SuFin AU// Fluff.
Magnus le regaló una enorme sonrisa y luego levantó el pulgar derecho en signo de aprobación.
—Te ves casi tan guapo como yo. Lo conquistarás, tigre —comentó para levantarle la confianza al sueco.
—¿Y si él no queda impresionado conmigo? —preguntó éste, presa de su inseguridad.
—¡Vamos! No pienses demasiado. Tino y tú lo pasarán en grande —le prometió el danés, procurando animarle un poco.
El sueco se limitó a asentir y luego se miró en el espejo para asegurarse de que no había nada que estuviera fuera de lugar. Después revisó su móvil, pronto llegaría la hora de encarar al finés.
—Trata de ser algo coqueto. No lo sé, dile lo guapo que está o que realmente estabas deseando que llegara el día de hoy —le explicó el danés mientras que se ponía a jugar con su móvil —Pero por todos los dioses... —Magnus levantó la mirada —No le digas que estás enamorado de él o parecerás un desesperado —le advirtió.
Berwald escuchó atentamente a dichos consejos hasta que finalmente el timbre sonó. Se puso algo nervioso por lo que respiró profundamente para mantenerse calmado. No obstante, Magnus decidió ayudarle y le empujó hacia la puerta.
—Luego me cuentas cómo te fue —le pidió antes de ir a esconder en su dormitorio.
El sueco fue a recibir al finés y estaba bastante sorprendido. Estaba mucho más guapo de lo que recordaba.
—¡Hola, Ber! —El muchacho no escondía el hecho de que se sentía emocionado por la cita.
—Te ves muy bien —Fue lo primero que se le ocurrió decir al otro.
Tino se echó a reír antes de contestarle.
—Tú también luces muy atractivo —le respondió a su vez en un tono coqueto.
Aquello causó tal impacto en Berwald que estuvo varios minutos en silencio, sin poder creer lo que acababa de escuchar.
—¿Nos vamos ya? —le preguntó el finés impaciente.
—Sí, sí. Disculpa —El sueco se rascó la nuca y fue detrás del otro.
Tino y Berwald eran viejos compañeros del colegio secundario que habían perdido el contacto. Hacía poco que habían vuelto a verse en una fiesta de reunión por los diez años que habían transcurrido desde su graduación. En aquella ocasión, Magnus empujó a Berwald para que se acercara nuevamente a su viejo amigo y se atreviera a pedirle una cita.
Habían decidido ir a ver una película. Ambos contemplaron la cartelera por un largo rato.
—Entonces ¿qué te gustaría ver? —le preguntó Tino a Berwald.
—Lo que tú desees —le respondió a su vez. Tenía la ligera sensación de saber cuál película quería ver Tino.
—Sé que no te gustan las de terror —le acusó el muchacho al más alto.
—No, de verdad no importa —Se defendió éste. Con tal de estar con Tino, el resto le daba igual, incluso si se trataba de una película que no le agradaba en lo absoluto.
Finalmente Tino escogió una película de horror de bajo presupuesto. Siempre le resultaban de lo más divertidas.
Cuando ya se hallaban en la fila, Tino comenzó a palpar sus pantalones y se dio cuenta de que no traía consigo su billetera.
—No puedo creerlo... —dijo en voz alta. Pronto estarían frente al cajero y él se había olvidado de lo más importante en su habitación.
—¿Qué ocurre? —preguntó el sueco al ver la cara de desesperación del otro.
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Siempre contigo
FanficColección de viñetas sobre los países nórdicos de distintas temáticas. Desde fluff hasta angst.