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Salimos del cuarto lo más rápido que pudimos, encontramos un armario gigante y decidimos escondernos ahí. Se escuchaban pasos, pero no pasos normales, era tan fuertes que podían romper el piso de madera, apagamos la linterna y tratamos de mantenernos en silencio, los pasos se escuchaban más cerca, una risa provino de la cocina, cerca de donde estábamos escondidos.

Por un momento los pasos y la risa cesaron, ninguno de los tres queríamos abrir la puerta del armario, temíamos que aún se encontrara ahí. Escuché una voz suave y delicada, "pueden salir, están a salvo" dijo, ¿debí confiar en esa voz? Creo que es la voz de un espíritu porque Fiona y Matt no la escucharon, abrí la puerta despacio y la vi, era la joven de la foto sentada en uno de los bancos de la cocina y volví a cerrar la puerta.
-Esperen, hay un espíritu aquí. -les dije a mis amigos y ellos entendieron.
-¿Quién es? -me preguntó Matt.
-Creo que es la joven de la foto, voy a hablar con ella.

Abrí la puerta de nuevo, ella seguía ahí mirando a la ventana.

-No temas de mí, soy un espíritu bueno. -me dijo con su voz más tranquila y dulce.
-¿Tú eres Shanon?
-Sí.
-No sé como sabes que puedo ver a los espíritus, pero tengo mucho de que hablar contigo.
-Sé que ansías hablar conmigo, pero no es el momento, esa sombra anda por el bosque y tienen que irse de acá.
-¿Cómo puedo volver a encontrarte?
-Me verás en tus sueños, ahí estaré. Ahora huyan.
-Pero no sabemos por dónde.
-Entre los abrigos, llegaran de nuevo al hospital.

Escuché de nuevo los pasos fuertes y la joven se desvaneció, entré rápido al armario y traté de mover los abrigos, Fiona y Matt me siguieron y fue como un abrir y cerrar de ojos, estábamos en el hospital, en la cancha de baloncesto, no había ningún armario detrás y era de día.

Matt me preguntó sobre que había hablado con la joven, le expliqué que no pudo hablarme y que ella iba a aparecer en mis sueños. Nos quedamos sentados en la banca pensando en la sombra, Sara apareció a mí lado y me dijo que ella vio todo lo que pasó en la casa, pero no pude verla porque ocultó su presencia.

-La sombra que te perseguía, creo que la conozco, como viste, no es un espíritu, es una sombra y las sombras son malas. Quiere matarte.
-¿Cómo sabes eso? ¿Quién es esa sombra? -Matt y Fiona se me quedaron viendo, sabían que hablaban con alguien.
-Te explico, cada espíritu tiene su lado malo, esa sombra es el lado malo de tu abuelo.
-¿Y por qué quiere matarme?
-También descubrí porqué tu abuelo no ha aparecido; cuando nuestro lado malo aparece, consume al lado bueno, la sombra de tu abuelo lo ha consumido.
-¿Y por qué? -se me salieron un poco las lágrimas.
-Eso es todo lo que sé, quisiera ayudarte más pero es todo lo que sé, ahora tengo que irme Oliver. -Sara desapareció.
-¿Qué pasó, Oliver? -preguntó Fiona.
-Era Sara...

Les conté todo exactamente como Sara me lo dijo, quedaron boquiabiertos, pero aún teníamos la duda de porqué la sombra quiere matarme.

***

Claudia entró a mi habitación para darme mis pastillas, me las tragué y salió, el sueño me llegó rápido. Quería dormir para poder ver a Shanon y hablar con ella. Caí en el sueño.

Estaba en un bosque pero era de día, solo que una densa niebla estaba frente a mí, escuché una voz tarareando y decidí seguirla, al llegar ahí estaba ella, Shanon, sentada en un tronco jugando con un charco, me volvió a ver.

-Oliver, que bien que te veo. Siéntate junto a mí.
Me senté.
-¿Sobre qué quieres hablar?
-Del doctor Francis, ¿usted le fue infiel?
-No, Oliver.
-¿Y por qué quedaste embarazada si no era de él?
-Verás, yo amaba a Francis, éramos muy unidos. A él no le gustaban los niños, pero no pude contárselo, tenía miedo, pero yo fui violada una noche, cuando le dije que estaba embarazada no me dejó terminar, justo cuando le iba a decir lo que en verdad pasó. Me mató y sacó al bebé de mí y lo dejó morir.
-Es una triste historia, lo lamento. ¿Y sabes algo del incendio que provocó?
-Sí, para ese entonces mi espíritu vagaba y vi lo que pasó. En esa escuela estudiaba una niña, Francis siempre la odiaba, no sé la razón, pero la conocí en vida, se llamaba Sofía, era una niña muy dulce y tierna, pero aún así la odiaba, solo sé eso.
-¿Sabes donde puedo hablar con ella?
-No, lo lamento. Gracias por escucharme, adiós.

Conforme Shanon desaparecía me iba despertando, era ya de día y vi al doctor en la puerta con su silla de ruedas.

Atrapado en el manicomioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora