—Jisoo —Pronunció el hombre con voz ronca—. Déjanos solos.
—Ni de puta coña —Agarró a Jennie con firmeza tratando de alejarse del director—.
El hombre se acercó a Jennie de forma muy directa y le agarró un pecho, apretándolo con fuerza. La chica respondió quejándose pero no muy alto, no quería montar ningún escándalo y menos con el director.
—Suéltala ahora mismo o sigo apretando.
—Cómo puede una persona como usted ser el director de esto —Jisoo miró a Jennie y esta le susurró un "no te preocupes" mientras aguantaba las lágrimas. Si desobedecías a este hombre a saber qué te pasaba al día siguiente. Con lágrimas en los ojos soltó a Jennie, la cual se apoyó en el hombre que paró con el agarre—.
Jisoo salió corriendo entre lágrimas, con una mezcla de rabia, impotencia y culpabilidad en su interior, chocándose después con dos chicas.
—P-Perdón —Salió disparada tratando de ocultar su llanto, apartando la cara—.
—¿Qué le pasa a esa? —Se giró Lisa muy extrañada, estaba despistada y no se había fijado en lo que estaba ocurriendo—.
—Lisa... —La otra chica le dio golpes con el codo—.
—¿Qué?
—M-Mira eso... —Rosé estaba paralizada pero logró señalar aquella escena donde un hombre llevaba a Jennie en sus brazos—.
No le bastaron más de dos segundos a Lisa para correr en aquella dirección y abalanzarse sobre aquel tipo. Ella desconocía la identidad del director, así que simplemente pensó que era un acosador cualquiera, quizá el mismo que el del baño.
—¿¡Pero QUÉ te crees que haces!? —Gritaba la rubia a aquel hombre—.
Que ella se abalanzara de esa forma provocó que Jennie cayera al suelo, y el hombre furioso levantó a la chica, tratando de parecer inocente.
—Estaba llevando a Jennie a enfermería, no tiene bien el tobillo —Mintió, señalando el tobillo de la más bajita—. ¿Es que no lo ves? —Sonaba muy enfadado, se dio cuenta que era la misma chica que los interrumpió ayer en el baño, pero trató de disimular. Parece que Lisa no logró verle la cara al tipo y no lo reconoció—. Encima por TU culpa se ha caído y tardará más en recuperarse, la pobre... —Trató de sonar lo más preocupado por Jennie posible, dando una imagen completamente distinta de él—.
—Jennie, ¿es verdad lo que está diciendo este? —Miró a Jennie preocupadísima, no se creía un pelo lo que este hombre decía—.
La mirada de Jennie era vacía. Sin vida.
—Es verdad, él me estaba ayudando y has venido a joderlo todo.
Esto le sentó a Lisa como un tiro en el corazón.
—¿Ves? Ahora déjanos solos, ella necesita... —La miró con mucha lascivia—. Descansar.
Lisa se quedó paralizada. Vio cómo se iban ellos dos a lo lejos, entrando en una habitación de la enfermería. Volvió donde estaba Rosé con una expresión muy fría pero confusa a la vez. «Jennie...».
* * *
—Aparte de saber rapear, bailar y cantar, también sabes actuar. —Dijo el director deslizando unas cortinas que había al lado de la camilla, mientras reía—.
Jennie estaba en silencio.
—¿Qué se te da mal a ti, mi Jennie? —Se acercó el hombre a la chica para robarle un beso—.
Jennie ni se inmutó.
—Tranquila, que hoy seré bueno. Te dejaré descansar lo que haga falta y cuando te recuperes, harás la audición de baile. —Tocó de nuevo sus labios con el pulgar de forma bastante ruda y después se fue—.
Jennie miraba a la nada con la misma vacía mirada. Una lágrima cayó por su rostro.
* * *
—¡Jisoo! —Gritaba una rubia a lo lejos mientras se acercaba a la pelinegra—. ¿Qué ha pasado antes? Y no me digas que nada porque te conozco —Se sentó a su lado, la mayor estaba en un banco con la mirada perdida—.
«No puedo perdonarme esto...» pensó Jisoo.
—Nada, no pasó nada. —Mintió—. Jennie se torció el tobillo ayer y el director la ayudó para llevarla a la enfermería. Eso es todo. —Continuaba mirando a la nada—.
«No me voy a perdonar en la vida» continuaba diciendo la voz interior de Jisoo, torturándose en silencio.
—Mientes fatal. —Dijo Rosé suspirando, a lo que la pelinegra no respondió—. Tranquila, que lo descubriré por mí misma. —Se levantó decidida y se marchó—.
* * *
En los baños se podía escuchar a una chica encerrada, llorando de la rabia. Hasta golpeaba la puerta de la impotencia, dañándola y destrozándose los nudillos. «¿Por qué Jennie, por qué...?».
Entró otra chica que golpeó la misma puerta, pero para entrar.
—Lisa, sal de ahí. —Era Rosé, preocupada—. No te creas nada de lo que dijo Jennie.
Ante esas palabras la rubia con flequillo salió del baño, con los ojos ya hinchados.
—¿Cómo sabes que no es verdad lo que decía? —Preguntó todavía con voz entrecortada—.
—Por favor, ¿es que eres tonta o es el tinte? —Se la llevó fuera del baño para tratar de calmarla mejor—. Algo pasa con Jennie, Lisa. Y tenemos que descubrirlo. —Dijo Rosé creyéndose Sherlock Holmes mientras Lisa conseguía calmarse, ya había dejado de llorar. La más alta se puso agua fría en los nudillos para aliviar el dolor—.
—Vale, pero no te flipes —Se rio un poco ante la actitud de su amiga—. Además, tú también estás teñida, no me jodas.
Entre algunas risas se dirigieron hacia la enfermería, exactamente hacia la habitación de Jennie. Pero antes, Lisa pensó en una cosa. Inmediatamente cambiaron de rumbo y fueron a una tienda cercana. Al cabo de unos quince minutos salieron de ella. Ahora sí, caminaron hasta la habitación donde Jennie descansaba. Tocaron a la puerta y la abrieron un poco.
—¿Se puede? —Dijo Rosé amablemente. Pero no hubo respuesta—.
—¿Hola? —Esta vez fue Lisa, que tampoco recibió respuesta. Decidieron entrar sin permiso—.
Jennie estaba recostada en la camilla, la cual estaba doblada hacia arriba para poder estar más cómoda. La morena se dedicaba a mirar en silencio por la ventana que daba a unas vistas bastante bonitas.
—Jennie... Hemos venido a ver cómo estás —Dijo Rosé preocupada. Siempre estaba preocupándose por los demás, así era Roseanne Park—.
—Sí —Afirmó Lisa—, yo... te he traído un pequeño regalo —Se lo dio en una cajita negra también pequeña y con un lacito de color rojo—. Espero que te guste.
Jennie abrió el regalo y se quedó mirándolo un buen rato. Era un anillo de color negro, bastante sencillo. Pero en él había una inscripción en dorado que apenas podía leerse: "Sometimes, when darkness comes, I'll be your fire" es lo que ponía en aquel anillo.
—Nos vamos ya, no queremos molestar. —Dijo la más joven, mostrándole una cálida sonrisa, aunque ni siquiera la mirase—. Lo siento por lo de antes... —Su sonrisa se entristeció— Mejórate. —Y salieron de la habitación—.
—"When darkness comes", ¿eh? —Dijo con retintín la morena, mostrando una débil pero sarcástica sonrisa en su rostro. Agarró el anillo con dos dedos y miró la ventana a través de él—.
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pretty or nasty.
Fanfictionlisa y jennie son trainees en la yg, y junto sus amigas rosé y jisoo intentarán superar los problemas que les acechan para formar lo que será el grupo que cambiará sus vidas.