.

- No Sharpay, no me ama, me ha dejado claro que no lo vuelva a seguir y que no me va a sacar de más problemas.- obvio el echo de que me ha guiñado el ojo antes de irse o sino mi querida amiga puede sufrir un infarto, es muy melodramática.

- Pero eso será para hacerse el interesante querida amiga, antes de lo que te imaginas, estará a tus pies de nuevo.

- No estoy tan segura pero está bien esta vez no te quitaré la ilusión.

- Por cierto, ¿vas a ir a la fiesta de Simón con os chicos?- No me acordaba que en dos días es la fiesta, la verdad que no me apetece salir ya que sino mis mellizos me aburro bastante, aunque es una gran oportunidad de volver a ver a Daliam...

-Pues la verdad lo estoy pensando aun, es que os echo de menos chicos...

-No te preocupes, esa es otra de las noticias que te tengo que dar...

-¿Qué noticia?

- Bryan se va con mi padre a Mexico durante todo el verano y yo vuelvo para la fiesta a Madrid con mi madre, tiene varias reuniones de trabajo a las que no pude faltar asique mis vacaciones han durado menos de lo que imaginé.

-¿Es en serio?

- Pues claro, eso si, tenemos que hacer una escapadita tu y yo a ver buenos macizorros en la playa, además tenemos todo el verano para nosotras solas ya que Bryan no estará y no nos podrá reñir...- eso último lo dice con picardía, se que se refiere al tema del juego de besarse con uno de los chico de Daliam.

-Bueno morenita- se ríe por lo bajini- espero que duermas bien y no tengas muchos sueños húmedos con un chico tatuado...

- ¡Serás cabrona! Yo no sueño con el y menos cosas húmedas...- bueno en realidad he de decir que si, al abrazarlo he notado sus abdominales y están duritos... ¡Basta Fabiola! tienes que dejar de pensar en ese chico inalcanzable y tan seductor, no somos nada, por lo visto ni conocidos, aunque me ha preguntado mi nombre... ¿será eso una señal de que si nos veremos?

Con esa pregunta rondando mi cabeza, me voy a dormir, espero que mañana sea mejor día del que ha sido hoy.


No soy para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora