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Romeo. Así se llamaba. Y un día me escribió, hablamos horas y horas, me parecía alguien interesante, quería conocerlo y aunque estaba Adam, el y yo no éramos nada para que no intentará conocer a otra persona.

Y de pronto como si Adam supiera que yo estaba tratando a alguien más, él cambió, su aptitud cambio.

Empezó a ser tierno, romántico, eso no era algo que pasara siempre y aunque hablaba con Romeo y me parecía alguien lindo, llegue a la terrible conclusión que no lo quería, no de la forma como quería a Adam.

Romeo me decía cosas bonitas pero mis sentimientos más profundos eran para otro chico.

Con el Pasar de los AñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora