Todo empezó en una tienda

Capítulo 6

Sábado.

-James, rápido! Tenemos que ir a la biblioteca a estudiar!
-Oye, no viste que había un curso que empezaba hoy?
-No, en dónde?
-Una semana antes de empezar la universidad siempre te dan un curso.
-Y por qué no lo mencionaste antes? Yo ya no fui en ese caso!
-Tienes que ir, las vacaciones ya se van a acabar y tienes que empezar a tomar enserio esto.-Dijo James mientras se incorporaba.
Me dio flojera pero tenía razón.
-Quién se mete primero?- Preguntó James señalando el baño.
-Yo!- Grité mientras agarraba mi toalla de una silla y corría al baño.
Cuando estuve ya tranquila adentro del baño, recordé que me faltaban las chanclas.
-James, me pasas las chanclas?
James se empezó a reír y me dijo en tono burlón:
-No! Tendrás que salir tú...
Si queríamos llegar a lo del curso, teníamos que apurarnos.
Salí del baño y agarré mis chanclas para después meterme al baño de nuevo.
Reproduje música de mi lista de reproducción de YouTube y empecé a contar el tiempo que me tardaba bañándome. En total fueron 3 canciones y la mitad de una.
-Rebecca, cielo!
-Qué pasó, James?- Le pregunté mientras salía en toalla del baño.
-Ya se nos va a hacer tarde, me meto a bañar rápido pero cuando salga ya tienes que estar lista-Dijo mientras veía una nota que tenía.
-No te preocupes por eso, no es como si tuviera mucho de donde elegir- Le dije mientras veía la ropa que tenía ahí.
James se quedó viéndome incrédulo antes de meterse corriendo a bañar.
Realmente si llevaba más ropa para escoger. Cuando salimos de mi casa yo agarré dos vestidos más que combinaban con los tacones que llevaban.
El primer vestido se me hacía muy primaveral y honestamente no me atrevería a ponérmelo con el frío que estaba haciendo esos días. El segundo vestido era más tapado pero no se me antojaba vestirme de rosa ese día. La ropa que tenía en casa de James era básicamente un vestido azul que estaba un poco primaveral pero no quedaba con los tacones.
-Ya voy a salir!- Gritó James en tono de advertencia.
Oh no! Ahora qué haría!?
Tomé rápido el primer vestido, acomodé los otros vestidos, me puse los tacones, me cepillé rápido el cabello, me puse los accesorios que llevaba el día anterior y agarré una liga para agarrarme el cabello si me daba calor.
Justo cuando estaba terminando, James salió del baño con gotas de agua cayéndole del cabello.
-Qué me estás viendo, Rebecca?- Me dijo James levantando una ceja. Desde cuándo podía hacer eso?
No me había dado cuenta de que estaba viéndolo pero inmediatamente miré a otro lado y me sonrojé.
-Perdón, es que te ves bien.
-Gracias?- Dijo en tono de pregunta mientras dudaba en si quitarse la toalla o esperar a que yo me diera cuenta y saliera de la habitación.
-A mí no me molestaría, pero si estás más cómodo si yo me salgo está bien.-Le dije encogiéndome de hombros.
-Qué?- Preguntó.
James volteó a verse y dijo:
-Ah, eso. A mí tampoco me molestaría, pero si a ti te incomoda me puedo ir a cambiar a la otra habitación.- Dijo mientras agarraba lo que se iba a poner.
-No, no hay problema. Es decir, de todos modos iba a ir a preparar el desayuno.
James no pudo decir algo antes de que yo saliera disparada a la cocina y tomara agua.
-Muy bien, es momento de que pongas a prueba todo lo que mamá te enseñó...Tenemos huevo, jamón, queso, y tortillas.
Pude haber preparado muchas cosas, pero preferí preparar unos huevos estrellados y calentar un par de tortillas para acompañar el huevo.
Puse los platos en la mesa y agarré dos vasos para servir jugo de naranja que habíamos comprado el día anterior.
Escuché que James iba bajando las escaleras mientras yo ponía los cubiertos en la mesa.
-Huele rico! Qué preparaste?- Dijo mientras entraba al comedor.
-Huevos estrellados. Lo que ha de oler rico es el aromatizante de manzana-canela que compraste ayer.
-No, definitivamente lo que huele bien son los huevos.
Nos sentamos y empezamos a desayunar.
-El curso empieza a las 11. Tenemos 3 horas para estar allá.
-Nos vamos en carro?
-Sería la peor opción. Es Domingo y hay mucha actividad en el centro.
-Entonces hay que llevarnos unas dos botellas de agua.
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James lavó los trastes mientras yo subía a lavarme los dientes y terminar de arreglarme.
En mi bolsa siempre cargo maquillaje y un desodorante, así que no tuve problema con eso. De todos modos en caso de no llevar dejé varias cosas de ese tipo en casa de James.
Después de un rato, James subió para lavarse los dientes y arreglarse el cabello.
Antes de salir agarramos nuestras chamarras y las botellas de agua.
Caminamos un buen rato hasta llegar al inicio del centro.
Cuando llegamos a la universidad ya eran 20 para las 11.
James y yo nos habíamos ido a distintas carreras, así que llegó el momento de separarnos e irse cada quien a un salón distinto.
Pasamos 4 horas haciendo mecánicas para conocer a nuestros compañeros, conocer a los profesores, saber más o menos que íbamos a hacer en cada materia y tener nuestros horarios.
Al salir, noté que eran tantas personas que no podía encontrar a James.
Tuve que esperarlo en la calle de enfrente y tardó un poco más en salir.
-Bien, ahora qué hacemos?
-Tengo entendido que hoy íbamos a ir a la biblioteca...
-Oh si es cierto.
-Oye y cómo está eso de que ya viniste al curso y no has hecho el examen?
-Hay muchos que están así, es que ya no alcanzamos a llegar en las fechas de los exámenes y nos lo iban a aplicar en otra fecha que se acordó para los que faltaban.
-Ah ya...Pero aun así te toman en cuenta.
-Sí...Pero bueno, vamos a la biblioteca. Creo que de lo que veré tengo más duda en matemáticas.
Nos dirigimos a la biblioteca y sacamos los libros que ya teníamos apartados.
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-Vamos a comer?
-Sí
-Escuché a los que ya van a salir de la universidad decir que hay una cafetería muy buena cerca de aquí
-Podemos ir a probar, quieres ir?
-Está bien.
Nos dirigimos a la cafetería (que era más similar a un restaurante) y notamos que no había mucha gente.
-Mesa para dos?- Nos preguntó una chica de nuestra edad. Se me hacía conocida pero no sabía de dónde.
-Sí, por favor.- Respondió James.
La chica nos dirigió a una mesa casi al fondo del local.
-Mi nombre es Ana y seré quien los atienda el día de hoy.
-Ana?- Pregunté incrédula.
-Sí...- Contestó la chica extrañada.
-Esto me dará pena si no eres la Ana que creo, pero soy Rebecca.- Le dije un poco roja.
Ana abrió los ojos de par en par.
-Tanto tiempo sin vernos! Creí que ya no ibas a tener alguna relación después de lo de...- Dijo sin terminar la frase.- Claro que después pasó lo de Axel, pero pues no fue igual.
-De hecho soy...
-James?- Preguntó viéndome a mí.- No lo creo, eso ya sería algo muy cómico y sin sentido.
-Lamentablemente sí es James.- Le dije viendo a James.
Ana se contuvo el grito de emoción.
-Ana, si quieres cuando termines tu turno hablamos, tengo miedo de que te regañen.- Le dije viendo que otra chica nos veía raro.
-Oh claro, qué van a querer?
James y yo le dimos un vistazo rápido a la carta.
-Yo voy a querer unas enfrijoladas y un agua de horchata.- Dijo James mientras veía a Ana.
-Y tú, Rebecca?
-Yo voy a querer un agua de horchata y un caldo de pollo, porfa.
-Enseguida  se los traigo.- Dijo Ana antes de salir corriendo.
De todos los lugares que existen en el mundo, este era el lugar en el que menos me imaginaba encontrarla.
-Crees que ella esté en la misma universidad?- Me preguntó James mientras intentaba hacer una figura con la servilleta.
-Puede que sí, este es un buen lugar si quieres conseguir trabajo.- Le respondí mientras volteaba a ver todo el lugar de nuevo.
Tenía que ir pensando ya en donde iba a meterme a trabajar para tener algo de dinero.
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-Ya terminé mi turno chicos! A dónde quieren ir? Yo les recomiendo un lugar de interés cultural que no hayan visitado, yo siempre voy ahí para deleitarme con la vista de los chicos guapos y solteros- Dijo Ana mientras se ponía su chamarra.
No era muy tarde, pero el viento ya empezaba a soplar muy fuerte y el sol no calentaba mucho.
-Si quieren un día que vengan ustedes solas se pueden ir a echar un taco de ojo, pero no lo hagan enfrente de mí- Respondió James mientras me acomodaba la bufanda que traía para mí.
Empezamos a caminar hacia la plaza principal y nos íbamos entreteniendo con los comercios que todavía estaban abiertos.
En la plaza principal estaba una exposición de la que ninguno de los tres estaba enterado, era algo así como una exposición sobre la música y su historia.
-Quieren entrar o vamos a ver qué otra cosa encontramos?- Preguntó Ana mientras nos dirigíamos hacia la exposición.
-Yo digo que entremos, la parte difícil era cruzar la calle hasta acá y ya lo logramos.- Respondí mientras veía a una señora con tres niños que no le encontraba la maña para pasar con ellos.
Al entrar vimos que todo estaba atascado de gente.
Escuchamos a una niña desesperada que le preguntaba a su mamá:
-Por donde comienza todo esto?
La mamá por supuesto tampoco iba a saber, pero con tal de no darle esa respuesta le dijo que tuviera paciencia y que ya estaban cerca.
Lo que más tenía esa exposición era información sobre la música mexicana, la música prehispánica, los inicios de la música y la música clásica.
-Chicos, vengan! Ya encontré el inicio de todo esto!- Gritó Ana desde un lugar más lejano.
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-Muy bien chicos, nos vemos luego. Gracias por este día, estuvo padre.
-No quieres que te acompañemos a tu casa?- Le preguntó James, aunque era más que obvio que apenas y nos iba a dar tiempo de regresar a las nuestras.
-No te preocupes, James. Ya viene mi amiga por mí. Compartimos piso y le pedí que pasara por mí ya que ella trabaja cerca.
-Oh ya, bueno entonces nos vemos. Cuídate.- Le dije mientras le daba un abrazo.
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-Mañana paso a tu casa en cuanto encuentre las guías.Claro, después del curso- Le dije dándole un abrazo de despedida.
Pasamos por el carro a casa de James y después me llevó a mi casa.
-No te preocupes, ahí estaré esperándote.
-Bueno, pero de todos modos ve a la biblioteca a leer un poco de los temas que no entiendas.
Deshicimos el abrazo y le di un beso rápido en la mejilla. Él inmediatamente se sonrojó.
-Adiós, Rebecca. Te amo.
-Adiós, James. Puede que yo más.
Me salí del auto y abrí la puerta de la casa. Volteé a ver a James y me hizo un ademán con la mano antes de irse e ir desapareciendo a lo lejos de la calle.
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-Quieres un té?- Me preguntó mi mamá mientras yo empezaba a arreglar las cosas de mi cuarto.
-Sí, porfa.
-De paso me cuentas cómo te fue. Me llamó un amigo tuyo, al parece no sabía que no estabas aquí.
-Hablando de eso...Si vuelven a llamar les podrías decir que ya no vivo aquí y que ya vivo con James?
-Y eso por qué?- Me dijo dejando a un lado su Tablet en donde estaba leyendo no sé que tanto.
-Daniel...Nos lo encontramos en el súper y luego en la comida con los demás. Para que dejara de molestar tuvimos que decir que ya vivíamos juntos.
-Ahh...Sabes que no me gusta mentir...Pero si se trata de él, está bien.
Mi mamá bajó las escaleras hacia la cocina y me dejó con Celeste que estaba en la cama oliendo mi bolsa.
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Cerré mi puerta y prendí la lámpara de mi tocador.
Eran las 11:30 y ya estaba muriéndome de sueño, así que mi mamá me dijo que ya era tarde y que tenía que ir a dormir si mañana quería despertar para el curso.
-Miau!- Maulló Celeste mientras se subía a la cama y se ponía boca arriba.
Le rasqué la panza y después me acosté a su lado.
Hacía mucho frío, por lo que tuve que levantarme por otra sábana para no pasar frío, además fui por mis calcetines de peluche que tenía guardados desde el invierno pasado.
Antes de quedarme profundamente dormida le di un beso a Celeste de buenas noches y miré las estrellas, pensando que tal vez James estaría viéndolas también.