Atrapado en el manicomio

1:

Me llamo Oliver y tengo 16 años, soy de Nueva Orleans y me diagnosticaron esquizofrenia a los 13 años. Debido a mi enfermedad me internaron en Brookwood a los 14, ya que mi padres no hallaban como ayudarme. El doctor Smither dice que soy un chico muy especial, pero no me ha dicho la razón del porqué, él ha sido muy bueno conmigo y con los demás pacientes, es uno de los doctores más queridos de aquí.

En fin, conocí un tipo llamado Matt, un chico un año mayor que yo, es mi amigo y lo conocí aquí mismo. Él llegó una semana después de que me internaran aquí, lo vi sentado en la sala de estar muy solo y llegué a hablarle.

-Hola, me llamo Oliver. Veo que eres nuevo.
-Hola... - Me respondió con un poco de tristeza.
-¿Cómo te llamas?
-Matt.
-Te noto un poco decaído, ¿que sucede?
-Pues verás, tengo traumas de la infancia que aún no he podido superar y por eso estoy acá. No me gusta contarlo, me da pena.
-No hay de qué tener pena, llevo una semana aquí y me han tratado bien. El doctor Smither es mi psiquiatra y es muy bueno, tal vez pueda también ser el tuyo.
-No veo que estés "tocado de la cabeza". -Lo dijo riendo un poco.
-Pues, me diagnosticaron esquizofrenia... por eso estoy aquí.
-Perdona si te incomodé.
-No no, no te preocupes. Ven, te enseño un poco el hospital.

Acompañé a Matt por los lugares en los que se podían pasar, había partes prohibidas para los pacientes y en ese instante pasó, vi a mis padres al final del pasillo y cuando corrí a abrazarlos ya no estaban, Matt se me quedó viendo un poco asustado.

-¿Qué fue eso?
-Yo, yo vi a mis padres justo aquí, me estaban esperando con los brazos abiertos.
-Oliver, ahí no había nada.
-Pero, ¡yo los vi!
En ese momento el doctor Smither pasó, un señor de unos tantos 40 años ya con ciertas canas pintadas en su cabello y barba, se preocupó por la situación.
-Hola Oliver, iba pasando por aquí cuando vi lo que hiciste y escuchar de lo que hablaban, ¿estás tomando tus antipsicóticos?
-Sí Dr.Smither.
-Me alegro por eso, ¿y este chico quién es?
-Ah, hola. Me llamo Matt, acabo de ingresar y Oliver me iba a enseñar el hospital.
-Eso es bueno, Oliver.
-Muchas gracias, Dr.
-Bueno muchachos, me retiro.

Seguí con Matt enseñándole el hospital. Así fue como lo conocí y ahora que han pasado dos años, se convirtió en mi mejor amigo. Lo asignaron a la misma habitación en la que estoy y nos llevamos muy bien.
Pero el hospital ha cambiado desde que el fundador murió por razones desconocidas, ya no nos dan el mismo trato que antes.