Volví a verlo. Volví a ver a aquel famoso al que tanto te parecías y comenzaron a caer las lágrimas. Eran tan parecidos... De pies a cabeza, casi gemelos.
Y comenzaron a car las lágrimas. Llore por ti, querido. Llore por tus mentiras, tus casi verdades, porque estabas lejos, porque sabía que no querías estar cerca. Llore porque me dolía, me apuñalaba y me laceraba.
Llore porque me daba bronca, en simples palabras. Me enojaba, me lastimaba también. Me lastimaba porque me mentiste, me ocultaste aquella verdad tan visible para todos... Tan oculta y alejada para mí.
Estoy llorando por ti, querido. En este instante, ahora. Porque una canción me lo permite. Porque me recuerda a tu piel, a tu sabor, a tu fragancia. Me recuerda a tus ojos de avellana, me recuerda te extraño como a nadie, que me aborreces como a muchos.
Extraño tus labios, amado. Extraño que me beses, me desees. Extraño todo aquello que pensaba que éramos. Extraño lo que quería que fuéramos. Extraño que me hagas levitar: que me eleves con una caricia, que me hagas correr la sangre, me la entibies y hagas palpitar mi corazón a mil. Que me hagas colapsar, que me destruyas con una mirada.
Dueles, mi amor. Dueles y ardes como el maldito infierno y no puedo soportarlo. ¿Cómo puedo explicarte todo lo que siento estando tu tan lejos? ¿Cómo hace este corazón tan terco para dejar de sentir todo esto? Dime, ¿Que hago con mis lágrimas, cuando estas brotan por tu recuerdo casi vivo?
Estos estúpidos ojos no dejan de llorar, de gotear; de extrañar los tuyos.
Recuerdo, que aquel día, que nos encontrábamos acurrucados en mi cama, y me besaste, te mire; te mire, pues no lo creía. Para mí era algo completamente imposible, y lo hiciste.
Recuerdo también, aquel día, en que me mentiste; estábamos cara a cara, POR DIOS. ¿Cómo pudiste? En ese momento no tuve otra idea que salir corriendo y escaparme. Eso fue lo que hice. Corrí, me aleje de ti. Y una vez en los baños, con la puerta cerrada y el corazón lastimado, comencé a sollozar. No pude hacerlo de otra forma. Debía apuñalarte, y cada gota se sentía como un cuchillazo, pero en mí.
Te extraño. Te extraño, maldito seas.
Y no puedo sacarte de mi.

ESTÁS LEYENDO
Poca Cosa
PuisiPoca Cosa. Eso es lo que soy. Este es un recopilatorio de mis pensamientos, mis escritos, mi yo. Vuelco aquí lo que siento, pienso, vivo. Al leer esto estarás entrando en una pequeña parte de mi mundo. Conocerás una pequeña porción de todo lo que...