Atrapado en el manicomio

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Aún no me sentía del todo bien por la muerte de mis padres, al parecer el doctor Francis había cambiado su nombre y por eso los oficiales no lo reconocieron. Su nombre real es Richard, lo descubrí cuando pude leer el periódico que tenía en la casa abandonada del bosque, en fin.

Hoy definitivamente voy a salir de este infierno, sin importar lo que se me anteponga, mis amigos me acompañaran esta noche y seremos libres sí o sí, también vengaré a mis padres y al señor Smither.

***
Son las 10:37 pm, empecé a alistar mis cosas para salir de aquí, Matt entró en ese momento y se me quedó viendo, comprendió lo que quería hacer.

-Déjame ayudarte. - Dijo mientras agarraba sus cosas y las mías para guardarlas.
-Sabes Matt, eres el mejor amigo que he tenido, te prometo que cuando salgamos de aquí te recompensaré todo lo que haz hecho por mí.
-Gracias Oli, tú también eres un gran amigo. - Miró mi cara y agarró mi hombro. - Vamos a por Fiona.
Asentí.

Supusimos que Fiona estaría en su habitación de máxima seguridad, por lo que Matt y yo tuvimos cuidado al pasar por ella.

Llegamos y le explicamos todo, sin más dudas agarró su mochila y salió, pero antes de eso logró quitarse las esposas con la llave que tenía entre sus bolsillos, ¡es muy hábil! Sacó también tres cuchillos -Los agarré esta mañana en la cocina mientras nadie me veía, supuse que pueden servir de algo -, y nos entregó uno a Matt y a mí.

-Ahora sí, ¡vamos! - Dije susurrando pero bien entusiasmado.

Empezamos a caminar hacia el sótano, no había rastro del doctor por ningún lado, todo estaba muy silencioso. Llegamos a la misma puerta de siempre, está vez bien seguros conforme nos iba a llevar esta y al abrirla nos llevamos una sorpresa; esta vez sí estábamos en el exterior del manicomio, nos miramos y nuestras expresiones eran de felicidad...

-No todo es color de rosa... - Dijo una voz atrás de nosotros y al darnos cuenta era el doctor. -Vaya, vaya, han logrado burlar a la puerta y poder salir, pero eso no es todo - Empezó a seguirnos.

En ese momento vi un joven de mi edad aproximadamente, supe que era un espíritu. Pudimos huir del doctor y me acerqué al joven.

-¿Quién eres tú?
-Oliver, te han hablado de mí, soy el hermano de Richard. Es injusto ver lo que te hace y a los demás...
-¿Con quién hablas? - Preguntó Fiona.
Le expliqué quien era. De repente escuchamos de nuevo al doctor pero esta vez no huí, no tenía miedo.

-¿No van a correr? - Rió a carcajadas.
-Sé tu debilidad y está aquí, tu hermano menor está con nosotros, él está apenado con todo lo que haz hecho Francis, o mejor dicho Richard.
-¿Cómo sabes todo eso? - Parecía asustado.
-No me conoces bien, puedo hablar con los muertos debido a mi esquizofrenia.

El doctor se veía sorprendido y por detrás salió Matt dándole una buena paliza que lo hizo caer, me acerqué y volví a ver su cara para entonces clavar el cuchillo en su cabeza viéndolo morir.

-Ahora podrás estar con tu hermano. - Dije.
-Oliver lo haz logrado, ahora tenemos que salir de aquí. - Dijo Matt.

Vacilamos a la guardia del manicomio y al llegar a la entrada principal volví a ver a mis amigos, abrimos el gran portón y decidimos salir. Al fondo vi a mi abuelo, al señor Smither, mis padres, a Sara, etcétera. Agarré las manos de mis amigos y nos dirigimos a ellos, al fin encontramos nuestra libertad de ese infierno llamado manicomio. Al fin contaré la verdad.

***

5 años han pasado después de todo, pude decir la verdad y cerraron el manicomio. Trasladaron a todos los pacientes a un nuevo hospital de buena reputación. Aún no me he curado y no me voy a curar de mi esquizofrenia, estoy bien mientras pueda estar con mis amigos y ver a mis seres queridos.
Soy Oliver Waterson y está fue mi historia.