La Misión

De regreo a clases

Se despertó a causa de los pasos. Se asomó a la puerta. Vio a Gaara, a sus padres y abuelos.

—¿Qué fue eso?

—Ni idea.

—Parecía un remolino.

_Están despiertos— Haku llamó la atención de todos —Buen día. El desayuno está listo.

—¿Esos ruidos que fueron, Haku?— preguntó Jiraiya.

—Fue Naruto-sama. Se marchó a la universidad. Dijo que era tarde. Su novio vino a recogerlo.

—Dios. Son las 6 de la mañana.

—Escuche que Sasuke-san le dijo a Naruto que tenían trabajo que terminar.

—Ya veo. Haku—  el pelinegro lo miró —¿Mi hijo desayuno?

—No, Minato-sama. Se llevó fruta.

—Deidara. Asegura pasar al despacho antes de marcharte. Te daré tu mesada y la de Naruto.

—Sí, papá.

Regresaron a sus habitaciones. Deidara busco su ropa y encerró en el baño.

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—¿No me esperaron?

—Lo siento, hijo. Tengo una junta en media hora.

—Yo en el hospital. Tu abuela ya se adelantó.

—Esta bien.

—Toma Deidara.

Tomó lo que su padre le entregaba. Dinero en efectivo.

—La mitad para tí, y la otra para Naruto.

—Se lo entregaré en cuanto lo vea— se despidió de su familia y fue directo a la cocina. No le gustaba comer solo en el gran comedor.

—Dei-sama ¿Lo de siempre?

—Sí. ¿Qué te pareció Naruto?

—Es muy lindo. Se ha apenado de que lo he llamado Naruto-sama.

—Me hubiese gustado verlo.

_Si—le sirvió el desayuno.

_Gracias— Desayuno tranquilamente. Al terminar, el chófer fue a dejarlo a la universidad.

En cuanto puso un pie en la acera comenzó a ser llamado Senpai.

—Namikaze-san.

—¿Me extrañaron?

—Por supuesto.

—Quiero todas las novedades.

Mientras se dirigían a facultad. Deidara escuchó atentamente. Sonrió algunas ocasiones y en otras estaba serio.

—Así que Rin-san dejo a Kakashi.

—Sí. Por el maestro de historia del departamento de literatura.

—No puedo creerlo.

—Sí. Y sin duda lo peor es que Sasuke-kun tiene novio.

—¿Qué?— se hizo el desentendido.

—Si. Es un doncel horrible— escupio una de las amigas de Deidara... Bueno, acaba dejar de serlo.

—¿Horrible?

—Sí— se miraron unos a los otros. Aprovecharían y pondrían en contra al rubio.

—Es de lo peor.

—Solo está con Uchiha-kun por su dinero. Se nota a leguas.

—Sí. No se viste como doncel. Sino como varón.

—Así fue como se acercó a Sasuke-kun.

—Es de lo peor. Le ha coqueteado a tu novio. Naruto Uzumaki es un fácil.

—¿A dónde vas Namikaze-san?

—Esto no se quedará así- dijo furioso.

—Yey. Funcionó.

—¿Lo seguimos?

—No. Si lo hacemos Sasuke-Kun sabrá que fuimos nosotras.

Deidara se dirigió a la cafetería. Por la hora, era la hora libre de Sasuke.

Cuando llegó ver vio a su hermano, cuñado y novio platicando.

—¡Naruto Na... Uzumaki!

Saltó al escuchar el tono de voz y vio que era su hermano. Pero se miraba enojado —¿Sí?

—Tú y yo tenemos que hablar en este momento.

En segundos fue arrastrado al baño de donceles. Dónde Deidara corrió a todos, y aseguró la puerta.

—¿Qué pasa?

—¿Qué es eso de que le coqueteas a mi novio?

—¿Qué? Claro que no ¿Por qué lo haría? Amo a Sasuke-kun...— se sonrojó completamente y se cubrió el rostro

Deidara rió al ver lo tonto que había sido. Esa cara adorable era obvio -Lo siento. Es que dijeron que le coqueteas a Itachi. Y bueno...

—Pues no lo hago- se cruzó de brazos, ofendido.

—Vale. Lo siento. Por cierto. Papá te envía esto.

—¿Dinero?

—Tus gastos. Por ahora, no diremos que somos hermanos. Tengo algo planeado.

Naruto supo que algo grande se aproximaba.