Atrapado en el manicomio

15:

Puse más atención y eran las voces de Matt y Fiona, susurraban, pero no les entendía mucho, hasta que llegaron a la puerta.

-¿Oliver, nos escuchas? - Me preguntó Fiona susurrando.
-Sí, respondí.
-Te vamos a sacar de acá, espera un momento... - Su voz bajaba más de tono.
Sabía que algo no iba bien, escuché unos pasos caminar rápido, casi corriendo lejos de la puerta, luego escuché unas ruedas girando, no sabía que era, me acosté en la cama e intenté no moverme en la poca luz que había, fingí que dormía y escuché la puerta de metal abrirse, pude ver de reojo y era el doctor Francis, cerré los ojos con fuerza y luego escuché la puerta cerrar, volví a abrirlos y vi que ya no estaba. Escuché de nuevo las ruedas de su silla perderse.

-¿Oliver, estás bien? - Escuchó la voz de Matt en la puerta.
-Sí. - Respondo susurrando.
-Danos un momento, te vamos a abrir.

Y en unos segundos después la puerta se abrió despacio y vi a mis amigos con una linterna, salí y los abracé. Al parecer Fiona aprendió a abrir puertas con un clip.

-¿Cómo sabían que estaba aquí?
-Las enfermeras son algo chismosas. -Dijo Fiona mientras una pequeña risa salió de su boca.
-¿Dónde está Leila?
-Sus padres han venido por ella... -hubo un silencio - ahora tenemos que intentar salir nosotros solos.
-Pero, ella puede contar lo que pasa aquí, nos puede ayudar.
-Temo que Leila haga eso, la sacaron porque sus padres se iban del país, no le iban a creer a ella, por cierto, te felicito por lo que hiciste, unos buenos cortes al doctor que hasta lo dejaste en silla de ruedas.
-Gracias, Fiona. Solo falta matarlo del todo.

A pesar de que me vengué, no me sentía insatisfecho con eso, quería al doctor muerto frente a mis ojos.

Terminamos la conversación ahí y empezamos a caminar, con mucho cuidado ya que el doctor podría andar cerca. No supe nada de la sombra de mi abuelo, no lo he vuelto a ver desde que intentamos salir por el sótano.

Seguimos caminando, nos dirigíamos donde siempre, al sótano. Sentí un escalofrío en mi brazo izquierdo y era Sara, quién nos acompañaba, empecé a escuchar las voces de los demás espíritus pidiendo ayuda o riendo, todas hablaban al mismo tiempo, me senté en el piso sujetando mis rodillas esperando a que el sonido cesara, paso unos segundos y se fueron. Me puse en pie y seguí a Matt y Fiona, llegamos a la gran puerta de antes, dónde nos dirigió al vestíbulo.

Nos volvimos a ver los tres esperando que no pasara lo mismo, Matt abrió la puerta y está vez su interior se veía diferente, ésta si llevaba a un exterior pero parecía un bosque, nos miramos, respiramos profundo y salimos. Al poner los pies afuera sentimos el aire pasar por nuestra cara, miramos atrás y ya no estaba la puerta, ¿será algún portal? , me hice esa pregunta en mi mente.

Avanzamos y los ruidos de las cigarras sonaban por doquier, intentamos caminar en línea recta, no había caminos marcados y tampoco se veía mucho, solo teníamos una linterna. Escuché una risa detrás de nosotros, una risa diabólica y horrible, miré hacía atrás y era la sombra que vi que comía de Matt, Fiona alumbró y no había nada, pero lo veía la sombra acercarse más.

-Corran. -Me dijo Sara.
Asentí.
-Chicos, tenemos que correr...

Empezamos a correr y la sombra, que iba tomando forma de una bestia venía atrás de nosotros. Vimos una casa al fondo y decidimos entrar, la bestia o cosa que nos seguía desapareció, pero estábamos en un lugar que se veía abandonado.