Capítulo VIII: «Comienzo a entenderte.»

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«Kyle Broflovski.»

Toqué la puerta de su habitación con indecisión -¿Stan?-

-¡LARGO DE AQUÍ!- Gritó inmediatamente, dándole un golpe a la puerta desde dentro

-¡Amigo, déjanos entrar!- Respondí de la forma más comprensiva posible

-¡Ya fue Stan, si no abres partimos la puta puerta!- Amenazó Cartman.

-¡Hagan lo que quieran, mierda!- Dijo Stan, suavizando un poco su voz

Cartman y yo cruzamos miradas de confusión, y decidimos empujar la puerta lo más posible, de modo que esta lograra romperse. Pero por por más fuerte empujadas, la puerta no se movía un centímetro y ya empezábamos a hacernos daño en el hombro.

Cartman y yo retrocedimos bastantes pasos, tomamos impulso y corrimos hasta la puerta. Pero frenamos de forma súbita al presenciar a Stan abrir la puerta.

-¿Tienen?- Dijo Stan observando fijamente nuestras miradas. Tenía sus ojos rojos y llenos de ojeras, se hallaba completamente roto.

-¿Él qué?- Preguntamos Cartman y yo al unísono

Stan se hizo a un lado para dejarnos entrar a su habitación. Estaba hecha un desastre, todos los cajones estaban fuera y la ropa igual. -No lo encuentro.-

-¿¡Él qué?!- Preguntamos nuevamente.

-¡Ya saben! Lo que me hace menos cínico.- Dijo con cierta inseguridad y timidez -Deben saber de que hablo. No quiero que se repita ese calvario.-

Cartman y yo recordamos un evento similar, con la poca información brindada por el castaño. Se había convertido en un total cínico y todo lo veía, literalmente, como mierda. Un acontecimiento muy desagradable de recordar.

-¿Alcohol?- Dijo Cartman sin un toque de delicadeza. Le di un codazo al gordo para que no hiciera más comentarios

-¡Stan, no necesitas eso! Eres nuestro amigo. Además seguro no sucederá de nuevo.- Dije rodeando a Stan con mi brazo

-¡Yo te consigo el mejor vodka de todos!- Dijo Cartman, separándome casi forzosamente de Stan y poniéndose en medio de ambos.

-¡Cállate, Cartman!- Grité como respuesta.

Stan sonrió sutilmente al darse cuenta que aquí estamos, para él. -Pero si no lo tengo me van a odiar.-

-Ya te odiamos.- Dijo Cartman con sarcasmo, a lo que simplemente le di un golpe mínimo. Este se calló y se cruzó de brazos.

-No está bien que hagas esto, Stan.- Dije dándole un abrazo -Ya ha pasado mucho tiempo, probablemente te haces ideas erróneas y aquella etapa ya se fue completamente.-

Cartman, nuevamente, se cruzó entre los dos para estar en el medio, lo que me comienza a parecer un poco raro.

Stan se alejó un poco y buscó un marcador punta fina, se acercó a mi yeso y no escribió más que un corazón.

-¡Qué marica!- Reaccionó Cartman bruscamente, lo que nos hizo reir un poco.

Las horas pasaron y empezamos a hacer pruebas -¿Esta canción te suena mal?- Dije colocando unos audífonos en sus oídos.

-Eh, no.- Contestó secamente.

-¿Y esta?- Dije reproduciendo otra.

-Eh, no.- Contestó nuevamente

Y otra vez.

Y otra.

Comenzaba a ser tedioso y en cierta parte, sospechoso. Por lo que decidí poner un audio que sonara realmente mal y probar su criterio. -¿Y este?-

-Pues no.-

Oh mierda. Tomé a Cartman del brazo y lo llevé hasta la cocina. -¡Finge!-

-No me digas.- Contestó Cartman -Dale cualquier bebida estúpida y hazle creer que es alcohol, y ya estará como antes.-

-Es lo más estúpido que he oído.-

-Amigo, el está convencido de que necesita eso, una mentirilla piadosa hará que sea adicto a otra cosa. Lo del alcohol ya no le funcionará realmente si le das.- Dijo Cartman algo desinteresado, pero sus palabras eran más que ciertas. Intenté darle jugo de fresa sin azúcar y totalmente insípido. Stan lo tomó encantado y, tal como decía Cartman, distinguía totalmente. Es normal, este hombre manipula a cualquiera

Se tornaba cada vez más extraño que quisiera más y más de este jugo, por lo que Cartman me sugirió ignorarlo e irme, ya que sino, nos pedirá más a nosotros.

No solamente eso, teníamos un proyecto y no hemos terminado.

Llegamos a mi casa algo cansados y nos sentamos en el suelo, viendo a los ojos al otro y buscando más defectos de este. Pero extrañamente se me hacía algo...Difícil. Suspiramos algo incómodos al unísono y cada quien escribió algo en total silencio.

Nunca sabré que escribió, pues es algo que solo verá el profesor Markey.

-¿¡Es broma?!- Grité

-¿En serio lo hicieron?- Dijeron un par de compañeros con un tono de burla

-¡Pues claro!- Dijo Cartman con disgusto

-No tiene validez en la nota, era solo una mierda del profesor para "conocer más el interior de nosotros"-

-¡Mierda!- Gritamos al unísono.

«Sr. Markey.»

¿Sólo dos alumnos entregaron?

La próxima vez les daré nota, M'¿Kay? Tal vez así me hagan caso.

Nombre: Eric Cartman.

¿A quién odio más?

A un pelirrojo, judío e idiota: Siempre me lleva la contraria, siempre tiene problemas con todas mis ideologías y siempre tiene envidia de mis putos logros.
Lo odio porque a pesar de todo, todas las malditas mañanas lo veo y le digo un hola como si nada, para luego pelear otra vez. Aveces dejo de lado esas cosas y soy mínimamente "bueno" (Si se puede llamar así.) Con él, pero siempre lo ve como algo malo y nunca cree que puedo ser mejor que esto.

Lo odio porque siempre lo veo, y lo odio porque me agrada. Y creo que sería aburrido vivir sin un "Archienemigo"

PD: Siento que me describí a mi mismo, mierda.

Nombre: Kyle Broflovski.

¿A quién odio más?

Decir eso es fácil, se trata de la persona con más defectos del mundo. No tolera a nadie, siempre me pelea todo y no deja de burlarse o degradar mi religión.

Odio que sea tan hipócrita para intentar ser bueno conmigo cuando el me odia. Odio que cambie drásticamente de un momento a otro y luego vuelva a ser el idiota de siempre.

Que siempre lo vea y a pesar de odiarlo, no poder imaginar mi círculo de amigos sin él en el medio. (Iba a escribir que odio su sentido del humor, pero sería mentira, me he reído mucho con él.)
Que a pesar de su odio por mí, me haya salvado y cuidado la espalda varias veces. Y que sienta todo tan aburrido sin él siendo tal y como es, como mi "archienemigo"

"Por Terceros." [KyMan] [South Park]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora