Capítulo 15

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Domingo.

Me levanté a las 7 muy emocionada. Lo de ayer había sido como algo fuera de la realidad.
-Hija, que bueno que ya despertaste.- Me dijo mi mamá mientras abría la puerta del cuarto. Celeste aprovechó para salir corriendo al baño.
-Hola, perdón si ayer no pasé a saludarte en la noche.- Le respondí revisando el celular para ver si tenía notificaciones.
-Por qué tienes una "D"?
-Es una larga historia, bastante larga.
-Ya lo creo, James acaba de llegar.-Dijo mi mamá viéndome de una forma muy extraña, me puso nerviosa.
-Oh...Me apuro.
-Está muy emocionado por llevarte a no sé dónde, no quiero ser chismosa pero está hablando con alguien sobre una reservación.- Me dijo mi mamá emocionada.
-Te sientes bien? Creo que estás más emocionada que yo.
-Es que yo sabía que ustedes dos terminarían juntos! Él es el hombre perfecto para ti, lo supe desde que los vi juntos cuando eran pequeños.
-No éramos tan pequeños, teníamos 11 o 12 años.- Le respondí mientras me ponía la toalla para ir a bañarme.
-No me importa! Han pasado muchos años, demasiados...Pero bueno, te dejo para que te arregles.- Agregó mi mamá con una sonrisa.
Salí de la habitación y me dirigí al baño lo más rápido posible para que James no me viera.
Justo cuando iba a poner música para bañarme, me llegó una notificación de James.

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James:
Aunque no querías te vi corriendo al baño :v
-Hace 1 minuto.
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Ya iba a dejar el celular encima de la toalla, pero me llegó otra notificación.

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James:
Espero que te apures porque sino llegaremos tarde xd
-Hace un momento.
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Definitivamente iba a dejar el celular en paz, si me ponía a contestarle me iba a tardar media hora y no podía darme ese lujo.
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-Ya estoy lista!-Grité mientras bajaba corriendo las escaleras.
-No corras, te vas a caer!-Me gritó mi mamá desde la cocina.
Rodeé los ojos y James sólo se rió. Sonreí, no creí que volvería a verlo así como ahorita.
-Por qué sonríes?
-Este momento es único, posiblemente lo plasme en algo próximamente.
-Cómo en qué?
-No sé, ya se me va a ocurrir algo después.
Sentimos una mirada desde la cocina, así que volteamos.
-Mamá, cuánto tiempo llevas ahí?
-No sé, posiblemente...Desde que rodaste los ojos.
-Mamá!-Exclamé.
-Lo siento, si? Me emociona ver a mi hija con su futuro esposo!
Nos quedamos en silencio un buen rato, hasta que Celeste bajó y se restregó en James.
-No creí que fuera tan grande.-Me dijo James mientras la acariciaba.
-La última vez que la viste fue hace poco.
-Te he dicho que la amo más a ella que a ti?
-Creo que mejor me voy.-Dijo mi mamá mientras volvía a la cocina.-Suerte en su cita!- Agregó.
Vi a James con una mirada retadora, aproveché para alzar la ceja derecha porque era lo que recientemente había aprendido.
-Bueno, era broma. Obviamente te amo más a ti.-Me dijo mientras se acercaba a abrazarme.
-Más te vale.-Le respondí sonriendo.
-Me das miedo cuando te pones así.
-Lo sé, me gusta darte miedo.
-No siempre lo logras.-Respondió James como dando por terminada la discusión.
-Pero logro ponerte nervioso, todo el tiempo.-Respondí cerca de su oído.
Sentí su piel de gallina y sonreí triunfante.
James me vio a los ojos y después me besó.
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-A dónde vamos?
-Por qué quieres saber?-Preguntó mientras revisaba que no vinieran carros.
-Porque me estás llevando a mí y todo lo correspondiente a mi persona me afecta.
-No todo, pero no te diré.
-Oh, claro que me dirás.-Le respondí mientras acariciaba su brazo con mi mano izquierda. Hubiera preferido la derecha porque tenía más habilidad, pero mientras más fría estuviera la mano era más eficaz.
-Qué haces?
-Estoy orillándote a que me digas.
-Corrección: Me estás orillando a que nos pase algo como chocar.
-No, estoy segura de que no vamos a chocar porque sigues manejando. Y estás poniendo atención al camino.
Nos quedamos un tiempo en silencio porque en las noticias estaban hablando de un robo que nos interesó.
-Que horrible, no?
-Sí, ya tenían las cosas del hombre y todavía le disparan.
-Tal vez vio algo que no tenía que ver, o supo la identidad de su agresor.
-O fue por nervios.
-Posiblemente...Llegamos!- Exclamó James entusiasmado.
Nos habíamos estacionado en un estacionamiento del centro, así que podíamos haber caminado.
-Por qué en carro?
-Porque apenas viene lo cansado.
James se apresuró a salir del auto y me abrió la puerta.
-Gracias.-Le respondí con una sonrisa.
-Te ves muy hermosa
-Es enserio?
-El color rosa del vestido resalta el color de tu cabello.
-Tampoco es para tanto.
-Además sin maquillaje te ves bien, no necesitas ponerte tanta cosa para gustarme.-Me dijo mientras me abrazaba por la cintura.
-Siento que estás en una posición incómoda.
Les explicaré cómo estábamos para que se den una idea. Para abrazarme de la cintura, James tenía que agacharse un poco. Por lo mismo, se notaba que su cuerpo temblaba para aguantar esa posición.
-Sí, deberías crecer más.- Dijo sin disimular el esfuerzo en hablar mientras seguía en esa posición.
Dejé de abrazarlo y volteé a verlo molesta.
-Bueno, ya no vuelvo a decir nada de tu estatura.
-El hecho de que tú seas un mutante y hayas crecido mucho no te da derecho a criticar a las personas que sí somos normales.
-Tú no eres normal, te lo he dicho.
-Tú tampoco, eres rarito.
-Ratito?
-James!
-Ya mejor camina, tenemos reservación.
Empezamos a caminar, pero ir contra la corriente de gente era algo complicado.
-No me sueltes la mano.-Le dije a James.
-No entiendo por qué tú eres la que va enfrente abriéndome paso.
-Creo que porque yo doy más miedo que tú y la gente me hace espacio.
-Oh, cierto. En dos cuadras date la vuelta hacia la derecha.-Me indicó James mientras intentaba ir a mi paso.
-Dos?
-Sí, dos.
-Por qué dos?
-Porque así tuvo que ser.
Caminé más rápido para que James fuera chocando con la gente que volvía a cerrar el paso.
-Rebecca!
-James!
-Deja de hacer eso!
-No!
-Ya tenías que haber dado vuelta en la calle que acabamos de pasar.
Frené haciendo que James chocara conmigo.
-Ahora diriges tú, querido.-Respondí viéndolo a los ojos.
-No me mires así.
-Por qué no?
-Porque tu mirada es muy...Intensa.
-Ya mejor avánzale.
James empezó a correr dejándome ahí parada, quiero suponer que creyó que iba a correr tras de él.
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Cuando llegamos al lugar, me quedé sorprendida. El ambiente estaba creado por un árbol grande que daba sombra al patio y por las velas que colgaban del mismo, habían unas escaleras grandes que subían en dos direcciones y cada "cuarto" de ese lugar estaba destinado a un comercio distinto.
-Este lugar es muy mágico, como sacado de un libro.
-Lo sé, por eso te traje.
-Gracias.
-No tienes nada que agradecer, sólo disfrútalo.
-Y qué vamos a hacer aquí?
-Esa es la segunda sorpresa.-Respondió sonriendo.
-Dime!
-Me!
-James!
-Tranquila, no grites. La segunda sorpresa es que vamos a comer aquí.-Me respondió con una sonrisa.
Le di un golpe amistoso en el hombro y fingió que le había dolido.
-Aunque yo aquí no veo eso de la reservación que dijiste, es un lugar hermoso pero no de ese tipo.
-Lo de la reservación era para que te apuraras.-Me respondió James con cara de miedo.
Abrí la boca para decir algo, pero la cerré cuando me di cuenta de que me había quedado sin palabras.
-Lamento decirte que no comeremos exactamente en el patio.-Dijo mientras me conducía por las escaleras.
-Entonces?
-No tenías mucha hambre, o sí?
-Pues algo, por qué?
-Bueno, es más así como el postre o algo así.-Dijo mientras movía las manos para explicarse.-Hay chocolate.-Agregó.
-Con lo que acabas de decir me acabas de convencer.-Le dije con una gran sonrisa.
Llegamos a un rincón de ese lugar y había una cafetería. El lugar no era muy espacioso, pero estaba bien iluminado.
-Sé que te gusta mucho el agua de horchata, así que espero que te guste aquí.
-Ya habías venido aquí varias veces antes?
-Vine una vez con Mike y Yuliette. Nada interesante en esa ocasión, pero me gustó mucho este lugar y me recordó a ti.
-Oh ya.
-Buenos días, qué van a querer?-Nos preguntó una chica con el cabello trenzado.
-Serían dos aguas de horchata y un pastel de chocolate, por favor.-Respondió James mientras me tomaba la mano.
-Claro,enseguida.-Respondió la chica antes de irse.
Nos quedamos un rato observando el lugar. No había mucha gente y se sentía calor debido a las lámparas que habían colgadas en el techo muy pegadas, había chocolates en un mostrador que quedaba en el centro del local y había otros en cajas en otro mueble.
-Voy a empezar explicándote lo que pasó ese día. Necesito que sepas mi versión.- Dijo James poniéndose serio.
-Sé lo que pasó, tranquilo.
-Yo abrí la puerta porque pensé que eran Julia, se le habían olvidado sus llaves. Pero vi que era Lorena y la rechacé, le dije que se fuera. De repente, sentí un fuerte golpe y ya cuando reaccioné tú me estabas gritando. Ayer mi papá pasó por mí, pero en vez de apoyarme para irme me dijo que ya había hecho un gran esfuerzo por ti como para rendirme por un malentendido.
-En verdad perdón, me comporté como una inmadura. Se supone que tenemos que arreglar las cosas como pareja y yo solo quise hacer eso a un lado.
-Lo importante ahora es que tenemos la oportunidad de volver a intentarlo, te prometo que no volveré a dejar que esto pase.
-Yo te prometo que no volveré a desconfiar de ti y que voy a intentar arreglar las cosas de la mejor manera posible.
James me agarró mis manos y las besó.
-No sabes lo importante que eres para mí, Rebecca.
-Tú eres aún más importante para mí, James.
-Les traigo sus aguas y su pastel.-Dijo la misma chica de antes mientras intentaba hacer equilibrio.
James inmediatamente se paró a ayudarla antes de que se le cayera la rebanada de pastel y la chica aprovechó para darle una mirada coqueta.
-Lo siento, no suelo hacer ejercicios de equilibrio.-Le comentó a James mientras sonreía.
-No te preocupes, lo bueno es que llegué a tiempo para rescatar el pastel.-Dijo James mientras pegaba a su pecho el plato con la rebanada.
La chica estaba un poco desilusionada porque no le había seguido el juego.
-Ten amor, deseo de pastel cumplido.-Me dijo James mientras dejaba el plato en la mesa y se sentaba en su silla.
La chica dejó las aguas en la mesa y se fue apenada.
-Por qué dijiste eso frente a la chica? Fue muy cruel.
-Oh vamos! La chica se estaba pasando un poquito de lista y no me gustó que me quisiera tirar la onda frente a mi novia. Además, no puedo ser más cruel que tú. Y no me importa que el mundo entero se entere de que eres mi novia, me siento orgulloso de que lo sepan.
Me sonrojé un poco y sonreí como tonta mientras iba tomando un pedazo de pastel.
-Te pusiste roja acaso?
-Sí, me puse roja, pero tú también.
-A todo esto, yo quiero saber por qué en primero me decías Joseph y en segundo me empezaste a decir James.
-Es que en primero no tenía todavía la confianza para decirte James...-James se me quedó viendo así como "Es enserio?"- Bueno ya te digo, me gustaba sacarte de quicio.
-Tú no tienes otro nombre aparte de Rebecca?
-María, pero no me gusta y nunca lo digo.
-De ahora en adelante te diré María.-Dijo James satisfecho.
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-María! No corras!
-Quiero ver qué tan rápido eres, Joseph!
-Te ganaré!-Dijo James antes de alcanzarme y tirarme al césped.
Aprovechando que ya estábamos acostados en el césped, nos quedamos viendo el cielo.
-Creo que en estos años el lugar más importante en nuestra relación ha sido este parque.
-Yo igual lo creo. Los laberintos están a unas calles, el centro comercial igual está cerca y nuestras casas más. Además aquí me dejaste esa noche, para ser exactos fue en el quinto árbol desde el cruce para acá.
-Todavía lo recuerdas?
-Ese trauma nunca lo olvidaré, tienes suerte de que ya ha pasado tiempo y no tengo los sentimientos tan vivos.
-Soy de la idea de que se pueden olvidar los sentimientos pero nunca la acción.
-Tal vez se pierde la intensidad, pero no el sentimiento. Creo que por primera vez no coincido con tu idea.
-Se vale no pensar igual,además me gusta que das tu idea y la defiendes.
-Qué es lo que te gusta de mí?
-Eres inteligente, aplicada, divertida, bonita, loca, diferente, valiente, decidida y madura en ciertos aspectos. Yo por qué te gusto?
-Eres guapo, inteligente, maduro, honesto, atento, caballeroso, tierno, fuerte y divertido.
James se paró y me dio la mano para poder pararme. Luego caminamos una hora en todo el parque hasta que nos cansamos un poco.
-Qué quieres hacer ahora? Vamos a los laberintos?
-Sí, hay que ir a los laberintos.
-Querida, a que laberinto entraremos hoy?
-Quiero entrar al laberinto para parejas. Tal vez después de estos años ya lo cambiaron un poco.
-Quiero llevarte a un laberinto distinto, puedo?
-Claro.-Le dije sonriendo.
-Pero quiero que vayamos mañana, al parecer hoy todavía no está abierto al público.-Me dijo James como acordándose apenas.
-Pero entonces mañana va a estar lleno?
-No, va a estar vacío, lo prometo. Pero hoy deberíamos ir a dormir ya, es de noche y mañana tenemos que ir temprano al laberinto.
Caminamos hacia el auto tomados de la mano. Era algo emocionante que todo se hubiera arreglado y estaba demasiado feliz. Tenía miedo de que la felicidad que yo sentía en ese momento desapareciera por cualquier otra cosa mala.
-Dónde nos quedamos hoy?
-Si quieres te puedes quedar en mi casa, mi mamá estará contenta de tenerte cenando ahí con nosotras.
-Está bien, pasamos rápido a mi casa para que agarre ropa y ya.-Respondió con una sonrisa.
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-Buenas noches, mamá.-Dije mientras abría la puerta y le daba un abrazo.
-Buenas noches hija!-Contestó emocionada porque había llegado a cenar. Creo que eso de no venir seguido a la casa ya la había tenido triste un buen tiempo.
-Buenas noches, señora.-Dijo James mientras entraba a la casa con su mochila.
-James! Hace mucho que no te veía!!-Gritó mi mamá mientras corría a abrazarlo.
-De hecho, creo que nos vimos apenas en la mañana.
-No importa hijo, te extrañé. Cenarás con nosotras? Te quedarás?
-Si, me quedaré.-Respondió James feliz.
-Preparé unos juegos de mesa para que juguemos los tres, además ya hice la cena.
-Sabías que veníamos?
-Los conozco más de lo que creen, pasemos a la mesa.
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-Estuvo muy rica la cena, tu mamá cocina muy rico desde que yo recuerdo.
-Lástima que no salí igual para la cocina.
-Te acuerdas cuando en primero me llevaste mi desayuno hecho por ti?-Preguntó James con una sonrisa.
-Dime que sabía bien.-Respondí un poco insegura.
-Fue el peor desayuno de toda la secundaria, pero me gustó y me lo comí porque se trataba de ti.
Ya estábamos acostados en la cama y Celeste estaba en la orilla ignorándonos.
-Son las 11 casi las 12, deberíamos intentar dormir.
-Claro, cielo. Buenas noches.
-Buenas noches, James.
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Perdón por no haber subido capítulo antes, yo recordaba que ya lo había publicado y me acabo de dar cuenta de que no😅

Todo empezó en una tiendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora