Capítulo 7

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Domingo.

Desperté a las 7 de la mañana y lo primero que hice fue buscar las guías que le tenía que dar a James en la tarde.
La verdad no tenía la esperanza de encontrármelo en el curso, así que sí le daría la sorpresa en su casa.
Encontré las guías como a las 8 y bajé a hacer el desayuno, mi mamá seguía dormida y quería que despertara solo a desayunar.
Aproximadamente a las 9 ya habíamos desayunado ambas y yo subí a arreglarme.
Le di Play a mi lista de canciones y me metí a bañar, tres canciones después ya estaba afuera y con mejor humor.
Escogí un vestido azul y mis botas negras junto con una sudadera negra, me puse el labial azul que tenía guardado desde hace meses y me hice una trenza.
Salí de mi casa como a las 10 y tenía tiempo para llegar caminando tranquilamente.
Cuando llegué a la escuela recibí un mensaje de James diciéndome que esperaba verme hoy a las 6 en su casa, además recalcó que le urgían las guías.
-Hola- Me dijo la chica que estaba atrás de mí.
-Hola- Le respondí (más por cortesía que por gusto).
-Yo me llamo Camila, y tú?
-Yo me llamo Rebecca. De qué prepa vienes?
-No creo que la conozcas.- Me dijo cortante.
Nos quedamos un rato en silencio, hasta que ella empezó la conversación de nuevo.
-Lo siento si soy un poco cortante...Las cosas que tienen que ver con el pasado casi no me agradan, por lo tanto no hablo seguido de eso.
La observé mejor para darme una idea del tipo de persona que era. Tenía pecas, usaba lentes de contacto, su cabello era rojizo, era delgada, de tez morena, nariz bonita, labios gruesos y brackets color negro. Tenía una playera negra con una sudadera blanca y pantalones de mezclilla junto con unos tenis negros.
-Así observas a todas las personas que no conoces?- Me preguntó con una sonrisa burlona.
-No, sólo a las que me llaman la atención.
-Me tengo que sentir halagada?
-Lo dejo a tu propio criterio.
Después del curso, me dirigí a mi casa para comer.
Eran como las 3 y ya me moría de hambre, así que cuando me llegó el olor a lentejas me emocioné mucho.
-Que bueno que llegas, estoy a punto de terminar la carne!- Me gritó mi mamá desde la cocina.
-Voy poniendo la mesa- Le dije cuando pasé a la cocina.
-Claro, hoy Yuliette llamó a la casa.
-Qué te dijo?
-Me dijo que había intentado que le contestaras los mensajes pero no te conectabas. Está preocupada porque no sabe nada de su hermano desde ayer en la noche.
-Que extraño...Luego me contacto con ella.
-No sabes nada de Daniel?
-No, y la verdad no quiero saber nada de él.
-Sé que se portó mal contigo, pero esto es grave.
-De seguro se fue de vago con sus amigos o con una chica que conoció por ahí.
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Se me había hecho un poco tarde para ir a la casa de James, le mandé mensaje para avisarle pero no lo vio.
Me estaba preocupando un poco porque no estuvo dando lata sobre las guías después de la mañana.
-Muy bien, son las 6:30. Si le camino rápido llego a las 7.- Me dije a mí misma para darme ánimos.
Estuve caminando un buen rato hasta que por fin llegué a su casa.
Estuve unos 5 minutos tocando y James no abría, pero las luces estaban prendidas y eso indicaba que sí estaba.
Saqué una copia de la llave que me había dado James y abrí la puerta.
Todo estaba ordenado, había un café frío en la mesa del comedor y un pan tostado aún con la mantequilla a medio embarrar.
-James, dónde estás?- Dije mientras subía las escaleras.
Escuché ruidos en la habitación de James, entré e inmediatamente mis ojos se cristalizaron.
-James!- Le grité furiosa.
James abrió los ojos con pesadez y después volteó a ver a la chica que lo abrazaba por atrás.
-Rebecca, te juro que no sé qué pasó. Tengo un dolor horrible de cabeza.- Me dijo James mientras se separaba de Lorena.
Lorena me miró victoriosa y sonrío mientras acariciaba el hombro de James.
-Cariño, no mientas y dile la verdad.- Le dijo a James antes de voltear a verme.- En verdad creíste que James no sería capaz de engañarte? Que ingenua eres!
Miré a James y aventé las guías al piso.
-Ni se te ocurra volver a buscarme.
Cerré la puerta de la habitación y bajé las escaleras lo más rápido que pude.
-Rebecca, no te vayas!- Gritó James desde la habitación.
Salí de la casa y empecé a correr hasta mi casa.
-Oye fíjate!- Me gritó un chico cuando lo empujé por accidente mientras corría.
-Lo siento.- Le dije con la poca voz que tenía.
El chico me agarró del brazo y me quitó el cabello de la cara.
-Qué tienes, Rebecca?- Me preguntó Daniel.
Claramente no le quería contar ¿ustedes le contarían?
-No tengo nada.- Le dije soltándome de su agarre.
-Pues no parece, hoy no vienes con tu novio.
Lágrimas amenazaron con salir de mis ojos y sentí un nudo en mi garganta.
-Qué pasó? Te hizo algo?
-Estaba con Lorena, en su cama.
-Te engañó...
Volteé a ver a Daniel y le di un abrazo, lo necesitaba en ese momento.
-Ya, tranquila. Mañana todo estará más tranquilo y podrás enfrentar la situación.
-Eso espero.
-Quieres que te lleve a mi casa? Yuliette está allá y puedes hablar con ella.
-Sí, porfa
Daniel caminó conmigo hasta donde estaba el auto que había rentado cuando llegó.
-Por cierto, Yuliette no sabía nada de ti desde anoche y me llamó a mi casa.
-Tuve que salir con un amigo al que su novia lo terminó.
-Ah ya...- Contesté sin ánimos mientras me ponía el cinturón.
Daniel arrancó y un disco de La Oreja de Van Gogh empezó a reproducirse.
-También te gusta o lo quito?
-Bromeas? Me encanta!
-Esta bien...Por cierto, ese vestido se te ve hermoso.
-Que milagro que no se te hace muy formal!
-Sí lo es, pero se te ve bonito. Juro que me cambio a tu universidad si te vistes todos los días con vestidos así.
-Daniel, mejor no te cambies. Estoy bien sin un acosador en potencia.
-Llegamos.- Dijo Daniel mientras quitaba la llave y abría su puerta.
Se me hizo muy rápido el camino, hasta se me había olvidado avisarle a mi mamá que mañana la veía.
Salí del auto y corrí hacia la puerta que Daniel ya había abierto.
Yuliette al verme se preocupó y me llevó directamente a su habitación.
-Cuéntame qué pasó?
-James estaba en su cama durmiendo con Lorena, salí corriendo y me encontré con Daniel mientras corría hacia mi casa.
-Se me hace muy raro que James haya hecho eso, no coincide.
-Crees que haya sido un impulso?
-Tal vez lo malinterpretaste tu, porque para James eres muy importante y se ha esforzado para lograr que estés a su lado. Además lo conozco lo suficiente como para saber que él no es de ese tipo de chicos.
-No sé, pero ahorita no quiero pensar en eso.
-Qué te dijo Daniel que estaba haciendo por allá. Me parece sospechoso que te lo encontraras cerca de ahí.
-Dijo que anoche desapareció porque fue a ver a un amigo al que su novia lo había cortado.
-Ah...Bueno, te presto una pijama. Creo que aquí tienes tu cepillo de diente de repuesto.
-Gracias, te quiero.- Le dije dándole un abrazo.
-Yo también a ti, pero hay que apurarnos.
-Tienes razón. Además tú vas a trabajar.
-Eso no es lo importante ahorita, mi prioridad en estos momentos es darte ánimos.
-Bueno...Deja me voy a cambiar y seguimos platicando.
-Claro, acuérdate que el baño está al fondo. Quítate bien el maquillaje porque se te ve un poco mal.
-Sip, intentaré quitarme todo el maquillaje; y no te preocupes que no me perderé.- Le dije mientras abría la puerta de su habitación para salir al baño.
Iba caminando en el pasillo cuando de repente escuché que Daniel estaba haciendo ejercicio en su habitación.
Me detuve tantito para ver un poco ya que puerta estaba entreabierta.
Daniel estaba haciendo abdominales y se le notaba más que estaba marcado.
De repente, Daniel volteó en dirección a la puerta. Apenas tuve tiempo para pasarme al otro lado y caminar de puntitas hacia el baño.
Tuve suerte de que la puerta del baño estaba abierta porque me pude meter fácilmente.
-Juro que alguien me estaba viendo, sentí la mirada de alguien.-Dijo para sí mismo Daniel.- A menos que ya me esté volviendo loco...No lo creo, mejor me voy a la habitación y ya.- Fue lo último que alcancé a escuchar antes de que Daniel se regresara por donde había venido.
-Uff, eso estuvo muy cerca...Pero es imposible, la vez que lo vi en la tienda no estaba marcado!- Pensé en voz baja mientras cerraba la puerta del baño y encendía la luz.
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-Qué película quieres ver primero?- Me preguntó Yuliette mientras me mostraba cinco películas distintas
-La que tú quieras que veamos, no importa.- Le dije mientras agarraba una almohada y me acurrucaba.
De repente oímos que alguien caminaba hacia la habitación.
-Qué hacen chicas?- Preguntó Daniel mientras abría la puerta de la habitación.
-Veremos películas de comedia. Quieres unirte?- Le respondió Yuliette mientras cambiaba lo de los idiomas con el control.
-Claro, pido alado de Rebecca!- Gritó Daniel mientras se aventaba a mi lado.
-Shh! No grites. Mi mamá está durmiendo ya.- Lo reprendió Yuliette antes de tomar asiento alado de mí.
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-Muy bien, ya hay que dormir porque mañana hay muchas cosas que hacer.- Dijo Yuliette mientras bostezaba.
-Cuántas horas pasaron?- Preguntó Daniel mientras se tallaba los ojos.
-Dos horas. Son las 12:30.- Dije viendo mi reloj.
Daniel se fue a dormir a su cuarto y yo me quedé con Yuliette.
-Ya voy a apagar la luz, Rebecca.
-Claro, buenas noches.- Le respondí mientras me tapaba con las cobijas.
-No te me escapes tan rápido. Quiero que me contestes algo.
-Dime.
Yo ya estaba muy cansada y sin ganas de hablar, pero pues Yuliette no me iba a dejar en paz tan fácilmente.
-Qué piensas hacer ahora?
-Sobre qué?
-Te veo como que ya no estás muy enojada con Daniel...Y eso me hace pensar que ya no vas a solucionar las cosas con James.
-Tal vez hoy me porté así con él simplemente porque con James hoy tuve un problema.
-Mira...Te quiero mucho y eres mi mejor amiga, pero eso no te da el derecho de llegar a lastimar los sentimientos de mi hermano.
Me quedé en silencio porque no sabía qué decir.
Yuliette se volteó para verme directamente a los ojos.
-Sé que hemos tenido problemas como familia y que casi no sé de su vida, pero mi hermano no es de los que la siguiente vez que lo veas tenga a otra chica. Él en verdad te quiere y te está ayudando porque no quiere que sufras.
Se hizo un silencio incómodo y yo aproveché para apagar la luz.
-Rebecca...
-No te preocupes, entiendo. Arreglaré las cosas con James, si eso es lo que te preocupa.
-Mañana me voy temprano, Daniel se quedará para llevarte a tu casa mañana.- Me dijo Yuliette antes de quedarse dormida viendo hacia el otro lado del cuarto.
Me quedé un rato despierta hasta que ya no pude más.
Lo último que pensé fue en Celeste, que le había prometido volver y la había dejado sola esta noche.

Todo empezó en una tiendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora