XI

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Querido Phong:

Antes que nada, debo decir que al leer el inicio de tu carta me he enfadado un poco porque no podía creer que, justamente fueses tú quien me estuviera reprochando por una pelea. Pero al seguir leyendo me he sentido reconfortado e incluso un par de sonrisas me has sacado. ¡Cómo podría olvidar todas las veces que nos salvamos de ser pillados peleando! Aunque quizá he perdido «habilidades», tal vez hace falta que estés a mi lado para recordar todo aquello nuevamente.

Pero el saber que estás actuando de forma más sensata me tranquiliza un poco. Y no tienes que preocuparte por pedirme que me aleje de las peleas. Desde aquella vez, ese idiota sureño suele evitarme a pesar de las miradas de desprecio que me dirige, y tengo la certeza de que luego de su humillante derrota, aquel bocón no querrá repetir la experiencia. Aunque ahora debo admitir que lo único que quizá me preocupa de esto, es que tras mi salida de confinamiento uno de los tenientes me ha citado para revisar mi historial. Aún desconozco del todo la causa este repentino interés que me agrada en lo absoluto. No creo que una simple pelea sea algo importante para un teniente. Y en verdad espero descubrir pronto de qué va todo esto.

¿Y sabes? El enterarme que Benny te ha apoyado tanto me sorprende. Nunca esperé que Benny se mostrara tan cercano a ti. ¿Acaso no era con él con quien regularmente tenías diferencias? Nunca creí que, de todas las personas, justamente sería Benny quien, en mi ausencia, se convirtiera en tu punto de apoyo. Es algo que me sorprende demasiado, aunque debería alegrarme por esto. Después de todo, necesitas más personas a tu lado, que te apoyen con palabras y un abrazo quizá; personas que en verdad estén junto a ti mientras que yo solo te puedo ofrecer mis palabras desde la distancia, sin saber cuándo podré realmente regresar junto a mi madre y junto a ti.

Tu al parecer lejano amigo,

Kenneth.

El significado del deberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora