CAPITULO 4. DOMINGO

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Llegué a casa cansada. Kyle me dejó al principio del camino de tierra que llevaba a mi casa y corrí hacia casa. Era bastante tarde y mis padres habrían vuelto, mi hermana… estaría viendo la tele. Llegué a la parte principal de la casa y estaba la camioneta vieja de papá. Efectivamente, habían llegado. Entré en casa y mi padre estaba plantado en la puerta.

-Maya, tu madre está muy cabreada. No le hiciste caso.

-Lo sé…

-Entra por atrás e intentaré calmarla.

-¿Puedes conseguir que mañana salga?

-Veré lo que puedo hacer, pero mañana vamos a comer a casa de la tía Rose, haré lo que pueda. Ahora entra.

¿Tía Rose? Puaj, que asco le tenía. Tía Rose era una mujer alta y delgada con la cara muy seca, Los cabellos castaños siempre iban recogidos en el mismo moño que llevaba todos los días y siempre vestía muy arreglada intentando disimular su edad. Se alisaba la falda y siempre llevaba un bolso diferente para hacer como que no era de pueblo. Era hermana de mi madre y no se parecían en nada. Por no hablar de sus ridículas y estúpidas hijas pequeñas. Siempre me llevaban a su cuarto y aunque no lo pareciera, eran perversas. Me cortaban la ropa, me estiraban el pelo, me pintaban la cara… Y mi tío… Bueno, murió.

-Gracias papá-dije chocándole los puños.

Mi padre siempre fue un tipo muy enrollado y tal, yo era su ‘’favorita’’ aunque él no lo admitiera en público. Fui a mi cuarto silenciosamente y me tire en la cama. Me quité la chaqueta y vi una servilleta con una nota: ‘’Maya, te dejo el número de Kyle porque sé que él es demasiado tímido para dártelo. Que sepas que yo os veo futuro. Ben. ’’ Y detrás de la nota el número de Kyle. Ben, el propietario de Benji’s, ¿cuánto conocía él a Kyle? Me levanté de la cama. Mañana era domingo: misa por la mañana e ir a comer con tía Rose a medio día. No era el mejor plan para un domingo. Puede que quedara con Diana o con Carter pero no mejoraría mucho las cosas… Me puse el pijama y me acosté. Mañana sería un día largo.

Me levanté temprano por la mañana. Me puse unos jeans y unas botas combinados con una camiseta sencilla y una cazadora de cuero. Desayuné y mi madre se portaba como siempre conmigo. Gracias papá, pensaba. Nos vestimos todos y subimos a la camioneta de papá que nos llevó a la iglesia. Allí estaban todas las hijas de la gente importante del pueblo y la hija del párroco. La odiaba. Las odiaba a todas, con esos vestiditos repipis y esas trenzas apretadas. Entramos y me puse en un banco al azar. Empezamos a recitar las primeras oraciones cuando noté una persona a mi lado. Kyle.

Fallen Angel 1. Heavenly FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora