La Misión

Cambio de look

Escuchaba la música a todo volumen con tal no es escuchar los gritos de mientes y donceles que lo miraban. Fáciles.

Bostezó, y cerró los ojos al hacerlo. Cuando abrió los ojos pestañeo varias veces...

No era una ilusión.

De verdad era su novio.

Mujeres, donceles y algunos otros varones miraron el mismo lugar que miraba un sonrojado Sasuke Uchiha.

—...

Un sexi rubio, con el cabello algo ondulado y semi corto, caminaba directamente hacia la entrada. Vestía un pantalón muy ajustado que no dejaba mucho a la imaginación, al igual que una playera de cuello V, en color azul que resaltaba sus bellos ojos. Haciendo resaltar su curvilinea figura (cintura mas pequeña que sus caderas), y esbeltas piernas.
Toda una belleza de  doncel ideal.

Waaa ¿Por qué me miran así?  Un ligero rubor invadió sus mejillas al notar la mirada de su novio. Se aproximó a él —Buen día, Sasuke.

Saludó a su novio. El pelinegro le había pedido que le quitará los honoríficos.

—Naruto— murmuró sorprendido.

—¿Pasa algo, Sasuke?— no pudo evitar preguntar. ¿Se miraba muy mal? 

El día anterior, antes de entrar al salón de belleza, sus novios había recibido una llamada de Mikoto Uchiha. Por lo que sus novios se marcharon, y ellos se quedaron en el centro comercial.

—N-Nada— se aclaró la garganta —. Buen día, Naru— abrazó a su novio y besó los labios a su disposición.

Avergonzado, de que todos los miraran, oculto su rostro.

Sasuke aprovecho para mirar fulminante a los expectadores.

———

—Naru-chan se ve muy bello... Ouch— se froto el lugar que acaba de golpear Deidara.

—No mires a mi hermano— estaban en un arbusto observandolos.

—Solo estoy diciendo que se ve muy bello. Pero yo solo tengo ojos para tí, Dei.

—hmmpp— un puchero se formó en sus labios, pero sonrió ¡Su plan había funcionado!

—¿Quieres mucho a Naru-chan, verdad?

—Si. Siempre tuve la esperanza de que un día regresaría.

—Ya veo...— esos días había recordado que Deidara le comento de su hermano perdido.

—Vamos. Tenemos que planear lo siguiente.

—————

Sasuke entrelazo su mano con la de Naruto, y entraron a la universidad.

Por donde pasaban se les quedaban mirando. Algo que molestaba al pelinegro, y avergonzaba al rubio.

Ingresaron al salón de clases llamando la atención. Ambos se sentaron en el lugar acostumbrado. 

Kakashi entró al salón de clases, y paso lista.

—Naruto Uzumaki-san— miró hacia el rubio.

—Presente.

Pestañeo varias veces. Vale, ahora entendía los rumores camino al salón de clases pero... ¿Por qué Uzumaki se parecía a su antiguo senpai?

Kurama está destrozado, Kakashi. Desde el rapto de Naruto no ha querido comer. Solo se levanta a jugar con Deidara.

—...— ¿Era lo que estaba pensando? ¿Naruto Uzumaki era el hijo pedido de los Namikaze?  Tendría que acudir a Minato y decirle... —Sasuke Uchiha.

—Presente.

————

La hora libre de acercó y se dirigieron a la cafetería.  Al llegar, aún no estaban sus respectivos hermanos.

—Kakashi-sensei se me quedaba mirando ¿Realmente me veo mal?

Sasuke sonrió, se acercó a la oreja de su novio y le susurró: —Te ves muy bien... Muy apetecible.

Naruto se sonrojó fuertemente.

———

Frunció el ceño y apretó los puños ¿Quién se creía que era  ese estúpido doncel?

—Sakura...

—Me la pagará. Ese muerto de hambre no se quedará con lo que es mío.