Capítulo 10: Live Forever

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El celular de Diego había sido fácilmente ignorado cuando Luna llegó esa tarde y fue participe de un recorrido por toda la casa de los Cohen.

Muerta de la vergüenza fue presentada como la nueva novia de Diego ante el señor y la señora Cohen, quienes la recibieron amablemente aunque sin dejar de preguntarse qué había pasado con Sara.

Daniel simplemente observaba todo sin participar. Estaba seguro de que su hermanito menor estaba cometiendo un terrible error, apresuraba demasiado las cosas y eso traería problemas más adelante.

Si bien él no tenía mucha experiencia con las relaciones formales, era obvio que todo esto sólo complicaría las cosas.

La señora Katherine los había sorprendido a todos preparando hamburguesas para un almuerzo en el patio trasero. La comida había sido excelente y Luna por fin se sentía cómoda.

Por supuesto que no faltaron las discusiones entre Diego y su padre, pero éstas solo fueron discusiones tontas iniciadas por las anécdotas contadas por el señor Damián para disfrutar un rato a costas de su hijo menor.

Cuando por fin pudieron estar solos, Luna y Diego se apartaron hacia el muelle.

Luna se había sentado, mientras que Diego se recostó colocando su cabeza en las piernas de ella.

-Y cuéntame, a qué sabe el agua del coleto- preguntó Luna haciendo referencia a una historia contada por el señor Cohen en la que habían encontrado a Diego bebiéndose el agua sucia del coleto mientras la muchacha de servicio estaba distraída.

El joven frunció el ceño.

-Para que lo sepas, tenía 4 años y no sabía lo que hacía

Luna no podía parar de reírse, y es que el hecho de imaginarse al gran Diego Cohen bebiendo agua sucia de coleto era algo muy hilarante.

-No me hace gracia

-Pues a mí sí- respondió Luna riéndose de nuevo

-Creo que voy a tener que ir a tu casa y conocer a tu madre. Con mi encanto seguro le saco unas cuantas historias, capaz y hasta consigo una foto tuya en pañales- ahora era Diego el que sonreía.

Luna no le había prestado mucha atención al asunto de las historias y las fotos en pañales. Su mente se había quedado en la parte donde Diego proponía ir a conocer a su madre.

Nunca antes había llevado a alguien a su casa, y era posible que con la situación que Luna estaba viviendo en estos momentos no fuera muy apropiado. Sin embargo, Diego estaba interesado en conocer a su madre y eso era algo muy agradable.

-¿En serio serías capaz de ir a conocer a mi madre?

Diego sonrió nuevamente.

Supongo que sí, siempre y cuando tu madre no guarde una escopeta en el armario

Las risas de Luna retumbaron por todo el lago

-No creo que tenga una escopeta, pero uno nunca sabe.

-Ciertamente, pero si tu madre tiene una escopeta de seguro tu papá tiene una bazuca, así que considerándolo mejor, creo que me conformo con imaginarte en pañales.

La sonrisa de Luna se borró inmediatamente de su rostro.

-¿Qué pasa? ¿Dije algo indebido?

Luna recuperó la serenidad de su rostro y se agachó para estar más cerca de Diego.

Sus largos cabellos se corrieron hacia adelante creando una especie de manto, pero los ignoró por completo al concentrarse en acariciar el rostro de Diego.

Mariposas NegrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora