~OCHO~

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- ¿Daliam? ¿ Que soy para tus ojos? - El sigue mirándome fijamente, traga fuerte, suspira y mira hacia otro lado.

- Una cría sin miedo porque no sabe que se encuentra fuera de su barrio rico- vuelve su mirada a mi y sonríe triste.

- Enséñame qué hay fuera de mi barrio Daliam, te diré algo... el día que te seguí en el metro hasta aquel barrio... sentí mucho miedo cuando todos me miraron y tu te diste cuenta de que estaba ahí, pero también ese día entendí, que no eres malo, si fuera así, no me habrías sacado de allí, ni defendido de aquel tipo, tienes un caparazón de chico duro pero sé que dentro de ti hay sentimientos y sabes que está bien y que está mal. - él sonríe amargamente.

- Ay Fabiola... no todo es bonito ni color de rosa como piensas, la vida que tu tienes no se parece en nada a la mía, solo espero que... el estar a tu lado y entablar una amistad no nos traiga problemas ni a ti ni a mi... - me desilusioné... pensé podría conseguir algo más que su amistad... - ¿por qué esa cara de triste Fabiola?

- Por nada...- miro hacia otro lado.

- Debes de entender que yo no soy para ti... podemos ser amigos... y creo que me costará confiar en una chica... pero... puedo intentarlo, no intentes traspasar esa barrera te lo pido, además, míranos... te saco casi seis años, solo podemos tener una amistad Fabi... y si crees que no vas a poder soportarlo... me iré, desapareceré de tu vida para no hacerte daño.

- ¿Cómo sabes que...?

- ¿Qué te gusto? Me lo dijo Miguel, a el se lo contó Sharpay, no te enfades con ella, es buena chica, solo que le preguntó a el si yo era de fiar - sonrío irónica moviendo la cabeza de lado a lado, la mataré en cuanto la vea.

- ¿Amigos? - le ofrezco mi mano y la estrecha asintiendo.

- Amigos Fabiola, vamos, te llevaré a casa.

Bajo del banco y camino a su lado, sube a su moto y me ayuda a subir a mi, me pasa su casco y me lo coloco, arranca y acelera por las calles de Madrid, esquiva los coches sin ningún problema, yo me agarro a el cada vez más fuerte sintiendo sus abdominales tensarse bajo mis manos, antes de que me de cuenta, ya estamos en la puerta de mi casa, bajo y le devuelvo su casco, el sonríe, se lo coloca, acelera y se marcha gritando un "descansa", yo solo sonrío como una tonta y entro a casa encontrándome con mamá en la cocina charlando con Marga.

- ¡Buenas noches! - ellas me mirando extrañadas.

- ¿A qué se debe tanta alegría? - pregunta mamá escudriñándome con la mirada como si quisiera leerme la mente, nunca entenderé esa forma que tienen las madres de mirarnos... mamis del mundo, no podéis leer la mente, dejadlo ya por favor.

- No se debe a nada en especial mami, solo conocí a un nuevo amigo... - ha sido mala idea dicerlo... viene la ronda de interrogatorios.

- ¿De quién se trata? ¿ Es de la pista a la que vas?

- Em... se llama Daliam y no, no va a la pista.

- Hija que poco habladora de repente, ¿porqué no quieres hablar de el?

- No me apetece mamá, además apenas lo conozco aún.

- Creo que tu hija se ha enamorado... - dice Marga a mamá como si yo no estuviera.

- ¿Porqué no lo traes un día a comer y lo conocemos?

- Emm... no creo que pueda, está muy ocupado... - sin esperar respuesta, salgo de la cocina y me encamino a mi cuarto, me tumbo en mi cama y dejo mi mente pensar... bip bip acaba de llegar un mensaje a mi celular.

"Fabi, soy Daliam, este es mi número... y sí, el tuyo me lo dio Sharpay, espero que duermas bien y descanses. Besos"

" Voy a matar a mi mejor amiga... espero que tu también duermas bien y descanses, cúrate esos rasguños por favor. Besitos"

Dejo el móvil sobre mi mesita de noche, cojo mi pijama y entro al baño, necesito un ducha urgente, me despojo de mi ropa y me meto bajo esa lluvia artificial y cálida, no sé cuanto tiempo estoy bajo la ducha pero el suficiente como para sentirme relajada, y con la piel de las manos arrugada, salgo envolviéndome en una toalla, me embadurno en crema hidratante, me coloco mi ropa limpia y mi pijama, cepillo mi pelo y pronto caigo en los brazos de Morfeo.

Despierto con los primeros rayos de sol que entran por mi ventana, la misma por la que ayer vi como Daliam se alejaba tras haberme escoltado hasta casa, sonrío ante esa idea, alcanzo mi celular con algo de dificultad y entro en WhatsApp.

"Buenos días Daliam, espero tengas un buen día y no te metas en líos :)"

Espero varios minutos embelesada en la pantalla pero no llega respuesta por su parte, seguramente siga dormido, cuando voy a bloquear el móvil veo que se pone en línea, y escribiendo... pero luego... nada, se desconecta ¿Qué pasa?

No soy para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora