Capítulo 20

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Lisa colgó el teléfono, hablar con su madre la había calmado. Se sentó en el bordillo de la cama y fue directa a la galería de fotos, repasando las que tenía con su mejor amiga Rosé. ¿Estaba bien esto que iba a hacer? ¿Volver a Tailandia, renunciar a su sueño? ¿Dejar las amistades que hizo aquí, dejar a Jennie sola? Sabiendo todo lo que le había ocurrido, y aún así por miedo volver a su casa. 

Tampoco es que ella viese otra opción. 

Suspiró y se levantó, fue lentamente a la ducha para despejarse y mentalizarse de que mañana se marcharía, mañana por la mañana cogería el vuelo directo para ir a Bangkok. Se desnudó y sin mirarse al espejo se coló en la ducha, dándose con agua caliente. Relajó los hombros apoyando la frente en la pared, notando el agua deslizarse por todo su cuerpo. Lo único que ocupaba su mente era la morena que la atormentaba desde que la conoció, su bello rostro, sus curvas, sus expresiones provocativas e inocentes a la vez. No podía dejar de pensar en ella, y eso le dolía. Le dolía pensar que ella no puede estar a su lado, que solo empeora las cosas. 

Terminó de lavarse, de aclararse y cerró el mando. Se colocó una toalla envolviendo su atlético cuerpo para secarse, con otra haciendo el mismo trabajo con su larga melena rubia. Cuando terminó se puso el pijama. Era de noche, pero no demasiado tarde. Tampoco tenía sueño porque había estado durmiendo todo el día ya que no se encontraba nada bien y durmiendo era su única forma de evadirse.

Sacó la maleta del armario y empezó a colocar toda su ropa dentro, con dificultad, sabía que irse es de cobardes, que no era lo correcto. Aún así, terminó de guardar sus cosas y dejar la maleta lista para mañana. Lágrimas caían por sus ojos mientras lo hacía, ella deseaba quedarse aquí, deseaba conocer más a Jennie, deseaba conservar a Rosé y a Jisoo. Pero después de todo lo ocurrido, después de las amenazas, de las inseguridades... sentía que solo estorbaba, que todo iría a peor si ella se quedase.

Volvió a secarse las lágrimas, aguantándose como podía. Ya había llorado bastante. Se metió en la cama y trató de dormir, tarea casi imposible.

*     *     *

Ya era por la mañana, Lisa se despertó por el estruendo de la alarma que llegaba a sus oídos. Sus ojos estaban rojos y con ojeras, llorar tanto no le hizo bien. Sumándole que no pudo dormir nada y lo poco que pudo dormir, lo hizo mal. Se levantó cambiándose de ropa, no estaba de ánimos para arreglarse demasiado así que se colocó una gorra negra acompañada de una mascarilla del mismo color. Suspirando y echándole un último vistazo a su apartamento, agarró un folio y escribió algo, dejándolo en la estantería más visible. 

Agarró la maleta y se dispuso a marchar de allí, no sin antes decirle algo al encargado de los apartamentos donde residía.

 —Si ves a Rosé, por favor, dile que entre a mi apartamento  —Dijo Lisa con pocas fuerzas, mostrando una sincera sonrisa—.

El encargado conocía a Lisa y Rosé, eran muy buenas amigas y pasaban mucho tiempo juntas. El hombre mayor asintió, y le deseó un buen viaje a la pequeña que ya marchaba del lugar, llamando un taxi con la mano. El camino de allí hasta el aeropuerto era pesado, tardó como media hora en llegar. Se bajó del auto con su maleta y caminó lentamente hasta el aeropuerto, todavía le quedarían unas cuantas horas para el embarque. Decidió sentarse en unos asientos y esperar, haciendo caso omiso al móvil. No quería que nadie la detuviese, excepto Jennie.

*     *     *

Park Chaeyoung salía de clases, era la hora del recreo y lo aprovechó para ir a visitar a su amiga, estaba realmente preocupada por ella desde que ya no le contestaba a los mensajes. Fue corriendo a su apartamento, cuando el encargado la detuvo.

pretty or nasty.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora