Querido Phong:
Debo confesarte que el recordar a la señora Goodwell y cómo eran nuestros domingos me ha sacado una sonrisa. No eres el único que extraña esos días donde no había más preocupaciones que nuestras travesuras infantiles; ese tiempo cálido que compartíamos. Realmente extraño tanto eso. Lo extraño tanto como las noches que solíamos compartir tras dejar de ser unos niños.
Pero además de eso, no tienes idea de cómo he apreciado el saber que crees esas cosas de mí, el saber que me apoyas. Y el recordar mis conversaciones contigo antes de esto, junto con nuestras cartas, fue mi ancla, sobre todo, los últimos días que estuve en confinamiento solitario. E imagino que ahora debes estar preguntándote qué carajos hice para terminar allí (aparte que es la razón por la cual esta vez de nuevo me he tardado en escribirte). Y en realidad, simplemente fue a causa de una pelea.
Sabes que no soy alguien que suela buscar peleas (a diferencia de ti, ¿no?) pero en esta ocasión fue inevitable por más que ignoré las provocaciones. Fue culpa de un sureño bocón y arrogante quien no dejaba de hablar de mi carencia de «patriotismo», y de mi supuesta falta de complexión para ser soldado frente a todos. Y aunque al principio no le presté atención, al final terminamos arreglando una pelea en la zona de mecánica luego de la cena, pero fuimos sorprendidos por uno de los tenientes y como resultado: ¡una hermosa semana en solitario!
No tienes idea de la mierda que fue. ¡Incluso terminé extrañando esas comidas donde nos dan esas asquerosas carnes enlatadas!
Aunque no me arrepiento de nada. Aquel idiota al igual que otros, se dieron cuenta de que, a pesar de mi tamaño y complexión, los puños de un muchacho de Camden no son suaves en lo absoluto.
Tu amigo,
Keneth.
P.D: No quería siquiera imaginar que las cosas en casa llegarían hasta ese punto, pero veo que por más que quise ser optimista sobre esto, tal vez ya no puedo serlo. Pero espero que las cosas no lleguen a más. Si lo hicieran, temeré aún más por tu familia, por ti y por lo que serías capaz de hacer. Por eso, por favor, antes de dejarte llevar por sus provocaciones, piensa en lo que sentiría tu familia en caso de que hicieras algo que arruinara tu vida y en lo que sentiría yo si me enterara de algo así. Por favor, siempre piensa en ellos y en mí.
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El significado del deber
Ficción históricaLos ideales, las causas, algunos objetivos, pueden teñir de sangre manos inocentes. El valor, la fe, los anhelos y la esperanza pueden resquebrajarse. Y cuando lo único que se desea es sobrevivir, lo que es correcto o incorrecto quizá no sea algo ta...