~DIEZ~

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Esperé a que Fabi guardara sus cosas en La Bolsa de deporte y caminamos a la salida, había sido una tarde entretenida haciendo algo diferente a las peleas clandestinas y pasar drogas, Fabi con su inocencia me hacía sentir bien, no me tenía miedo y eso era algo que me sorprendía y me dejaba atónito, pero tenía miedo, miedo de que al no ser una persona miedosa, quisiera saber demasiado, y acabara mal como yo, no puedo dejar que le hagan daño, no puedo dejar que ellos se den cuenta de que es amiga porque irán a por ella, y apagaran su luz, esa luz que me está volviendo loco.
-Ey Daliam, ¿que te ocurre? ¿En que piensas?- Me está mirando con sus cejas arrugadas, que mueca tan Graciosa.
-En nada, solo que nunca pensé en tener una amiga femenina y menos que fuera tan menor que yo.
-¿Me estás llamando cría?- pone los brazos en jarra algo enojada. Yo solo río.
-No, no es eso, solo que eres menor que yo y... es raro pero divertido, consigues que me evada de mis problemas con tu simpatía- La veo sonreír levemente.- Anda, sube, te llevo a casa.

Voy a arrancar cuando se acercan Daryl y los suyos.
-Vaya, vaya, vaya... ¿quien tenemos aquí? Nuestro querido amigo Daliam tiene novia y no nos la ha presentado...- sonríe de lado y no me gusta ni un pelo, noto que Fabi se tensa y me agarra con más fuerza de la cintura, uno de los hombres de Daryl la abraza y hace que se baje de mi moto, la oigo chillar.
-¿Que quieres Daryl? Déjala en paz porfavor, ella no es de este mundo.
-Oh, mirad que adorable se pone cuando no quiere que toquemos a su novia
-Ella no es mi novia, déjala ya- me abalanzo sobre el tipo que tiene a Fabi cogida haciendo que los dos caigan al suelo soltando a Fabi en la caída.
-¡Corre Fabi!¡Corre!- Fabiola está en shock no se mueve, tiene que irse joder.
-¡Vete!- eso hace que reaccione y sale a correr lejos de allí mientras yo recibo otra paliza como cada vez que los encuentro, me dan tantos golpes que ya no siento dolor, estoy tan acostumbrado a sus golpizas... en un ring los hubiera machacado, pero en la calle... no puedo hacer nada, saben que no quiero ir a la carcel y un problema más y estoy entre rejas por lo que aprovechan sabiendo que no se las devolveré.

FABIOLA

Llego a casa tardísimo, tras él incidente corrí y me escondí en un callejón durante horas, esos tipos se veían muy peligrosos ¿por qué molestaban a Daliam?
Estoy entrando en casa cuando oigo que alguien se mueve detrás de mi, me giro atemorizada encontrándome a un Daliam con sangre en su cara y encogido de dolor, me asusto mucho.
-Solo...solo quería saber si llegaste bien a casa- y cae mareado al suelo. Corro hacia el llamando a Marga que se que es la única que me puede ayudar en este momento que mis padres no están en casa, ella sale de la casa corriendo angustiada y se queda seria al ver a Daliam
-¡¿Qué ha pasado?!
-Daliam se ha desmayado, ayúdame a meterlo en casa porfavor.

Entre las dos lo tumbamos en el sofá, Marga no deja de mirar a Daliam con ojos llorosos, no entiendo porque, no lo conoce... ¿o si?
-Marga ¿estás bien?
-Si, solo me pareció conocido el chico- Sales del salón dirigiéndose a la cocina, y me trae el botiquín y un vaso de agua.
-Si necesitas algo estaré en mi habitación Fabiola, sabes que no me molesta que me llames.
-Gracias Marga- Sonrío mientras la veo subir las escaleras.

Comienzo a limpiar lentamente las heridas de su abdomen, aún estando dolorido tiene todos los musculos marcados, es sexy este chico-Basta Fabiola, céntrate en curarlo- sigo con su rostro y el se queja despertando, le tiendo el vaso de agua y bebe con dificultad.
-¿Que hago aquí?
-Te desmayaste en la puerta de mi casa y Marga y yo te ayudamos a entrar para curarte.
-¿Marga?¿Quien es Marga?
-Es la asistente de casa, como mi Segunda madre. Déjame que te siga curando- pongo algodón con alcohol en la herida del labio y el se queja, no sé cuando hemos llegado a estar tan cerca uno del otro, puedo notar su respiración.
-Eres como un angel, mi ángel de la guarda- Yo sonrió ante su comentario, de un momento a otro nuestros labios se unen, son solo unos segundos pero a mí me parece los mejores segundos de mi vida, se separa de mi aturdido.
-¡Mierda! Esto no tenía que haber pasado, lo siento Fabiola.- se levanta del sofá y se marcha dando un portazo.
¿Qué ha sido eso? ¿Porqué se va?
Salgo a la puerta corriendo y lo veo apoyado en la moto mirando al cielo.
-¿Por qué te has ido así?
-No podemos besarnos Fabiola, no está bien, no soy para ti, no podemos tener nada más que una amistad y a veces como está tarde... pienso que ni eso podremos...
-No les tengo miedo Daliam, no si estás a mi lado.
-¡Ese es el puto problema Fabi! ¡Te quieren joder porque estas a mi lado!- una lágrima cae de mis ojos que aparto con rabia, me acerco a él pisando fuerte y acerco mi cara a la suya con rabia.
-¡Me da igual! Me da igual estar en peligro por ti, eres mi amigo y no te mereces que te hagan eso. Quédate en casa Daliam.

El asiente enfadado, mete la moto en el césped de casa y entra conmigo.

No soy para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora