Atrapado en el manicomio

10:

Estuve pensando si lo que vi la noche anterior era causa de mis alucinaciones y no, no lo eran. Sí fue real lo que pasó, lo que vi esa noche. Como vi al señor Smither muerto en esa camilla de hierro y al maldito ese mientras lo asesinaba, todo fue real.

***

Hoy es el funeral del señor Smither, en la capilla del hospital. Su cuerpo no está, solo un altar hacia él porque a lo que vi, el doctor Francis lo mutiló, al igual que mi alucinación con la muerte del señor pero esa vez era con Sara.
Ahí estaba, ese maldito enfermo, el maldito que mató al señor Smither, su mirada no expresaba nada, no sentía nada. Le lancé una mirada fulminante y me volvió a ver y quitó su mirada, quería decir ante toda la gente que estaba ahí que ese enfermo fue quién lo mató, pero no pude, algo dentro de mí lo evitaba.

-No vale la pena que digas la verdad, no te van a creer porque estas "loco"... - Dijo una voz a la par mía y era Sara.
La ignoré.

Terminó el funeral y me fui sin volver a ver a mis amigos, sentí una rabia intensa dentro de mí, sentía que algo quería salir dentro de mí. Sara volvió a aparecer. Me vio golpeando mis nudillos contra la pared hasta que sangraban, no me dolía, no sentía nada. Empecé a llorar de ira.

-¡Oliver! -Gritaba. Mis amigos venían corriendo.
-Oliver para. - Me decía Matt, mientras agarraba mis manos para que dejara de pegar mis nudillo contra la pared. - Hoy saldremos de aquí, te lo prometo.
Volví a ver a Matt con cara de odio, mis nudillos sangraban, pero me tranquilicé al escuchar eso. Me dijeron que Leila encontró una salida por el sótano y que mañana en la noche nos largaríamos de acá, definitivamente.
Sara y mi abuelo se propusieron a ayudarme.

Pero esto no se queda así, ese maldito doctor me las iba a pagar, no lo voy a dejar salirse con la suyas, le arrancaré los ojos de sus órbitas y se los haré tragar, para luego degollarlo. Tenía muchas formas de vengarme de él y voy a aprovechar esa oportunidad de escapar por el sótano para encontrarme con él y vengarme, va a desear no haber hecho lo que hizo.