Maldición.¿En qué estaba pensando?
—Ya deja de pensarlo tanto. Está hecho —dice, rodando los ojos.
—Directo al matadero—musita África sin despegar la vista de su nuevo libro.
Fulmino a Fri con la mirada mientras ella se encoge de hombros y continúa con su lectura.
Ay, tienen razón.
Cece me había convencido de salir con un chico después de tanto tiempo alegando que si no lo hacía terminaría sola y amargada, así que había accedido a hacerlo. El problema no era salir con alguien, el problema era salir con alguien que era un prostituto.
Literal.
El novio de Cece la había dejado hace un tiempo por una chica que era una golfa totalmente. Ella había estado triste durante algunos días... semanas... de acuerdo, quizá algo más que unas semanas.
Tampoco diré que la entiendo porque jamás he estado en una relación tan larga como ella y es que a decir verdad la relación más larga que he tenido se llama Netflix, y decidimos darnos un tiempo ya que hubo algunos problemas con el último pago pero, continuando con Cece y Adam... Ellos estuvieron juntos por lo menos 3 años ¡Tres! Nadie termina una relación tan larga así como así.
«Adam sí»
Bueno. Cabe mencionar que él nunca ha sido mucho de mi agrado, tampoco del de África. Y menos cuando nos enteramos de porqué habían terminado.
El punto es que alguien en el trabajo de Cece le contó acerca de un sitio en internet donde seleccionabas a un chico según tus gustos. Lo encontrabas, lo agregabas a tu carrito de compra y salías con él en una cita... o algo parecido. Es decir, comprabas una cita con él.
No me sorprendería si algunos de ellos accedieran a algo más allá que una cita.
Como sea. Ya había firmado mi sentencia directo al matadero. El único consuelo que me quedaba era saber que no tendría una cita con alguien que no me atrajera físicamente.
—No puedo creer que hice caso a otra de sus locuras— resoplo, alejando un mechón de pelo sobre mi frente.
—Es tu deber como mejor amiga. No lo digo yo, lo dice la ciencia.— A decir verdad Cece parece mucho más feliz ahora que terminó con Adam.— Además el chico que escogiste está para comérselo con nutella.
—Ah no, eso sí que no, discrepo contigo. Travis Maddox es mucho más caliente que cualquiera— opina África.
Me encojo de hombros haciendo un mohín.—Lo siento, no estoy de parte de ninguna de las dos.
—Y el salir con él no significa que se tengan que casar o algo, pueden ir a comer y platicar un rato— África deja su libro de lado, apoyando la espalda en la cabecera de la cama.
—¿De eso se trata ese sitio de internet? ¿Citas?— frunzo el entrecejo.
La verdad no estoy muy convencida de esto pero ya no queda vuelta atrás, está hecho.
—Sí, algo así— comenta Cece, desviando la mirada a otro lado como si estuviera pensando— por lo que sé, no hay más apps en dónde tú escojas con quién quieres salir sin pasar vergüenza a que el chico que flechaste te rechace. Aquí no hay oportunidad de eso porque tú le pagas a él por salir contigo. Aunque también hay chicos que sólo están ahí por sexo.
Oh, pero qué raro.
Pero yo no quiero a un chico para tener sexo y ya. Aunque tampoco estoy buscando una relación o algo parecido. Sólo había entrado a ese sitio porque quería conocer a nuevas personas. Y de cualquier forma, si estuviera ahí buscando sexo, no lo haría a la primera que nos viéramos sin siquiera conocerlo antes. La verdad es que lo mío no es el estilo casual.
—Pues yo no acabo de comprar a este chico porque quiera sexo— acomodo mi silla frente a ellas que están sentadas en mi cama.
—Igual no podrías. Los chicos sólo salen a encuentros sexuales con las chicas con las que ya han salido por lo menos una vez.— Cece se recarga en sus codos sobre el colchón.
—¿Y si la chica tiene algo?— pregunta África, con una mueca de asco.
—Esa es información que te piden en un apartado confidencial antes de pasar a la segunda cita y en caso de que quieras otra. Se aseguran con un estudio de que estés diciendo la verdad así que no hay riesgo para ellos.
Hablando de todo esto, me pregunto si Cece habrá accedido alguna vez a tener algo con ese nuevo chico del que nos habló y por lo que sé han salido más de una vez, así que decido preguntárselo directamente y no quedarme con la duda.
—¿Lo hiciste?— la miro a los ojos con una mirada acusativa.
—¿Con Miles?— ella enarca ambas cejas.
Asiento.
—Es probable— entrecierra los ojos pensativa y continúa— la verdad es que él está bastante bien dotado y sabe muy saludable— enarca una ceja mordiéndose el labio inferior.
—Too much information.
—Gracias, no queríamos tanta información- musitamos al unísono.
Jesús, la confianza apesta.
—Por cierto ¿Desde cuándo sabes tanto de eso?— cuestiona Fri.
—En el sitio lo explican— se encoge de hombros y trata de cambiar el tema— ¿Cómo se llama el chico con el que quedaste?
Suelto un suspiro cansino.
—Evan...— vuelvo a revisar el sitio para releer su ficha— Rowling.
—Como mi escritora favorita.— África abre los ojos de par en par y comienza a dar brinquitos en su lugar. Ella definitivamente ama a J.K Rowling— ya me cae bien. Tienes mi aprobación para casarte con él si quieres.
—Ugh— ruedo los ojos.
—Vamos, tenemos que ir al salón para arreglarte el cabello y todo para que luzcas mejor que nunca— Cece camina hacia la puerta de mi habitación y África no tarda en seguirle el paso.
—¿Me estás diciendo fea?— frunzo el ceño e inmediatamente lleva su pulgar ahí para quitarlo— además, aún faltan 48 horas para que lo vea, eres una exagerada.
—Sabes que eres bonita y guapa y coqueta y divina y sexy y maravillosa...— la corto antes de que siga con más de sus halagos.
Fri ríe mientras regresa a por su libro.
—Ya, vamos— ruedo mis ojos al cielo esbozando una sonrisa divertida.
Definitivamente no sé qué haría sin mis amigas. Todos necesitamos a una África y Cece en nuestras vidas.
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Here it is!
Espero que lo hayan disfrutado. No olviden por favor dejarme sus comentarios y si quieren, darle una estrellita. Se los agradecería mucho.
One republic - Heaven.
Nos leemos pronto. ♡
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Definitivamente, tal vez ©
Teen FictionGolden Date es un sitio donde puedes comprar citas con el chico que quieras, las veces que quieras. Bianca Woodforth está cansada de escuchar las bromas de sus amigas acerca de que terminará sola con mil gatos si no se atreve a hablar con un chico...