XXV

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Querido Phong:

Ayer en la noche tuve un sueño: soñé con una noche que me trae tantos recuerdos. Soñé con aquella noche cuando cumpliste la mayoría de edad y para celebrarlo, nos emborrachamos, aunque yo aún ni siquiera tenía edad para ello.

Recordé el sabor de aquella terrible cerveza de mala calidad, cómo querías pelear con cualquiera que se cruzara en tu camino por simples tonterías y, en especial, recordé ese momento en el cual por alguna razón terminamos besándonos cuando te llevé a mi casa para que tu padre no te viera en ese estado. Soñé con el recuerdo del deseo de en tus ojos, la sensación de tus labios, tu cuerpo contra el mío... Y también cómo al día siguiente, mi madre nos encontró y esa mirada silenciosa y de dolida resignación que parecía saber y aceptar algo que quizá nosotros ignoramos todo el tiempo.

Y ahora, creo que quizás soñé con eso porque en Candem, en mi hogar, pronto será invierno como aquella vez. Y, luego de casi dos años en este lugar, por primera vez ansío un invierno, y todas mis esperanzas están en ello.

¿Y sabes la razón de esto? Pues debo contarte que hace un par de días me anunciaron que debido a mi «incuestionable y valiente servicio» y que yo haya sido un servicio voluntario, además de algunas palabras de mis superiores, en un par de meses podré volver. Finalmente, ya no tendrás que preocuparte más por mí. Y aunque las cosas quizá no vuelvan a ser iguales, mientras pueda regresar a casa todo estará bien.

Por favor, dile a Tuyen que a pesar de que no podré estar en su cumpleaños, pronto podré darle un regalo y un abrazo en persona.

Nuevamente lleno de esperanzas,

Kenneth.

El significado del deberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora