Capítulo 8

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Lunes.

Escuché una puerta abrirse y después a alguien estirándose.
Miré el reloj de la mesita de noche de Yuliette, eran las 4 de la mañana.
-Celos, celos de tu boca cuando besas a otra chica tengo celos...-Daniel estaba medio cantando mientras bajaba las escaleras.
Me pareció extraño, así que decidí ir a investigar.
Bajé las escaleras y lo vi sirviéndose agua en la cocina.
-Quieres un vaso de agua? Últimamente hace mucho calor. Más en esta casa.- Dijo Daniel mientras volteaba a verme.
-Ah...Yo...
-Perfecto, un vaso de agua.- Dijo mientras servía otro vaso.- Ten.- Me dijo mientras lo extendía hacia mí.
-Gracias.- Le respondí recibiendo el vaso.
Tomé agua y nos quedamos viendo un buen rato, esto era muy raro.
-No te sientes mareada?- Me preguntó Daniel mientras me observaba detenidamente.
-Por qué debería de sentirme mareada?- Le pregunté mientras ponía el vaso cerca de una luz para ver su contenido.
-No le encontrarás nada, es algo transparente.
-Qué demonios le echaste al agua!?
Dejé el vaso en la mesa y me alejé de él.
-Oh vamos, no confías en mí?
-No es eso...Qué le echaste?
-Nada que te pueda hacer daño, al contrario, te vas a alegrar mucho.
-Le echaste algún tipo de droga?
Me empecé a sentir mareada, así que intenté subir las escaleras para encerrarme con Yuliette.
-No vas a poder moverte a la mitad de las escaleras, así que no intentes huir.
Empecé a sudar frío.
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-Rebecca! Despierta!
Abrí los ojos y noté que estaba Daniel abrazándome.
-Qué...?
-Pensé que ibas a entrar en shock.
-Pero...
-Son las 7, a las 6 escuché que estabas llorando y vine corriendo a ver qué pasaba.
-Yo...
-No hables! Todavía no estás bien del todo, tienes que descansar.
-Tengo que irme a casa.- Dije antes de pararme y agarrar mi vestido para cambiarme.
Agarré mis zapatos y mi bolsa e intenté salir de la habitación.
-De ninguna manera!- Gritó Daniel mientras me intentaba bloquear la salida.
Logré salir de la habitación e inmediatamente me eché a correr hacia el baño y me encerré.
Daniel intentó abrir la puerta del baño, pero no lo dejé.
-Rebecca, no sé cómo le hagas pero yo no te llevaré a tu casa en este estado. Mucho menos dejaré que vayas sola.
Después de arreglarme, empecé a buscar alternativas en el baño.
Había una ventana lo suficientemente grande para que entrara yo, así que empecé a buscar la forma para poder subir a ella y bajar lo más ilesa posible.
-Rebecca, espero que no estés pensando en escapar.
-Daniel, ya voy para allá. Sólo deja me pongo bien el vestido.
-Tanto te tardas? Se veía muy fácil ponerse eso.
-Como todo, tiene su ciencia.
Logré sacar parte de mi cuerpo y después me solté.
-Rebecca, estás bien? Te caíste?- Fue lo último que escuché antes de que Daniel entrara al baño y yo saliera corriendo hacia la avenida más cercana.
Estuve esperando mucho tiempo, pero no pasaba ninguna combi o alguna micro, así que salí corriendo hacia la casa de James. Era el único lugar al que Daniel no creería que yo iría.
-Muy bien, lograste escapar...Ahora qué?- Me dije a mí misma mientras volteaba a ver a ambos lados de la calle.
Crucé y me escondí atrás del carro de James.
Pasaron 5 minutos y nada, hasta que de repente el carro de Daniel cruzó hacia la calle paralela a dos cuadras de la casa de James.
-Rayos!- Susurré antes de empezar a correr por la calle que me quedaba más cerca hacia el centro comercial.
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Estaba en el baño del centro comercial esperando a que Max me contestara los mensajes.
Era al que tenía más cercano y en quien más confiaba, así que tenía la certeza de que me iba a ayudar a salir de aquí.
-Rebecca, sigues aquí?- Libni habló mientras entraba al baño.
-Sí- Respondí mientras salía del cubículo.
-Gracias a Dios! Conociéndote creí que no te encontraría aquí.
-Tranquila, en ustedes confío mucho.
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-Qué fue lo que pasó?- Me preguntó Max mientras se sentaba en el sillón.
-Ayer vi a James acostado con Lorena.- Respondí antes de tomar un poco de agua.
-Lo tomaste tan a la ligera?- Me preguntó Libni sorprendida.
-Honestamente no sé qué sentir.
Libni me abrazó y Max se pasó al sofá en donde estábamos nosotras.
-Voy a hablar con él, creo que todo eso tiene que tener una explicación. Conozco a James lo suficiente como para saber que él no es capaz de algo así.- Dijo Max mientras tomaba su celular.
-Así déjalo, después yo lo buscaré para hablar con él.- Mentí mientras tomaba más agua.
-Sé que no lo vas a hacer, pero si quieres que no intervenga está bien.-Me dijo mientras le daba el celular a Libni.
-Hoy íbamos a ir a una fiesta de disfraces, quieres ir?- Me preguntó Libni mientras se paraba.
Max aprovechó para ir a la cocina.
-En casa de quién?
-Hay un chico que va con Max en el curso, se llama Jorge.
-Ah ya...Pero disfraces de qué?
-Monstruos!-Gritó Max mientras salía de la cocina disfrazado de hombre lobo.
-Yo me voy a disfrazar de vampira, pero tengo un disfraz extra de enfermera.
-Bueno, acepto ir con ustedes!- Dije mientras seguía a Libni a la cocina.
De repente, recordé que tenía que ir al curso.
-Oigan chicos, creo que no iré con ustedes. Tengo curso...
-Nosotros también, pero es a las 5 la fiesta.- Respondió Max quitándose el disfraz.
-Entonces si voy...Tengo que irme corriendo a mi casa para arreglarme, pero yo llego.
-Okey, te vemos aquí a las 4- Dijo Libni mientras se paraba hacia la cocina.
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Llegué corriendo a la casa y me di una ducha rápida.
Agarré un vestido blanco y unos tacones blancos, unas ligas negras y mi bolsa negra. Me hice dos trenzas y las agarré con las ligas.
-Hija, no vi cuando llegaste.- Me dijo mi mamá saliendo de su habitación.- Supongo que ya te tienes que ir.
Revisé el reloj.
-Lamentablemente sí, pero mañana sí desayuno contigo.
-Está bien, hija. Cuídate.
Salí de mi casa a las 10:30, así que tenía que apresurar el paso si quería llegar a tiempo.
Camila ya estaba en su lugar cuando yo llegué y se acercó a saludarme.
-Todo bien?
-Sí, tú?
-También. Vino un chico a buscarte hace rato, le dije que aún no llegabas. Dijo que le urgía hablar contigo.
-Ah, gracias. Si lo vuelves a ver solo dile que no quiero hablar con él, va?
-Se pelearon? Supongo que son o eran pareja, no?
-Lo encontré ayer en la cama con una chica que me cae mal.
-Oh, siento haber sacado el tema.
-No te preocupes, está bien. De todos modos no sabías.
Camila estuvo animándome las 3 horas que dura el curso. Además los profesores nos pusieron tantas actividades que no tuve oportunidad de pensar en otra cosa.
Al salir, fui a buscar trabajo en una fonda cerca de donde trabajaba Ana.
Era una fonda más amplia y solicitaban mesera.
Toqué la puerta que estaba al fondo con un letrero que decía "Dirección general".
-Adelante!- Gritó un hombre desde el otro lado.
Abrí la puerta, nerviosa, con la esperanza de no hacer el ridículo.
-Buenas tardes.
-Buenas tardes señorita. Tome asiento.- Indicó señalando una silla azul frente a su escritorio.- Dígame, en qué le puedo servir?
-Quiero ver si usted me puede dar trabajo, no importa de qué sea.
-Has tenido experiencia antes de mesera?
-Lamentablemente no, pero puedo aprender con ustedes si me enseñan.
-No te cuesta trabajo socializar?
-No- Mentí mientras pensaba que no había reflexionado mucho antes de hacer esto.
-Vas a alguna de las universidades que están cerca?
-Sí, está a dos cuadras hacia la izquierda saliendo de aquí.
-Muy bien, dame tu número y te marcamos.
-Claro, es el 5582650148.
-Muy bien, entonces hasta luego.
Me estrechó la mano y salí de la dirección.
Revisé el reloj y eran las 2:40 de la tarde, así que tenía tiempo para realizar otra actividad.
Vi una plaza pequeña que contaba con aproximadamente 25 locales (la mayoría de ropa) y me metí a ver si encontraba algo interesante.
-Recuerda, si algo te gusta limítate a revisar precios en distintas tiendas para después elegir el que más te convenga, no lo compres a la primera.- Me recordé mientras entraba.
Las únicas personas que estaban aquí eran estudiantes buscando materiales o dispositivos para tareas o proyectos.
Entré a una tienda de ropa y literalmente no salí de ahí hasta las 3:30 de la tarde.
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Tomé una micro que me dejaba cerca de la casa de Max y ya de ahí caminé hasta la casa.
Cuando por fin llegué, Libni ya me estaba esperando en la puerta.
-Hasta que llegas! Llevo 30 minutos esperándote!
-Dijimos a las 4 y son las 4:10 así que no es tarde.
-Bueno, como sea chicas. Tienen 50 minutos para arreglarse y salir.
Libni y yo entramos a la sala y subimos corriendo a la habitación de Max para cambiarnos.
-Te voy a dejar espectacular, vas a ver que se van a acercar a hablarte muchas personas.
Claro, debí suponer que era mejor arreglarme yo misma...
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-Me siento muy rara y me da pena, no conozco a nadie!- Exclamé mientras intentaba huir.
Ya estábamos afuera de la casa del tal Jorge y había muchas chicas que iban de cosas tenebrosas. Mi disfraz parecía más sexy que horrible.
Era un uniforme de enfermera rasgado en una parte del abdomen y con "sangre" por la mayoría del mismo. Llevaba unas mallas de red y unas botas blancas que Libni me había prestado. Del cabello sólo había dejado que me hicieran una coleta y de maquillaje me puso Libni un labial rojo, delineador negro, rímel negro y unos pupilentes blancos.
-Aceptaste venir con nosotros, además si quieres luego nos cambiamos de ropa en el baño.- Obviamente mentía con eso de cambiarnos de ropa. Si había elegido el otro era porque no le había gustado este en su decisión final.
-Está bien, deséenme suerte.
-Claro, esperemos que no llegues a hacer mal tercio con alguien.-Respondió Max mientras tocaba el timbre.
Lo fulminé con la mirada, él sólo rió.
-Que bueno que vinieron, chicos! Quién es ella?- Preguntó un chico disfrazado de cazador que sostenía con su mano derecha un vaso de refresco.
-Soy Rebecca, mucho gusto.-Le dije lo más tranquila que pude.
-Ah, un gusto, Rebecca.-Dijo mientras besaba mi mano.-Soy...
-Sí,sí, ya sabe que eres Jorge.- Le respondió Max mientras rodaba los ojos y entraba.
-Arruinaste mi presentación!- Le reclamó Jorge a Max mientras lo seguía.
-Ven.-Me susurró Libni mientras me dirigía a un grupo de chicas.
-Libni! No creí que fueras a venir!- Gritó una chica disfrazada de zombie mientras corría hacia Libni.
Me quedé en modo planta hasta que la chica notó mi existencia.
-Hola! Soy Georgina, pero puedes decirte Gina. Cuál es tu nombre?
-Rebecca, un gusto.- Le dije mientras le extendía la mano.
Me quedé con la mano extendida porque Gina me abrazó muy fuerte, tanto que casi me rompe la espalda.
-Teniendo a Libni como amiga no pensé que fueras tan propia.-Me dijo Gina en tono de broma.
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-Y tienes novio?- Me preguntó Jorge mientras se despedía de un chico que ya se iba.
-No, y no creo que me interese tener novio ahorita mismo.
-Eso es bueno, darte tu tiempo para ti misma.- Afirmó antes de terminarse su vaso de agua.
-Y tú tienes novia?
-Novia no
-Novio sí?
-Hay un chico que me gusta, pero no sé si yo también le gusto.
-Oh ya, y por qué no le preguntas?
-Te refieres a preguntarle si le gusto?
-Tal vez puedes empezar por preguntarle si le gustan los hombres.
-Tienes razón, no se me había ocurrido.- Dijo mientras sonreía
-Hola!- Gritó un chico interrumpiendo los pensamientos de Jorge.
-Hola, Joel. Cómo estás?
-Bien y tú?- Preguntó mientras volteaba a verme.
-Excelente...Ella es Rebecca.- Agregó al notar que la atención de Joel no era hacia él.
-Oh, qué lindo nombre! Soy Joel, un gusto.- Me dijo guiñándome el ojo derecho.
-El gusto es mío.- Le respondí con una sonrisa.
-Joel! Llevo un buen rato esperándote en la mesa, apúrate!- Interrumpió una chica disfrazada de gata.
-Ya voy, sólo estoy saludando.- Le respondió en tono de cansancio.
La chica rodó los ojos y nos volteó a ver a Jorge y a mí de forma despectiva.
-Bueno...Luego nos vemos Jorge.- Dijo mientras le daba un abrazo.- Y un gusto conocerte, Rebecca.- Dijo estrechándome la mano.
Le respondí el gesto antes de que saliera corriendo hacia donde su novia.
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-Ves al chico de ahí?- Me preguntó Jorge mientras señalaba a un chico que estaba viendo la fiesta desde una esquina.
Iba con una chaqueta de cuero y un pantalón de mezclilla que lo hacía verse aún más raro entre tantos disfraces.
-Ese es el que te gusta?- Le pregunté mientras sonreía.
-Sí, se llama Gabriel.
-Y por qué no vas a hablarle?- Pregunté antes de beber un poco de vino.
-Me da pena. Vienes conmigo?
-Claro, quiero verte en acción.
-Quiero que sepas que el hecho de que me comporte como todo un galán enfrente de las chicas no significa que soy igual con los chicos, menos con el que me gusta.- Aclaró mientras movía el dedo índice para hacer énfasis en las palabras que lo requerían.
-Está bien, sólo relájate.
Caminamos hacia el chico y él nos volteó a ver raro.
-Hola Gabriel.- Lo saludó Jorge de manera tímida.
-Jorge, todo bien? Iba a ir a saludarte pero te vi hablando con...-Dejó su frase incompleta mientras me veía.
-Rebecca, me llamo Rebecca.- Respondí lo más breve que pude.
-Bueno, con Rebecca. Por lo tanto ya no pasé a saludarte.
-Oh, no te preocupes la siguiente vez. Tengo tiempo para cada uno de mis invitados.
-Bueno, supongo que no viniste acá sólo para saludarme y saber por qué no había ido a verte, cierto?
-En eso tienes mucha razón. Tengo que hablar contigo a solas.- Respondió Jorge mientras volteaba a verme.
Asentí y me fui asentar al patio.
Tenían una mini-alberca inflable en donde todos los chicos que querían volver a tener 5 años se metían.
-Te puedo hacer compañía?- Me preguntó una chica que se estaba intentando quitar un arete. Al parecer se había metido al agua y no se dio cuenta de que el arete se había atorado con el cabello.
-Claro, siéntate.- Le dije mientras le hacía espacio.
-Tu vida es muy problemática?- Me preguntó mientras veía a los que se estaba mojando.
-No la considero así, pero puede que un poco. Por qué?
-El año pasado estaba sentada donde tú estás sentada ahora porque ya no sabía qué hacer para arreglar todo lo que tenía encima. Una chica se me acercó de la misma forma en la que me acerqué yo a ti hoy.
-Entonces es como una tradición que el próximo año tengo que cumplir?
-Si no la cumples tú, alguien más lo hará. De eso yo me encargo.
-Esperemos, porque como todo puede cambiar en un año no me comprometo a venir hasta acá para decirle eso a una chica.
La chava que estaba conmigo hablando tenía todo el maquillaje corrido, así que decidí ayudarle a limpiarse.
-Vamos al baño y te ayudo a limpiarte el maquillaje que tienes corrido, está bien?
-Oh, gracias.- Me dijo parándose y agarrando su bolso que nunca vi que trajera.
Esperamos a que un chico saliera del baño antes de pasar nosotras.
-Por cierto, y tú disfraz?- Le pregunté con curiosidad.
-Llegó un punto en el que me hartó eso de ser alguien que no eres.
Hubo un silencio -pero no incómodo- cuando le quité el maquillaje.
-Cuál es tu nombre?- Me preguntó mientras cerraba los ojos.
-Rebecca, y el tuyo?
-Vaitiare, pero puedes decirme Vale.
-Te gusta más Valeria?
-No, es que no encuentro un diminutivo de mi nombre y prefiero que me digan Vale.
-Oh ya.
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-Rebecca, es hora de irnos.- Dijo Max mientras aparecía por detrás mío.
-Claro- Respondí.- Fue un gusto conocerte, Vale.- Dije dirigiéndome a Vaitiare.
Ambas nos paramos y nos dimos un abrazo, ella me dio un post-it con su número telefónico y su nombre de Facebook.
-El placer fue mío.- Dijo sonriéndome.
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-Agarra rápido tus cosas y te vamos a dejar a tu casa. Por el disfraz no te preocupes, luego me lo regresas.- Me dijo Libni mientras prendía la luz de la sala.
Agarré todo lo que había llegado a aventar y de paso me terminé el vaso con agua que había dejado a la mitad.
-Hay mucho tráfico a estas horas?- Preguntó Max después de lanzar un largo bostezo.
-No creo, tal vez se hagan aproximadamente 40 minutos de ida y regreso.- Calculé.
Salimos de la casa y metí mis cosas en el asiento trasero, después me metí yo.
Iba un poco mareada, tal vez me había pasado un poco con el vino.
-Te sientes bien? Estás mareada?- Preguntó Libni preocupada.
-Estoy bien.- Respondí mientras pensaba en otra cosa.
-Te dije que no fueras como loco, Max. Se va a vomitar, oríllate tantito.- Le dijo Libni a Max mientras sacaba unas toallas húmedas y papel.- Rebecca, sal a ver si vomitas. Hay un árbol cerca de donde sales.
Salí sintiendo ya todo el vómito en la garganta, así que corrí hasta el árbol.
Generalmente me disgusta hacer esto, más enfrente de mis amigos. Sólo una vez me pasó con ellos (sin contar ésta, claro) y fue en una fiesta que hicimos donde comimos papas con leche.
-Ya?- Preguntó Libni mientras caminaba hasta donde yo estaba.
-Creo que sí.- Respondí tomando la toalla que me extendió.
-Tranquila, llegando a tu casa hazte un té de manzanilla y listo.- Me dijo mientras me daba palmadas en la espalda.
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Llegué a la casa y literalmente llegué a hacer un té.
-Y ahora? Qué te pasó?
-Mamá, fui a una fiesta de disfraces con Max y Libni.
-Y te fuiste con ese disfraz? No está muy corto?- Preguntó mi mamá mientras me observaba detenidamente.
-No había otro...Quieres té? Es de manzanilla.
-Claro, te ayudaré a subir tus cosas.
-Gracias.
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-Celeste! Te extrañé mucho!- Exclamé cuando vi al gato caminando hacia la salida de la habitación.
Extendí los brazos para abrazarlo, pero se echó a correr.
-Ni mi gato me quiere.- Me dije a mí misma mientras me limpiaba una lágrima imaginaria.
-Ya deja de lamentar que el gato me quiere más a mí y vete a dormir que mañana tienes que ir al curso.
-Oh, cierto.
Me despedí de mi mamá y ella se metió primero a dormir. Prendí la luz del cuarto y me metí cerrando la puerta tras de mí.
Celeste estaba ya acomodada de mi lado de la cama, así que tuve que dormirme pegada a la pared.
Eran aproximadamente las 11:30 de la noche y todavía no podía dormir.
De repente, un mensaje me llegó e hizo que la pantalla iluminara la habitación.
Era de James.

James.
Plis, contesta mis mensajes. Te juro que todo tiene una explicación. Te amo. Hay que hablar.
              - Hace un momento

-Que horrible forma de terminar mi grandioso día.
Me volví a acostar viendo hacia el techo y no supe en qué momento me quedé dormida
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El número telefónico de Rebecca lo tecleé al azar, por lo que no sé si en verdad existe o no.

Todo empezó en una tiendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora