La Misión

Mudanza

Naruto siguió a sus padres. Se sentía extraño por todos los cambios en su vida pero estaba feliz de que lo quisieran en sus vidas.

Kurama se detuvo frente a la habitación. Aquella habitación en la que tenían todos los objetos de su bebé.

—Tranquilo— Minato el besó la frente -—Naruto ya está con nosotros.

Asintió y abrió la puerta. Melancolía.

Naruto entró y vio la hermosa habitación. Estaba hermosa. Era color blanco con naranja. Había ropa y juguetes viejos pero bien cuidados —Es muy bonita.

—¿Te gusta? ¿La dejamos de este color o lo cambiamos?— preguntó Minato.

—Así es perfecta— Acarició el zorrito naranja de 9 colas.

—Era tú favorito. No dormias sin él— comentó Kurama. Sollozó y abrazó al rubio.

Naruto respondió al abrazo -Por favor. No llore- dijo pero termino sollozando.

—Naruto... —Minato se unió al abrazo.

Estuvieron así un buen rato hasta que escucharon los pasos de alguien.

Se limpiaron las lágrimas.

Kurama miró a su hijo —Vamos. Iremos por sus cosas. En lo que vamos, la habitación será remodelada.

—¿No es muy pronto?

—No en unas dos horas estará lista. Mi madre ya se arregló de comprar todos los muebles. La de Iruka-san ya está lista.

—Gracias por dejarlo quedarse.

—Él es parte de tú familia. Ahora nos tiene también a nosotros — dijo Kurama sonriendo —Pero se me hace familiar.

—A mi tambien— comentó Minato.

—Sus padres también eran japonés. Su madre era enfermera y su padre maestro.

-—Hummm enfermera. Tal vez la conocimos en el hospital.

—No sé. Los Umino se mudaron cuando yo tenía 10.

—Pues no sé. Tal vez recuerde más adelante —comentó Kurama.

—Vamos.

Asintieron y salieron de la habitación, pero Minato se regresó el zorro. Tal vez fue su imaginación, pero le pareció ver el mismo cariño en su hijo. Así que ordenaria que lo limpiaran.

Cuando llegaron a la planta baja se encontraron con Sasuke. Deidara, Gaara e Iruka.

—Iremos por las cosas— anunció Kurama. Mientras tanto, Minato regresaba de la cocina.

—Esta bien.

Minato, Kurama, Sasuke, Naruto e Iruka se dirigieron a la casa Uzumaki.

A Kurama le dió coraje al leer el nombre en la tablilla, pero hizo como sino le importará.

——————

Una vez empacado, la ropa, libros y artículos personales se dirigieron de nuevo a la casa Namikaze.

Naruto se sorprendió al entrar nuevamente  a la que sería su habitación. Estaba completamente diferente. Era preciosa.  Todo rastro de muebles de bebé habían desaparecido.

—Mañana en la tarde Deidara y Gaara te llevarán de compras. Iruka-kun también puede ir.

—Por la tarde no puedo. Trabajo.

—Te diría que dejaras el trabajo. Pero sé que no querrias. Por eso Mikoto-san te dió este semana libre.  Para que convivas con nosotros.

—¿De verdad?— sus padres asintieron —Genial.

—Si. Vamos. Hay que acomodar tus cosas.

————

Al terminar se dirigeron al salón. Sasuke esperaba pacientemente.

—Sasuke-kun.

—Ven un momento— sujetó de la mano al rubio y se alejarlo rumbo a la salida.

—¿Qué pasa?

—Me tengo que ir— dijo y abrazo al rubio —Mañana vender por tí. Una hora antes. Necesitamos arreglar el pendiente del trabajo.

—Lo olvidé.

—Lo sé— besó a su novio —Descansa. Mañana Deidara regresa la universidad. Es posible que mañana te haga un show anunciante como su hermano. Así que prepárate.

—...—  no lo había pensado ¿Quería que los demás supieran? No, no quería. La mayoría lo trataba mal por estar un Uchiha siendo pobre...

Me he terminado todos los capítulos que tenía escritos 😦
Tardaré unos días en actualizar... O tal vez no.

Nos vemos 😘