"Por Terceros." [KyMan] [South Park]

Capítulo II: «Responsabilidad.»

«Kyle Broflovski.»

Nunca estuve involucrado en la broma pesada que se le atribuyó a Cartman, precisamente porque sabía que, en caso de que se diese cuenta, él es capaz de todo.

Desde el inicio trataba de detener a mis compañeros, sin embargo, en parte me agradaba esta venganza indirecta de mi parte, por todos estos años de abuso/bulliyng masivo. "Judío de mierda" tu madre.

Una parte de mi deseaba respetar la integridad y orgullo de Cartman, y otra quería desquitarse. Pero no me caracterizo por ser alguien rencoroso.

Decidí alejarme de todo problema, los demás acordaron seguir en casa de Stan. Totalmente ajeno a mí.

Sin embargo, esto aún no se llevaba a cabo, cuando descubrí que mi hermanito Ike se había involucrado en esto, y tiró todo por la borda.

No lo culpo, es un bebé; pero no estuvo bien involucrarse cuando bien le dije que no debía.

Ese día llegué a mi casa con el objeto de ver mis redes sociales y relajarme un poco; pero Ike, al verme entrar a casa, comenzó a balbucear disculpas y llorar inocentemente.

—¡Ike Relájate! ¿Qué sucede?— Dije abrazando a mi hermanito de forma comprensiva.

—¡Tu computadora, Cartman! Perdón hermanito~— Balbuceó de forma incoherente

—¿Computadora? ¿Se dañó?— Dije tratando de adivinar la situación actual, con lo poco que pude entender. —Venga, no llores, vamos a ver.—

Le acompañé hasta su cuarto; en caso de que todo fuera una paranoia de inocencia profunda, mi deber era consolar a mi hermanito.

—¡Mira, lo arruiné! Soy un gordo imbécil...— Dijo balbuceando

Ignoré su sonoro llanto y revisé un poco la causa de este.

Oh mierda.

—¡Ike! ¿Qué fue lo que te dije?— Dije sin alzar mucho la voz, de forma que no se sintiera amenazado

—¡Sólo jugaba! ¡Bwaaa!— Se lanzó a mis brazos y siguió balbuceando diferentes disculpas

—Ya, ya, no importa.— Dije leyendo los mensajes posteriores de Cartman

—¿¡Me estás jodiendo, Judío?!—

—Sé que eres tú imbécil.—

—Te vas a lamentar de haberme humillado ASÍ.—

—Cuida tu espalda judío.—

Cartman es un imbécil, no me asusta. Es un maestro en cuanto a venganzas se refiere, pero ¿Golpear? No. Es un marica en ese sentido.

Sin embargo, el ha sido capaz de asesinar a sus contrincantes usando ese cerebrito de idiota. Aunque sabe que tiene desventaja si a fuerza bruta nos referimos; al menos yo puedo defenderme de los golpes y no soy un demente con mis planes.

Rápidamente llamé a Stan y a Kenny, y empecé a hacer FaceTime con ellos.

—No es culpa del niño, lo que me da repelús es el gordo y sus planes.— Dijo Stan.

—Mhmh...—

—Yo no lo hubiera dicho mejor, Kenny.— Dije.

—¿Y qué dijo?—

—Que me mataría, que me cuide la espalda, "Judío".—

—No se oye muy amenazador.—

Kenny asintió en silencio.

—Normalmente es más macabro; se supone que te odia a muerte.—

Kenny se quitó su capucha para hablar con más libertad —Si realmente te quisiera muerto, no diría nada y simplemente lo haría.— Dijo para volverse a colocar su capucha naranja.

—Buen punto Kenny.— Dije rascando mi nuca.

—Ya se fue todo al demonio, no hay mucho que se pueda hacer, Así que a la mierda. ¿Salimos al parque?— Dijo Stan. Kenny asintió como respuesta y acepté a regañadientes.

Bastó con salir de mi casa, para ver al otro lado de la acera a Cartman, quien me miraba con una sonrisa extremadamente incómoda y hasta cierto punto, macabra.

Sabía perfectamente que quería difundir miedo en mí, pero no lo lograría; lo conozco lo suficiente.

Pasé al lado suyo, mostrando mi dedo de en medio en todo momento; Cartman gruñía como respuesta, me encantaba darle a entender que no me asustaba y que era un completo idiota.

Sin embargo, al vernos fijamente de nuevo, me dedicó una cínica sonrisa, para luego irse lentamente

—¡No te tengo miedo, culo gordo!— Dije entre una muy sonora carcajada.

Podía ver a Kenny y Stan caminando juntos del otro lado de la calle, así que grité para llamar su atención. Al recibirla, apresuré mi paso y crucé la calle sin mirar.

No recuerdo nada desde allí.

«Stan Marsh»

Traté de hacerles diferentes señas al pelirrojo, pero este se denotaba algo distraído para notarlas; solo pude ver como, a causa de un camión de dudosa procedencia, hicieron mierda al pobre pelirrojo.

—¡Oh Dios mío, mataron a Kyle!— Gritó Kenny

—¡Hijos de puta!— Grité en respuesta, ya que es una mantra satírica entre nosotros

No tardó mucho para que una ambulancia se lo llevara, así que nos acercamos al hospital del pueblo.

Tras un par de minutos de espera, supimos entonces que sus heridas no eran tan graves, para el golpe recibido. Únicamente tenía un brazo y una pierna rota. Mucha suerte para ser atropellado.

Quien haya sido el causante, no dejó ningún tipo de rastro.