Pequeño pensar

18 0 0
                                    

La impotencia de no haberte besado, de no haber vuelto a probar tu néctar. El odio tras no haberme dado el lujo de autosatisfacerme una vez más en tu boca, era inmensamente desgarrador.

Explícame, ¿Qué me costaba a mi girar hacia tu lado y simplemente hacerlo? Nada. Absolutamente nada.

A veces mis impulsos me juegan en contra, como mi mente, el pensar. Esta vez, quizá no lo hubiese hecho. Quizás esta vez funcionaría y me correspondería. Pero ahora, nunca lo sabré...

Poca CosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora