Capítulo 13

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Entraban un par de chicas al gran edificio de la YG Entertainment, una apoyada ligeramente sobre la otra por su persistente molestia en el tobillo. Mientras caminaban hacia la entrada se encontraron con otro par de chicas que hablaban alegremente; se detuvieron todas, mirándose las unas a las otras de forma algo incómoda.

 —Buenos día, unnies—Saludaba educadamente la más pequeña a sus compañeras haciendo una leve reverencia con su cabeza, a lo que Rosé la imitó haciendo lo mismo—. Que tengáis un buen día hoy —Sonrió rompiendo el hielo—.

—Igualmente —Decía Jisoo con el mismo respeto, mientras disimuladamente le daba codazos a Jennie con la intención de que ella le preguntara a Lisa si ella y Rosé estaban juntas—.

—Que tengáis un buen día vosotras también —Soltó la morena de forma cortante, ignorando los gestos de la mayor. Después de unos raros segundos las rubias se marcharon con cara de situación—.

Cuando ya se habían alejado lo suficiente, la pelinegra se encaró a Jennie frunciendo el ceño.

—¿Qué te pasa a ti ahora? —Suspiraba Jennie ante la actitud de su amiga—.

—Lo tenías a huevo para preguntarles si están juntas, joder —Decía Jisoo de forma impaciente y poniendo las manos en jarra, indignada perdida—.

—Qué poca paciencia, hija de mi vida —Puso los ojos en blanco la morena con cierto desdén—, ya le preguntaré a Lisa más tarde, ahora debería descansar el pie hasta que me toque la clase de rap —Se volvió a apoyar en la mayor para dirigirse a enfermería—.

—Ains... —Se calló finalmente y ayudó a Jennie a llevarla hasta su habitación, aunque en el camino se encontraron con el director. Jisoo no pudo evitar mirarlo con asco y Jennie con miedo—.

—Buenos días —Saludaba el director de forma educada, como si nada—. Ya habló tu padre conmigo, no harás las clases de baile pero sí las de canto y rap, ¿no? —Se acercaba a Jennie con mirada lasciva, a lo que Jisoo la apartó de él—. 

—También me enteré de lo de la batalla de gallos —Miraba los labios de la morena de forma muy perversa, daba miedo realmente—. Vas a participar, ¿verdad? —Le preguntó directamente, agarrando su barbilla porque la morena le estaba apartando la mirada por el miedo—.

—Sí, va a participar —Contestó la mayor por ella, podía notar como Jennie temblaba entre sus brazos—. Ahora, por favor, déjela descansar su tobillo al menos. —Dijo lo más respetuosa que podía, mordiéndose la lengua, le tenía muchísimo asco a ese señor pero desgraciadamente era el director de la importante agencia—.

Se llevó a Jennie a la enfermería, cerrando la puerta mientras la contraria se tumbaba con cuidado en la camilla, sacando su neceser con los analgésicos y las vendas. Todavía estaba temblando pero trataba de ocultarlo.

—Jennie... —Se acercó su amiga a la camilla, apoyándose en ella y dándole la mano como muestra de apoyo—. Esto no puede seguir así, de verdad.

La morena no pudo contestar. Sabía perfectamente que Jisoo tenía razón, que ese hombre es un asqueroso pervertido que se aprovechaba de ella por su cargo. Pero este era su sueño, es lo que deseaba: cantar, rapear, bailar... La música era su vida, no podía enviarlo a la mierda de esta forma. No sabía qué hacer, le salieron las lágrimas sin control alguno, se tapó la cara con vergüenza mientras se apoyaba en el hombro de su amiga con desesperación.

La mayor, con muchísima impotencia, abrazó a Jennie mientras ambas estaban en un silencio desgarrador. Se podía notar el dolor de la más pequeña a kilómetros, todo lo que ha estado guardando durante estos meses poco a poco va saliendo de su interior, como sus lágrimas que caían por su rostro hasta toparse con el jersey de la pelinegra. A la mayor ya no le importaba la mancha que tenía en su ropa, sólo quería ser su pañuelo durante este rato en que se desahogaba Jennie. Lo necesitaba.

pretty or nasty.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora