CAPITULO 14. LA SALA, LA MUERTE, Y NUEVOS ENEMIGOS

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Después de salir de la nave, torcí a la derecha y salí a un gran pasillo de piedra iluminado por antorchas con llamas negras pero que desprendían luz. Al final de éste, un perchero lleno de unas túnicas de terciopelo morado colgaba de una pared y luego, una puerta que parecía pesada en una esquina parecía dar paso a otra sala. Oí unos pasos al fondo y rápidamente me escondí tras las túnicas. Unos hombres pasaron delante de mí en completo silencio y con las manos cruzadas. abrieron la gran puerta y pasaron a la sala siguiente cerrando la puerta tras ellos. Movida por la curiosidad, até mi pelo con un coletero y me puse una de las túnicas colocando la capucha en su sitio e imitando la postura de esos hombres. Empujé la puerta con bastante fuerza para que se pudiera abrir y finalmente esta cedió. Entré en una sala alargada que tenía dos filas de bancos de madera, dejando un pasillo en medio. Algo que me recordó a una iglesia. Los bancos estaban ocupados por figuras encapuchadas mirando fijo al frente. Un sonido similar al de una campana sonó y los pocos hombres que permanecían de pie, tuvieon que sentarse incluído yo. Entonces vi que miraban a una especie de plataforma algo baja con una estrella de 8 puntas en el centro y unos hombres salieron sujetándo a alguien de los brazos, lo colocaron al centro y salió un hombre al que no tenia el placer de conocer.

-Durante años, hemos vivido rechazados por los ángeles. Porque cometimos errores ahí arriba-dijo señalando al cielo- y fuimos expulsados y castigados por no ser tan perfectos como ellos. Pero esta vez, nos hemos reunido todos y somos más poderosos que nunca. Tenemos el infierno de nuestro lado y lo usaremos en su contra.

Se acercó al muchacho y le levantó la cabeza tirando de su pelo. Éste estaba enmarañado en una melena rubia y sus familiares facciones estaban magulladas. Luke.

-Hoy haremos pasar a este ángel caído lo que los suyos nos hacen pasar.

El hombre pronunció unas palabras y la estrella se iluminó. Unas blancas alas salieron de su espalda como si pasaran de ser invisibles a visibles. El hombre alzó el cuchillo pero entonces un estruendo proviniente de la puerta lo hizo parar. Todos los de la sala se giraron incluido yo y vi a Kyle sonriente con sangre chorreando de la cabeza. Lanzó algo sangriento y peludo por el pasillo. Una cabeza, la cabeza de Arlow. La sala se mantenía en completo silencio.

-Te superamos en número. No podrás hacer nada.

-¿Eso crees?-dijo Kyle sonriendo.

Varios hombres encapuchados gritaron al ver que sus compañeros de banco se quitavan la capa y sacaban unos cuchillos con unas hojas afiladísimas. Aquello se convirtió en una pelea digna de una película. Mientras, yo miraba a Kyle moverse y defenderse con gran destreza, como si le encantara. Su pelo mojado por el sudor se movía al ritmo de sus golpes. El ambiente olía a sangre y sudor, una mala combinación para mis fosas nasales y mi vista ya que mi estómago amenazaba con vomitar. Mis ojos conectaron con los de Kyle unos segundos y el se sorprendió de verme. Se acercó depués de rematar a un hombre con una larga barba que le amenazaba con un cuchillo.

-¿Qué hacs aquí?

-Yo... -traté de excusarme.

-No importa, ayuda a Luke. Ya hablaré contigo más tarde

Me dirigí a Luke que staba tirado en medio de la estrella todavía. Intenté levantarlo pero estaba completamente inmóvil en el suelo.

-Luke porfavor levanta, hay que irse...

Logré sacarlo de allí a duras penas y lo dejé en la acera de fuera. Lo acosté allí y puse la capa bajo su cabeza. Me miró con los ojos entrecerrados.

-Te pondras bien amigo -dije yo- espero...-susurré.

Fallen Angel 1. Heavenly FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora