—¿¡Qué cojones!? —Es lo primero que pudo decir Lisa al ver lo que estaba ocurriendo: Jennie agarrada por un hombre más alto y más fuerte que ella, parecía inconsciente, seguramente por un golpe que se habrá dado al tratar de zafarse antes—. ¡Jennie!
Lisa no podía creerse lo que estaba pasando, tenía a unos metros aquella escena que empezó a provocarle un enfado e ira terribles. De verdad Lalisa Manoban parecía otra persona cuando se enfadaba, y daba miedo.
—Suéltala —Le dijo muy enfadada a aquel hombre, ni siquiera podía reconocerle, había tan poca luz y tanto la gorra como la máscara lo camuflaban—.
—¿Qué sois —Preguntó el hombre con tono mezquino mientras sujetaba a Jennie, inconsciente—, bolleras? —Al decir esa palabra se notaba un gran tono de asco en su voz—.
—A ti qué coño te importa —Apretó los puños y los dientes, mirándolo fijamente con mucha rabia—. Suéltala ahora mismo —Le avisó de nuevo, mirando ahora con preocupación a la morena—.
—Menudo asco que dais —Soltaba el hombre mirándolas a ambas, agarró con fuerza el cuerpo de Jennie y se lo colocó rozando el trasero de esta con su entrepierna—, a ver si esto la cura.
Lisa, ante lo que estaba viendo, no pudo más del asco y la rabia y se dirigió hacia él como un rayo para propinarle un fuerte puñetazo en toda la cara, cosa que hizo que el cuerpo de Jennie se desprendiera de sus manos y cayera. Por suerte, Lisa tuvo la suficiente agilidad y velocidad de agarrarla antes de que su cuerpo se diera contra el suelo.
El hombre, muy mareado, empezó a sangrar de la nariz. Se quedó medio sentado en el frío suelo llevándose la mano a la mascarilla mojada por su sangre. Pudo ver de forma borrosa como Lisa se llevaba en brazos a Jennie, corriendo como si le fuera la vida en ello. La rubia solo podía pensar ahora en llevarla al hospital, muy preocupada por ella.
—Mierda... —Respiraba Lisa como podía, con el pequeño cuerpo de Jennie en brazos, como si fuera una princesa. No pudo evitar mirarla, por suerte no tenía ninguna herida y su rostro era precioso. «Qué ángel...» pensó al verla tan de cerca—.
Después de unos segundos continuó su marcha hasta llegar al hospital de la zona, todavía seguía nerviosa y temblando por todo lo que había ocurrido. Ni siquiera se dio cuenta que tenía los nudillos de su mano derecha morados, por el gran golpe que le dio en la cara a aquel desgraciado. No le dio importancia, en cuanto entró llamó a las enfermeras y médicos para que atendieran a Jennie, a la cual tumbaron en una camilla y se la llevaron para hacerle todos los chequeos.
Lisa tuvo que quedarse esperando fuera, poniéndose en lo peor (a veces ella era muy dramática) y ya empezaba a morderse las uñas por los nervios que se traía encima. «Que salga ya alguien, joder. ¿Por qué tardan tanto?» se decía esto para sí misma mientras caminaba de un lado para otro, no podía ni estarse quieta en el asiento de la sala de espera.
—¿Jennie Kim? —Salió una médica preguntando por los familiares/amigos de la morena, según el protocolo habitual. Lisa se incorporó agitada mirando a la doctora—.
—¿Cómo se encuentra? —Preguntó muy preocupada la rubia—.
—Bueno, le explico: —La doctora se puso seria, cosa que le preocupó todavía más a Lisa— No tiene heridas superficiales, pero sí una gran contusión en la cabeza que ha provocado que se desmayara. Ha estado descansando todo este rato y ya está estable, puede ir a verla y en un rato pueden irse a casa.
—Muchísimas gracias —Dijo la rubia soltando un gran suspiro de alivio y haciendo como mil reverencias a la doctora que ya la empezaba a mirar un poco raro. Después de eso caminó hasta la habitación de Jennie, golpeando la puerta antes—.
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pretty or nasty.
Fanfictionlisa y jennie son trainees en la yg, y junto sus amigas rosé y jisoo intentarán superar los problemas que les acechan para formar lo que será el grupo que cambiará sus vidas.