Pasaban los días y Lisa no salía de su apartamento, tampoco de su cama. Las llamadas y mensajes que recibía su móvil eran muchos pero apenas contestaba, y si lo hacía, se podía notar su voz quebrándose cada vez que abría la boca. No tenía ganas de nada, y le tenía miedo a todo. ¿Qué podría pasar ahora? El padre de Jennie las vio, de esa forma... ¿Y si se lo contaba al director? ¿Qué sería de Jennie? ¿Y de ella?
Un dolor se hacía presente en su pecho, dificultándole la respiración. Otra vez otro ataque de ansiedad. Estrujó a la almohada entre sus brazos tratando de calmarse, tratando de imaginar que Jennie estaba ahí, abrazándola. Otra vez las lágrimas manchaban la almohada, otra vez solo se podía escuchar el llanto de Lisa pidiendo ayuda.
Mientras tanto, en la YG, se encontraban Rosé y Jisoo en el descanso. Eran conscientes de toda esta situación: Lisa no se presentaba y apenas daba señales de vida, y Jennie cada día traía una cara con ojeras, seguramente de no poder dormir o de llorar por la noche.
Jennie sí iba a las clases (obligada por su padre) pero sentía que esta situación la superaba. Tenía el mismo miedo que Lisa, ¿qué pasa si su padre ya le dijo todo al director? ¿Qué pasa si el director la "castiga"? ¿Y si la echan de la agencia? Pero en realidad lo que más le preocupaba era Lisa. No se atrevió a hablar con ella desde entonces, ni a mandarle ni un solo mensaje.
«Todo esto es culpa mía» pensaba Jennie mientras salía de clase para dirigirse al descanso. Mismamente por eso no se atrevía a hablarle a la rubia. «Seguramente no quiera estar conmigo, no después de todo lo que le está pasando...» suspiró con un gran nudo en la garganta. Rosé y Jisoo estaban esperándola a la salida, y vieron el rostro que la morena llevaba encima. La vieron a lo lejos y se acercaron a ella.
—Hey, Jennie... ¿cómo estás? —Preguntó Rosé preocupada—
—Viva —Soltó la más bajita de forma tajante. Era obvio que no estaba bien—.
—Nini, sabes que estamos aquí para intentar ayudar... tanto a ti como a Li— —Jennie la cortó antes de que pudiese pronunciar aquel nombre—
—¿Ah, sí? ¿Cómo tenéis pensado ayudarme? —Se encaró con lágrimas en los ojos, producto de la impotencia que sentía encima— ¿Acaso sabéis todo lo que está pasando? ¿Las consecuencias que podría tener?
—J-Jennie... —Dijo Rosé con una gran tristeza en su rostro, llevando una mano al hombro de la morena para tratar de reconfortarla. Pero ésta última la apartó—
—Dejadme sola —Bajó la mirada para ocultar sus lágrimas y se fue corriendo dentro del edificio, concretamente al vestuario—.
Tanto la rubia como la pelinegra se miraron muy tristes, sabían a la perfección lo que estaba ocurriendo y lo que podría ocurrir, pero se sentían muy impotentes al ver que sus mejores amigas estaban pasando por esta situación solo porque... ¿se querían?
Jennie corrió hacia el vestuario de chicas pero se chocó con alguien, con un chico alto y moreno. Con Hanbin.
—Hey, ¿estás bien? —Parecía preocupado el muchacho—
—¿Me ves con cara de estar bien? —Se apartó Jennie de su agarre, limpiándose las lágrimas. Había algo en ese chico que no le gustaba—.
—¿Es por Lisa? Hace días que no aparece —Se lleva una mano al mentón, pensativo— Se os veía juntas últimament—
—¿¡A ti qué coño te importa!? —Espetó Jennie enfadada, el chico sacó aquel tema de esa forma tan brusca—
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pretty or nasty.
Fanficlisa y jennie son trainees en la yg, y junto sus amigas rosé y jisoo intentarán superar los problemas que les acechan para formar lo que será el grupo que cambiará sus vidas.