Capítulo 19

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Como el día del entierro cayó en viernes mis padres decidieron que pasara con ellos el fin de semana y el lunes me llevarían de vuelta al internado. Me pareció buena idea, después de tanto tiempo no me venía mal pasar unos días con mi familia. Cuando me levanté aquella fresca mañana de sábado fui hasta el gallinero donde encontré a mi madre cogiendo los huevos que éstas habían puesto. Al verme me dio los buenos días tan sonriente como era ella siempre.

-Ya tenemos para una tortilla de patatas bien grande -dijo enseñándome la cesta con los huevos.

Cuando salió del gallinero me pidió que la acompañase hasta el patio donde pasaba horas jugando de pequeña. Allí había un destartalado columpio de madera que mi padre me construyó, en ese entonces yo era la envidia entre los niños del pueblo, era la única que tenía un columpio únicamente para mi. Aquel recuerdo me hizo sonreír.

-¿Te acuerdas cuando te empujaba y me pedías que te diera más fuerte? -preguntó mi madre, trayendo más recuerdos a mi memoria

-Sí, quería tocar las nubes.

Mi madre rió al recordarlo.

-Desde bien pequeña tenías muy claro que querías estudiar una carrera y vivir en la ciudad.

-El pueblo se me quedaba pequeño.

-Lo que parecía que no tenías tan claro era eso del amor -comentó entonces poniéndome en alerta.

Ella era experta en dejar caer las cosas como si nada, no me sorprendió en absoluto su comentario, parecía que estaba deseando abordar este tema.

-¿A dónde quieres llegar? -pregunté, aunque imaginaba la respuesta.

-¿Te acuerdas de Jennifer, la chica de tu clase?

-Claro que me acuerdo, siempre se estaba metiendo conmigo.

-Pues está embarazada -soltó sin más.

No pude evitar mirar a mi madre con los ojos abiertos, alucinando. Aunque ahora que me paraba a pensarlo tampoco era muy raro, cada semana tenia un novio distinto, se sabía que podía llegar a pasar algo así.

-Entonces pienso en ti y me alegro de que pases de los chicos y te centres en lo que ahora importa de verdad, en buscarte un futuro.

-Soy una chica responsable.

-Lo sé, siempre lo has sido.

Entonces se quedó un momento en silencio, supongo que dándole vueltas a algo.

-Ahora pienso que quizás los chicos no te interesaban por otra cosa.

Ay, Dios. Ahí viene...

-Ya estamos... -murmuré.

-No pienses que te estoy echando la charla...

-La estás echando -la interrumpí, pero sin reproches. Ella se lo tomó a risa.

-Sí, es verdad. No puedo evitar dar charlas. Mira, a lo mejor no se me daría mal dar conferencias.

Su ocurrencia me hizo tanta gracia que al menos sirvió para destensar un poco el momento. Parecía que me estaba dando paso para que le contara que estaba con Laura, pero no logro explicarme porqué se me hace tan difícil.

-¿Por qué me preguntaste sobre si Laura era mi amiga? -quise saber.

-¿Se llama Laura?

-Sí, pero eso no importa. ¿Por qué me...?

-Oh, sí que importa -me cortó aireando las manos. La miré confundida-. Por lo menos quiero saber el nombre de mi nuera.

En seguida noté como se me subían los colores a las mejillas, no me podía creer lo que acababa de decirme.

-P-pero...

-Shhh -volvió a interrumpir-. No te preocupes, no me tienes que dar explicaciones -dijo con una sonrisa de lo más sincera.

-Pero ¿cómo has sabido... eso?

Aún me costaba decirlo.

-Las madres lo sabemos todo -me guiñó un ojo-. Solo tuve que fijarme en cómo la mirabas, en la forma en que te despediste de ella, en cómo te pusiste nerviosa al preguntar si era tu "amiga". Pero yo, quiero que sepas que me da igual, yo siempre estaré muy orgullosa de ti.

Una sonrisa de oreja a oreja se formó en mi cara y guiada por un impulso me abracé a ella.

-Podrías invitarla a venir en verano, así la conocemos -comentó tras darme un beso en la frente.

-¿Y papá? ¿Cómo se lo voy a decir?

-Por tu padre no te preocupes -respondió despreocupada-. Él ya lo sabe, lo hablé con él. Es más, está esperando a que se lo digas tú misma.

Definitivamente mi madre es imprevisible, nunca pensé que las cosas irían así de fácil. La verdad es que la idea de invitar a Laura era genial, así tendría el tiempo que tanto necesitaba para cumplir la mayoría de edad y deshacerse de su madre por fin. 

Enamórate como puedas (Trilogía "Como puedas" Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora