—¡Mamá! —Gritaba una chica de unos 8 años, muy morena—. ¡Quiero ser una idol!
—¿Una... idol? —Se acercó a la niña, se la veía muy ilusionada—, ¿sabes lo duro que es eso?
La niña hizo un puchero. La madre le sonreía de vuelta.
—Pero... mamá... las he visto en la televisión, ¡son tan guapas y tan talentosas! Quiero ser como ellas, algún día... —Diciendo esto último, se marchó a su cuarto, todavía con el puchero en su rostro—.
La madre continuó preparando la cena.
* * *
—¡Pranpriya! ¡Despierta! ¡Llegarás tarde!
Tras estos gritos, la chica se levantó de golpe, vio la hora y salió pitando de casa, vestida con lo primero que pilló y arrastrando la maleta hacia el taxi que la esperaba. Se dio media vuelta, su madre estaba mirándola con ojos tristes.
—Te voy a echar mucho de menos, Pranpriya. Has cambiado tanto... —miró su maleta, pensar en que su hija iba a partir a otro país, le partía por dentro pero a la vez, sabía que iba a cumplir su sueño y eso como madre la hacía feliz—.
—Llámame Lalisa, por favor. —Se acercó a su madre y la abrazó hasta que no pudo contener las lágrimas—. Te quiero, mamá. Nos veremos pronto.
Con esta despedida, Lalisa se subió al taxi el cual la llevó al aeropuerto. Tenía el billete en la mano derecha, y le temblaba muchísimo por los nervios.
Tras horas y horas en el avión, Lalisa escuchó a través de los altavoces "Pronto llegaremos a su destino, Seúl". Se espabiló de golpe, esperó a que el avión llegara a su destino y con todos los nervios encima bajó torpemente hacia la estación. No se lo podía creer.
«Esto es un sueño, que alguien me pellizque o me caigo muerta aquí mismo» pensaba Lalisa, que contemplaba la ciudad en la que se encontraba, aquella que veía por la televisión cada día.
* * *
—Lalisa Manoban, quince años. Es tu turno. —Dijo una coreógrafa que parecía ser muy importante—. Vamos a ver cómo te mueves. —Tras decir eso, empezó a sonar la música—.
Lalisa estaba que se moría de los nervios, pero a la vez confiaba en sí misma. Desde muy joven bailaba, tenía un pequeño grupo de baile en Tailandia y ganaron varios premios. «Puedo con esto, puedo con esto, ¡joder!» pensó repetidamente, pues sus piernas no contestaban. Y no sabía por qué.
—¿Señorita? ¿Se encuentra bien?
—Sí, sí... Me permitís un momento, ¿por favor? —Salió corriendo hacia el baño—. Joder, parece que para eso si os movéis, eh, ¿piernas? ¡Qué os pasa! —Se la podía ver discutiendo con sus propias extremidades enfrente del espejo—.
Mientras esta "discusión" ocurría, una chica de unos quince años salía de uno de los baños. Era rubia, delgada y muy bonita. Casi como una flor.
—Oye... —Miró a Lalisa con una cara como para describirla—. ¿Estás bien? —En el fondo se estaba aguantando la risa—.
Lalisa en ese momento la miró a través del espejo, se quedó muda con su belleza. No significaba que le gustaba, simplemente ella era bella. Además, la pilló en un momento bastante vergonzoso.
—Sí —Se recompuso—, recién estaba en mi primera audición y resulta que mis piernas no querían hacerme caso. ¡Qué cosas! —Acabó riendo por no llorar, llevándose una mano a la cara—.
—Tranquila, es normal. Yo también me puse muy nerviosa en mi primera audición. —Sonrió a la morena—. Ah, perdona; me llamo Roseanne, pero puedes llamarme Rosé —le tendió la mano—.
«Rosé... ahora entiendo de donde viene tu belleza» pensó Lalisa mientras le devolvía el gesto.
—Yo me llamo Pran... —Tosió, disimulando.— Lalisa. Puedes llamarme Lisa.
—Encantada Lisa —Soltó el agarre y salió del baño, dándole un toquecito en el hombro—, y tranquilízate, seguro que sales ahí y te sale genial.
Estas palabras la calmaron un poco. Miró sus piernas y notó que podía controlarlas de nuevo. Salió ahí afuera e hizo la audición. Estaba tan concentrada que no se fijó en que alguien a lo lejos la estaba observando.
* * *
—Uff... Menos mal que no la he cagado otra vez. —Decía Lisa para sí misma mientras se cambiaba en los vestuarios—.
—Oye, morenita —escuchó una voz desconocida—, lo has hecho muy bien en tu primera audición.
Se giró para ver quién le hablaba con tantas confianzas, «¿quién se cree para llamarme "morenita"?» Al verla su rostro cambió totalmente. Ella era muy guapa también. Tenía un cabello largo y oscuro, con unas mechas rubias al final que le hacían una pinta algo macarra, pero adorable a la vez.
—Esto... ¿Gracias? —Trató de disimular y la miró extrañada—. ¿Y tú eres...?
—Jennie Kim, ¿no me conoces? —Sonrió confiada—.
—Nooo... ¿Debería? —Todavía la miró con más confusión. «¿Será una celebridad? Pero si es muy joven... Y muy guapa.» pensó—.
—¿Me estás vacilando? —La morena con mechas rubias se plantó enfrente de ella, acortando distancias y con una mirada desafiante, aunque Lisa era más alta—.
—N-No... —No sabía de qué iba esto—. No te conozco, de verdad. Lo siento. —Dijo tratando de alejarse de ella y se fue de allí ya vestida, lo último que quería era tener problemas el primer día de entrenamiento—.
Al salir se topó con Rosé, le había caído muy bien y eso que apenas cruzaron palabra. Aún tenía que darle las gracias por lo de antes.
—Hey, ¡Rosé! —La saludó con la mano—. ¿Te apetece ir a tomar algo?
Lisa realmente necesitaba una amiga, y ella era la mejor candidata. «Dudo que le haya caído bien a Jennie, así que...» pensó.
—Así te compenso lo que has hecho por mí antes —Sonrió—.
—¡Claro! Y me explicas qué tal llevas tu primer día de entrenamiento —Soltó con una gran sonrisa, la chica parece ser muy alegre e inocente—.
—Pues parece que he hecho otra amiga —Dijo irónicamente, entre risas—.
—¿Ah si? ¡Quién! —Apareció el lado cotilla que tenía Rosé dentro, se ve que no pilló que eso último era irónico—.
—Jennie se llama. Jennie... ¿Queen? ¿Sim? —Se quedó pensando unos segundos—.
—¡Kim! ¿Jennie Kim? ¿JENNIE Kim? —Rosé se sobresaltó y se abalanzó hacia Lisa acorralándola—.
—Em... ¿Sí? ¿Qué pasa con ella? —Miró muy confundida a su nueva amiga. «¿Todo el mundo la conoce menos yo o qué cojones?» pensó—.
—Tu primer día y ya te haces amiga de Jennie Kim... Qué fuerte —Se pone una mano en la boca para esconder una risita marujona—. ¡Y qué suerte!
—Pero vamos a ver... ¿Quién es esa chica?
Rosé al escuchar esa pregunta se le quedó mirando anonadada. Al cabo de unos segundos reaccionó.
—Es una chica muy famosa aquí en Corea, y eso que sólo tiene 16 años... —«Así que mayor que yo, ¿eh...?» pensó Lisa—, también estudió en el mismo colegio que yo cuando éramos pequeñas, en Nueva Zelanda. Así que la conozco un poco.
—Esto pinta interesante, Rosé —esbozó una sonrisa algo picarona, pensando en qué tipo de relación va a tener con esa tal Jennie—. Pero mucho.
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pretty or nasty.
Fanfictionlisa y jennie son trainees en la yg, y junto sus amigas rosé y jisoo intentarán superar los problemas que les acechan para formar lo que será el grupo que cambiará sus vidas.