Capítulo 8: "El verdadero amor"

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Un joven de cabello alborotado que tenía el rostro completamente iluminado de la felicidad que sentía miraba a su amigo que lo observaba preocupado.

¿Qué te preocupa?, soy inmensamente feliz, ahora se lo que es el verdadero amor, no una ilusión como la que siento por Bulma, decía Gokú sonriendo.

Ojala y no sufras por este amor imposible, dijo el calvo con tristeza.

No es imposible Krilín, ella me ama, me ama, decía Gokú feliz.

Si, tal vez te ame, porque cree que eres como ella, alguien de familia real, te cree un príncipe, ¿qué crees que pasara cuando ella sepa quien eres?, decía Krilín con tristeza.

No quiero pensar en eso, solo quiero vivir estos momentos de felicidad a su lado y tú dijiste que me apoyarías, decía Gokú sonriendo.

Está bien, disfruta tus días de felicidad con ella, porque recuerda que nos marcharemos de este castillo antes de que el rey vuelva, dijo el calvo.

Lo sé, lo sé, dijo Gokú.

Amigo se feliz, pero también estate conciente de todo lo que estás viviendo para que tu sufrimiento cuando no estés junto a ella sea menor, dijo Krilín.

El joven de cabello alborotado no respondió nada solo dejo de sonreír ante las palabras de su amigo.

Solo quiero que estés conciente de esto que estás viviendo para que no sufras tanto, dijo Krilín.

Lo sé y gracias por el consejo, dijo Gokú.

Mientras tanto:

Una bella pelinegra estaba dentro de su habitación sentada en el borde de su cama tocando con sus dedos sus labios mientras su corazón latía con mayor fuerza.

Lo amo, lo amo, Gokú es el príncipe que estuve esperando pero tendremos que esperar hasta el día de mi fiesta para hacerle saber a mi padre y a todos que mi corazón ya eligió al príncipe de mis sueños, pensaba la pelinegra.

Horas después:

Un par de pelinegros se encontraban sentados en el comedor cenando mientras platicaban.

¿Entonces mañana nuevamente vendrán esos principitos?, dijo celoso Gokú.

¿Estás celoso?, dijo Milk sonriendo.

Si, dijo Gokú en tono celoso.

No tienes porque estarlo, tú eres a quién yo ya elegí pero como bien dijiste por ahora será nuestro secreto por ello tengo que seguir recibiendo sus visitas, decía la pelinegra dulcemente.

Comprendo mi niña, dijo Gokú.

No tienes nada que temer mi amor es para ti, dijo Milk dulcemente.

Milk, puedo hacerte una pregunta, dijo Gokú.

Si, ¿cuál?, dijo Milk intrigada.

Tú te hubiese enamorado de mí si fuera un plebeyo, dijo Gokú tomando las manos de la pelinegra sobre la mesa mientras la miraba a los ojos.

Los sentimientos no distinguen clases sociales, solo se dan, si tu fueras un plebeyo de seguro me hubiera enamorado de ti, aunque sería muy complicada una relación entre los dos, por las normas reales, tú las debes conocer muy bien también, pero para suerte de los dos ambos somos de la realeza, dijo Milk dulcemente.

Si, tienes razón, dijo Gokú ocultando su tristeza.

Sabes nunca he pensado en enamorarme de un plebeyo pues a los únicos plebeyos que e visto son a los empleados del castillo y ellos ya están muy mayores para mí, pero de seguro que si tú fueras un plebeyo y yo te hubiera conocido de manera circunstancial a lo mejor hasta hubiera rota las reglas de mi reino por estar junto a ti, dijo Milk dulcemente haciendo que el joven de cabello alborotado sonría mientras la pelinegra lo miraba a los ojos.

"Mi niña amada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora