Capítulo 12

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Después de una larga ducha una morena salió secándose el cuerpo y el pelo durante un rato, mientras tarareaba una canción. Tenía los ojos cansados por haber llorado ahí dentro. Se marchó del cuarto de baño con el pijama puesto y una toalla recogiéndole el pelo mojado y se dirigió con cuidado al sofá donde se encontraba su amiga Jisoo, dormida, de tal forma que parecía que iba a dislocarse el cuello.

Buenos días eh —Decía Jennie sentándose en el sofá y apoyando su tobillo en la mesita, tratando de disimular los ojos que traía. Despertó a Jisoo dándole un pequeño empujón—.

¿Hmm..? —Entreabrió los ojos despertándose poco a poco e incorporándose de aquella posición incómoda en la que había dormido—. Perdona, es que te has pasado un buen rato ahí en tu cuarto y caí redonda —Decía llevándose las manos a los ojos, despejándose—.

Jennie se sonrojó un poco al recordar lo que estaba haciendo hace un rato en su cama.

Yo también me dormí —Mintió—. Así que no pasa nada. —Dijo secándose el pelo de nuevo con la toalla—.

De repente entró el padre en la escena, él normalmente visitaba a su hija pues era bastante controlador con ella. Parecía molesto.

Hola, chicas —Las miró a ambas, también vio el tobillo de Jennie reposado en la mesita—. ¿Podemos hablar, Jennie? —Hizo un ademán para que Jisoo les dejara solos. La pelinegra hizo caso omiso yéndose a otro cuarto, aunque se quedó cerca para poder espiarles—.

¿Qué ocurre, padre? —Preguntó en tono serio y con cierto respeto—.

Has empezado a bailar de nuevo, ¿verdad? —Se sentó al lado de su hija—.

Sí... —Miró a su tobillo que todavía le dolía un poco, seguramente debería descansar más de un día por haber bailado hoy—. Pero me duele el tobillo, padre. —Se quejó la morena—. ¿Puedo descansar unos días más sin ir a las clases de baile? —Se notaba la desesperación en su voz—. ¿Por favor?

A su padre solo le interesaba que ella volviera a bailar como antes, se lo dejó bien claro al director por teléfono. Él es duro, pero al ver a su hija pidiéndole algo de esta manera, cosa que no hacía en años, le tocó. Jennie siempre se ha mostrado fuerte e implacable, aunque estuviera mala. Quizá no era solo el tobillo lo que la torturaba.

Está bien —Soltó el padre fríamente—. Pero tendrás que hacer más clases de canto y rap para compensarlo.

Muchas gracias —Le sonrió de vuelta con una pequeña reverencia que hizo con la cabeza. Realmente necesitaba ese descanso, y al menos el rap era su pasión—.

Jisoo, que estaba escuchando detrás de la puerta, oyó lo que le dijo el padre y se le ocurrió una idea. Aprovechó y entró al salón de nuevo junto a ellos.

—Tengo una idea para que la recuperación de tu tobillo se te haga más corta —Decía la pelinegra con una sonrisa, mirando a ambos—. ¿Y si hacemos una batalla de gallos en las clases de rap? Será divertido. —Sonaba emocionada y todo—.

Padre e hija se miraron primero extrañados. Después miraban a Jisoo que tenía una sonrisa de par en par, su idea le pareció de lo más estupenda y no lo ocultaba. Parecía que poco a poco la idea les convenció.

Mientras asistas a las clases, me da lo mismo —Dijo el padre un poco borde mirando a Jennie—.

Me parece guay la idea, aunque ya sabemos quién va a ganar —Sonaba muy confiada, además siempre veía batallas de gallos en youtube y le encantaban—.

pretty or nasty.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora