Todo empezó en una tienda

Capítulo 11

Jueves.

-Oye, despierta!
Abrí los ojos un poco adormilada, pero se me pasó cuando vi de quien se trataba.
-Qué haces aquí?- Le pregunté tratando de contener un bostezo.
-Tengo que hablar contigo, es sobre Daniel.
-Qué hora es?
-Por la hora no te preocupes, son las 6 y tenemos buen tiempo.- Me dijo Yuliette mientras se sentaba en la cama.
Nos miramos un rato hasta que yo rompí el silencio.
-Qué pasa?
-Me dijiste que no te interesaba! Y ayer llega a la casa ilusionado porque aceptaste salir con él anoche y hoy.- Me dijo mientras se cruzaba de brazos.
-No fue una salida de esa forma.
-Entonces?
-Me dijo que por lo menos le diera una oportunidad de estar conmigo anoche, aunque después ya no quisiera.
-Y luego aceptaste salir hoy con él.- Me dijo Yuliette mientras me miraba molesta.
-No tiene nada de malo, o por lo menos yo no lo veo mal.
Celeste se subió a la cama y se puso a mi lado.
-Más te vale no ilusionarlo, porque si al final lo lastimas no me va a importar nuestra amistad.- Me dijo antes de pararse y salir del cuarto.
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Ya eran las 8 y no había logrado conciliar el sueño después de lo que había pasado, así que me paré a bañarme.
-Hija, vas a querer algo de desayunar hoy?
-Claro!
-Haré huevos con salchicha, los dejaré en el sartén.
-Por qué?
-Tengo que salir tantito, vuelvo después pero tal vez ya no te alcance a ver.- Me explicó mientras entraba a la habitación para despedirse de mí.
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Terminando el desayuno, subí a lavarme los dientes y recoger mis cosas para irme.
Antes de salir del cuarto, me dirigí a Celeste.
-Te veo luego, Celeste.- Le dije al gato mientras le acariciaba el lomo.
Generalmente estaba entre mi cuarto y el baño, así que no había necesidad de cerrar las demás puertas. Pero como a veces se metía al cuarto de mi mamá, ella se empeñaba en cerrar todo para evitar que estuviera la casa llena de pelos.
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-Pensé que ibas a llegar más tarde.- Me dijo Camila mientras caminábamos hacia una banca que estaba en el patio central.
-Lo había pensado igual, pero tengo que irme acostumbrando.
-Además recuerda que la próxima semana ya venimos una hora más temprano.
Camila sacó una lima y empezó a limarse las uñas. Yo sólo me quedé viéndola.
-Perdón, es que no pude limármelas antes y tengo que limarlas para que no se rompan.
-Si, no te preocupes.- Le respondí antes de voltear a ver a los demás que estaban en el patio.
-Estás buscando al chico?
-No, por qué?
-Parece que lo estás buscando. Pero no hay necesidad, lleva rato viéndonos.
-Qué?
-No lo has visto?
Volví a ver a todos lados pero prestando más atención y seguía sin verlo.
-No seas tan obvia, está afuera de nuestro salón.- Dijo Camila mientras guardaba la lima.- Ya hablaste con él?
-No sé si sea lo mejor.- Respondí inconscientemente mientras volteaba a ver a James.
Al parecer ya no estaba tan afectado, se veía mejor. Además estaba hablando con su grupo de amigos, eso era bueno.
-Deja de verlo así, parece que lo acosas.- Dijo otra chica que llegó a hablar con Camila.
-Ella es Carolina, creo que va en el salón del ese chico.- Dijo mientras se hacía más hacia mí para darle espacio a Carolina.
-Se llama James.- Respondió molesta.
-Bueno, James. Da igual, ustedes entienden.- Dijo Camila sin tomarle mucha importancia.
-De hecho no me acuerdo si hoy o mañana le toca hacer su examen. La mayoría del salón se ofreció a ayudarle, pero dijo que ya tenía suficiente ayuda en casa.-Agregó.
-No dijo de quién?- Pregunté sin pensar.
-No sabemos mucho de su vida privada, tú sí?- Me preguntó Carolina con curiosidad.
-No, no, tampoco...
-Eran novios.- Le dijo Camila a Carolina.
Volteé a ver a Camila para decirle con la mirada que no tenía que haber hecho eso, pero Camila estaba más enfocada en sus dibujos.
-Oh.- Dijo Carolina mientras se acomodaba un mechón de cabello que no tenía desacomodado.
-Pero eso fue hace mucho tiempo.- Dije con una sonrisa falsa mientras le daba un leve golpe en el brazo a Camila.
-Ahora que lo recuerdo, al inicio los vi juntos, así que no creo que haya sido mucho tiempo.- Respondió Carolina mientras volteaba a ver a su salón.- Pero bueno, me tengo que ir. Las veo luego.
Camila y yo tardamos unos minutos más en recoger nuestras cosas para meternos de una vez al salón, más que nada porque James seguía ahí.
-Tenemos que pasarnos, ya no importa si él está ahí.- Me dijo Camila mientras veía su reloj.
-Está bien.- Le respondí mientras apretaba con fuerza mi cuaderno.
Al pasar no pude evitar voltear a verlo, pero me arrepentí inmediatamente porque él sintió mi mirada y volteó al mismo tiempo.
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-Te cuidas mucho, va?
-Claro, no te preocupes.- Le respondí a Camila mientras la acompañaba a la salida.
-Bueno, ya ahora sí, hoy te envío mensaje.
-Esperaré tu mensaje.
-Adiós.- Me dijo mientras me daba un abrazo antes de meterse al auto.
Después de eso, me apresuré para no encontrarme con James.
Ya casi llegaba a la fonda cuando sentí que me estaban llegando muchos mensajes.
-Hola!- Me gritó Mariana mientras agitaba su mano desde la otra acera.
Le respondí el gesto y la esperé a que cruzara la calle.
-Gracias por esperarme.- Me dijo mientras reposaba tantito.
-De nada.- No sabía que otra cosa responder, así que me fui por lo normal.
-Lista?
-Creo que sí, pero mejor hay que apurarnos porque ya vamos un poquito tarde.- Le comenté mientras miraba la hora en el celular.
Comenzamos a caminar lo que faltaba y cuando llegamos notamos que Renata ya estaba acomodando todo.
-Hola chicas.- Saludó sin ánimos.
-Estás bien?- Le preguntó Mariana mientras dejaba sus cosas.
-Sí, creo que sólo me hace falta dormir más.- Respondió distraída.
Mariana la siguió para conversar, así que yo aproveché para ir al baño a cambiarme.
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Daniel me mandó mensaje diciendo que ya estaba cerca, así que lo estaba esperando a la salida de la fonda.
-Lista?- Me preguntó Daniel tomándome desprevenida.
-Qué?
-Ya estaba aquí atrás de ti desde hace mucho, dije que estaba cerca.
-Por qué no me dijiste antes?
-Creí que te darías cuenta de mi presencia o sentirías mi mirada, pero creo que perdí 5 minutos esperando que me notaras.
Empezamos a caminar hacia el parque porque Daniel había dejado ahí el auto.
-Sé que ese parque es muy especial para ti, así que hoy iremos allá y me guiarás a donde tú quieras ir.- Me dijo rompiendo el silencio que había.
-No tenías un plan?
-Ese es mi plan, quiero que me sorprendas hoy.
Me gustaba caminar en ese parque, pero no conocía demasiados lugares cerca y mucho menos abiertos a esta hora.
-Tiene que ser muy formal o algo así?
-No necesariamente, solo un lugar al que quieras que vayamos.
Llegando al parque nos desviamos hacia la derecha en dirección a una taqueria.
-Tacos?- Preguntó Daniel divertido.
-Dijiste que no tenía que ser algo formal.
-No pensé que pensarías en tacos.
-Estás en desacuerdo o de acuerdo?- Le pregunté deteniéndome antes de entrar.
-De acuerdo, solo que me sorprendió.
Entramos y estaba todo lleno, así que tuvimos que esperar unos minutos para que nos asignaran una mesa.
-Cuáles son tus tacos favoritos?
-No tengo unos que diga "Oh, son mis favoritos!" Así que podría decir que todos me gustan.- Respondió Daniel mientras anotaba en la hoja que nos habían dado.- Y los tuyos?
-Tampoco tengo favoritos.- Respondí mientras analizaba el lugar.
No era muy amplio, pero se sabían organizar. Además por el número de gente que había de notaba que eran buena la comida ahí.
-Habías venido aquí?- Me preguntó Daniel mientras me analizaba.
-Ehh...No, la verdad fue lo primero que encontré.- Le respondí nerviosa.
Daniel empezó a reírse y la familia de la mesa contigua nos volteó a ver.
-Qué te da risa?
-Acaso estás nerviosa?
-No, no lo estoy.- Mentí.
Un chico pasó a tomarnos la orden, así que dejamos por un momento ese tema.
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-Qué más quieres que hagamos hoy?- Me preguntó Daniel mientras caminábamos en el parque.
-No sé, qué hora es?
-Creo que son las 9- Me respondió Daniel mientras veía su reloj.
Caminamos todavía un rato así en el parque, sin decir nada.
-Te llevo a tu casa?
-Mande?- Le pregunté mientras salía de mis pensamientos.
-Que si te llevo a tu casa.
-Ah, sí, porfa.- Le dije distraída.
-Te sientes bien?
-Sí, sólo me siento un poco confundida. Como con sueño.
-Muy bien, te llevaré a tu casa. Deja voy por el auto.
-Voy contigo.- Le respondí inmediatamente mientras agarraba bien mis cosas.
-No, quédate aquí.- Me respondió Daniel preocupado.
Acepté quedarme sentada en una banca que estaba cerca.
Estaba perdida en mis pensamientos cuando de repente una chica me habló.
-Rebecca? Qué haces aquí?
-Qué?
-Creo que no me recuerdas, soy Julia. La amiga de James.
-Ohh, ya recuerdo.
-Vienes sola? Tengo que hablar contigo, es urgente que sepas esto.
-Vengo con...
-Daniel?
-Sí.- Respondí un poco confundida.-Cómo sabes?
-Consiguió lo que quería. No quiero que me vea Daniel, tampoco quiero que le cuentes de mí.
-Por? No crees que estás un poco paranoica? Solo es Daniel y ya.
-Mañana a las 8 en donde te veías con James.
-Los laberintos?
-Sí, hasta luego.- Dicho esto se fue corriendo hasta perderse entre los demás.
Me quedé unos minutos pensando en lo que había pasado, pero me aburrí de solo pensar en eso y preferí revisar el celular un rato.
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-Todo bien?
-Mande?
-Te he notado un poco distraída esta noche, siento que hice algo mal.- Me dijo Daniel mientras detenía el coche en un alto.
-No te preocupes, estoy bien.- Le dije para que dejara de insistir.
-Segura?
-Si, segura.- Le respondí con una sonrisa.
No sabía exactamente qué era, pero en estos días me había sentido un poco extraña.
-Ya llegamos.-Me dijo cansado.
-Gracias, enserio.- Le respondí mientras acomodaba mis cosas para salir.
Ya estando en la puerta volteé verlo mientras me despedía con la mano.
-Milagro que no llegas tan tarde.- Me dijo mi mamá mientras abría la puerta.
-Yo también te extrañé mucho!- Exclamé mientras le daba un abrazo.
Entré a la cocina para hacerme un té de manzanilla, la verdad estaba muy confundida y cansada.
-Te sientes bien? Quieres que hablemos?
-Me haría bien hablar contigo, necesito un gran consejo.- Le respondí mientras lanzaba un suspiro.
Puse el agua a hervir y me senté en la mesa con ella.
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-Buenas noches, hija- Me dijo mi mamá mientras me daba un abrazo y un beso de buenas noches.
-Buenas noches, mamá.- Le respondí devolviéndole el abrazo.
Celeste ya me estaba esperando en la cama, así que me acomodé sin causarle tanta molestia.
No lo logré, porque inmediatamente se quejó de que la había aplastado.
-Pues por qué no te mueves si ves que te voy a aplastar?- Le pregunté molesta mientras me volvía a quitar.
La moví tantito y me acosté antes de que se volviera a acomodar ahí.
-Buenas noches, Celeste.- Le dije mientras la empujaba con la espalda para no sentirla encima de mí.
El gato caminó encima de mi y se puso en mi cara, así que tuve que volver a quitarla.
Me miró feo, pero entendió el mensaje y se volvió a poner donde tenía que estar.

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Perdón por no haber subido capítulo antes, tampoco creo subir los próximos capítulos muy pronto. Pero por lo menos ya subí este.